Velar tus sueños.

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, solo la historia es parte de mi imaginación. Este argumento salió de un post de facebook donde vimos que describían como era la vida de Natasha en el complejo. 

NOTA: Cursiva es flashback. 

La amistad del Capitán América y la Viuda Negra era una que se había consolidado lentamente en el tiempo que trabajaron juntos. Se conocieron en el tiempo que participaron en la iniciativa de los Vengadores, de Nick Fury, pero reafirmaron su amistad cuando comenzaron a trabajar para S.H.I.EL.D. Estaban tan compenetrados, que incluso Clint Barton se había puesto celoso al verlos trabajar juntos, pero al final, nada de eso importó porque ocurrió la Guerra Civil y la pareja de amigos se separó inevitablemente. Era muy difícil para ellos trabajar separado, porque debían reconocer que se extrañaban. Natasha ni siquiera supo muy bien que fue lo que la llevó a traicionar a Tony Stark, pero no podía negar que sentía algo muy diferente por Steve de cualquier otra persona a su alrededor. La Viuda Negra nunca admitiría que sentía amor por el Capitán América, pero si podía decir en voz alta que su lealtad estaba con él y eso era lo más valioso que tenía. No se volvieron a ver hasta que Steve la encontró en Berlín, malherida después de haber sido perseguida por los agentes de Ross. Steve Rogers se sentía muy culpable al ver a Natasha en ese estado, por lo que se dedicó a cuidarla con mimo para que se recuperara pronto.

A partir de ese momento, el Capitán América tomó la decisión de que nunca se separaría de la Viuda Negra, se necesitaban y habían aprendido por las malas que eran más fuertes estando juntos. Por dos años fueron a diversas misiones de incógnito, siempre cuidándose las espaldas. Compartieron cama y habitación por mucho tiempo, perdiendo el pudor y aumentando más la confianza que se tenían entre ellos, pero siendo incapaces de demostrar sus sentimientos. Tanto la Viuda como el Capitán creían que el otro no sentía lo mismo por ellos y temían arruinar su amistad simplemente por algo que fuera de una sola noche o para aliviar la soledad que sentían sus corazones. Pero lo que no sabían es que no conocían la verdadera soledad, hasta la llegada de Thanos.

El Titán venía con el plan de exterminar a la mitad del universo y lo logró, aprovechando que los Vengadores estaban separados y eran débiles, porque no eran capaz de dejar sus diferencias de lado. A pesar de que lucharon con todo lo que tenían, fue inútil y vieron todo desaparecer a su alrededor. Lo primero que Natasha supo cuando abrió los ojos fue que Sam Wilson había desaparecido, el soldado que los acompañó durante todo su tiempo al salir de S.H.I.E.L.D. ya no estaba. El primer pensamiento de la Viuda Negra fue encontrar a Steve Rogers, no sabía que sería de su vida si aquel hombre desaparecía. Corrió con toda la rapidez que sus cansadas piernas le permitían hasta que lo encontró, de pie en medio del campo de batalla, con la mirada perdida de un soldado caído. Sin pensarlo dos veces se aferró a él, enredando sus manos alrededor de su cuello e inhalando su aroma.

— Estás vivo... — susurró Natasha.

— Oh Nat — la voz de Steve sonó quebrada, como si estuviera aguantando un sollozo — Perdimos a todos: Bucky, Sam, Wanda...

— Nos tenemos a nosotros — dijo la Viuda firmemente — Y vamos a salvarlos a todos.

Desafortunadamente eso no pasó. Los Vengadores restantes intentaron recuperar las gemas del infinito, pero Thanos las había destrozado y con ellas toda la esperanza de recuperar a los compañeros caídos y a la mitad del universo. Eso fue lo que terminó de romper a los héroes e hizo que cada uno de ellos tomara su propio camino. Todos menos Natasha Romanoff.

La Viuda Negra no podía separarse de aquel lugar, aquella vida, aquel trabajo que le había dado todo. Creció en un lugar horrible, poco o nada adecuado para la infancia y nunca supo que era el amor o la lealtad o la familia hasta que llegó a S.H.I.E.L.D. Sin embargo, las cicatrices de su pasado no se borraban con aún con el amor de sus compañeros y de todo lo que sentía. Cada noche, en la soledad de la habitación que Pepper le personalizó en el complejo las pesadillas volvían. Al cerrar los ojos podía volver a ver todas las torturas que había sufrido, cada golpe, cada violación, cada asesinato. Había noches peores que otras y había algunas en las que simplemente no dormía, pues es a veces dormir era peor que el insomnio. Y todo eso era aún peor cuando no dormía en la seguridad del complejo de los Vengadores. Steve solía insistirle que durmiera un poco en las misiones, pero la Viuda Negra se negaba, diciendo que no tenía ningún problema con hacer ella las rondas nocturnas de vigilancia. Solo pudo dormir entre los brazos de Steve Rogers, cuando compartieron camas en moteles sucios y descuidados. Él era la única persona capaz de calmar sus pesadillas e incluso hacerlas desaparecer.

El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora