Un Minuto

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Disclaimer: Ni los Vengadores, ni la canción me pertenecen. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son parte de mi imaginación.

Porque un minuto que no estés aquí, siempre se hace eterno para mí, pero me enseña, a que te quiera, amar tu ausencia, amar tu libertad. El minuto que no estas aquí, no me duele porque pienso en ti, y me entretengo, formando un cuento, que pueda hacerte tan feliz, como yo.

Ella dijo un minuto y mintió. Cuando Steve Rogers vió aparecer a Clint Barton esperaba que su esposa apareciera tras él, riendo, pero no lo hizo. Parpadeó varias veces cuando Ojo de Halcón se desplomó frente a él en un mar de llanto y sollozos.

— ¿Dónde está Nat? — fue lo único que salió de los labios del Capitán América.

— Ella se fue, Steve...

El resto de los Vengadores intentaron hacer hablar al hombre sobre lo ocurrido en aquel extraño planeta llamado Vormir, pero él simplemente negaba con la cabeza. Solo dios sabía el trauma por el qué había pasado ese hombre. Steve no articuló ninguna palabra, simplemente salió de aquel lugar con los ojos llenos de lágrimas. Tomó su motocicleta y condujo a toda velocidad sin importarle nada, ni siquiera su propia vida. No le importaba nada cuando había perdido todo. Había perdido al amor de su vida, a su mejor amiga, su confidente, su compañera de locuras y mimos, la única persona que había entendido a aquel hombre fuera de su tiempo y había hecho el esfuerzo por incluirlo a su tiempo y a su ritmo de vida. No supo cómo, ni cuándo, pero ella se volvió el centro gravitatorio de su universo, la que le daba fuerzas para seguir adelante, para avanzar. Ella se volvió su brújula moral, su razón de ser, su esposa.

Llegó a su departamento en el corazón de Brooklyn, en el viejo edificio donde vivía con su madre en su infancia. En cuanto supo que habían remodelado el edificio compró el apartamento sin pensarlo, con la ilusión enorme de hacer una familia en aquel lugar con Natasha a su lado. Pero ahora ella se había ido. En menos de cinco minutos, todo lo que imaginó para su futuro se disolvió como el polvo. Con un fuerte suspiro, puso la llave en el cerrojo y abrió la puerta para encontrarse a la rubia.

— ¿Todo bien, Steve? — el rubio negó con la cabeza.

— Nat se fue, Sharon...

— Pero, ella no le haría eso a... — la agente 13 se cubrió la boca con ambas manos cuando entendió a lo que se refería el soldado. — Lo siento mucho, Steve — dijo la mujer abrazándolo y consolándolo mientras lloraba.

Así, en brazos de Sharon Carter, Steve Rogers comenzó a descargar toda la tristeza e ira que toda aquella situación le provocaba. Desde el primer momento que la sombra de Thanos apareció en su vida fue solo para destruirla. No se había llevado únicamente a la mitad de la humanidad, sino que había destruido mentalmente a los que trataron de luchar contra él. Se enfrentaron en cuerpo y alma para tratar de rescatar a toda la vida en el universo, perdiéndose ellos mismos en el camino. Steve continuaba sollozando en brazos de la rubia cuando una vocecita los interrumpió.

— ¡PAPI! ¡Volviste! — el rubio niño se quedó paralizado al ver a su padre de esa manera — ¿Y mi mami? ¿Por qué no vino contigo?

— Ven acá James... deberías estar dormido — el soldado extendió los brazos a su hijo quien corrió hacia él y pasó sus dos bracitos alrededor de su cuello.

— ¿Dónde está mi mamita? ¿Por qué lloras?

— Jay... — Steve tomó aire, pensó que tendría al menos la noche para procesar las cosas y saber como tocaría el tema — Tu mami tuvo que irse con tu abuela, ella la necesitaba más que nosotros... tu mami tuvo que irse a las estrellas.

El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora