Rosas

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Disclaimer: Ni la canción, ni los Vengadores me pertenecen. Solo la historia es parte de mi imaginación.

Por eso esperaba con la carita empapada que llegaras con rosas, con mil rosas para mí porque ya sabes que me encantan esas cosas, que no importa si es muy tonto, soy así. Y aún me parece mentira que se escape mi vida, imaginando que vuelves a pasarte por aquí donde los viernes, cada tarde como siempre la esperanza dice: Quieta, hoy quizá sí.

Nadie le dijo que enamorarse era una cosa sencilla. Y que desenamorarse sería lo peor que le pudiera pasar en el jodido mundo. Pero... ¿quién podría creer que la fría y estoica Viuda Negra se había enamorado del Capitán América? Ni siquiera ella sabía cómo había pasado tal error en su vida. Pero las cosas se dieron cuando Natasha menos lo esperaba. Steve y ella se conocían de hacia varios años, cuando ella fue una agente secreta encargada de cuidarlo en el hospital donde fue descongelado y se encargó de instruirlo en el siglo XXI, bajo el nombre de Natalie Rushman. Sin embargo, cuando Steve Rogers descubrió quien era ella realmente se alejó por completo, sin querer saber nada de Natasha, acusándola de mentirle para ayudar a S.H.I.E.L.D. A pesar de que su confianza quedó hecha añicos, Natasha Romanoff trabajó mucho para hacerse en verdad amiga del Capitán Rogers, sobre todo después de la formación de los Vengadores.

No eran los amigos más cercanos hasta el día del ataque del ejercito Chitahuri comandado por Loki. Fue allí donde el Capitán Steve Rogers pudo apreciar todas las habilidades de la legendaria Viuda Negra y comenzó a entender cómo Natasha compaginaba esas dos personalidades tan complejas, que habían sido creadas muy a su pesar. Quería conocer mucho más de ella pues lo intrigaba que había detrás de la figura de la super espía rusa. Cuando despidieron a Thor, que se llevaba a Loki de vuelta a Asgard donde sería jugado por sus crímenes, Steve se acercó con timidez a Natasha.

— Hola.

— Hola, Rogers...¿listo para una vida normal?

— No creo que pueda tener una —dijo el soldado rascándose la cabeza.

— ¿Quién dice eso? — la espía se cruzó de brazos — Por algo se empieza y tu podrías empezar...mmmm — se llevó los dedos al mentón — ¿consiguiendo un apartamento propio?

— Pensaba en empezar por algo más pequeño.

— ¿Ah, sí? ¿Tienes alguna idea?

— En invitarte a una cita.

— ¿A mí? — los ojos de Natasha delataron la sorpresa que sentía.

— Así es... — Steve apretaba las manos en puños sintiéndose nervioso — Claro... si quieres.

— ¡POR SUPUESTO! ¡ME ENCANTARIA! — Natasha habló más rápido de lo que su, usualmente, calculadora mente pensó — Quiero decir... sería interesante, Rogers, pero pensé que tu no querrías salir conmigo.

— ¿Por qué alguien no querría salir contigo? — exclamó el soldado sin poder evitar pasar sus ojos de arriba a abajo.

— Por qué tú eres tú y yo... pues soy yo.

— Eso no tiene sentido, Rogers.

— Yo no tengo sentido cuando soy trata de ti.

— Lo siento — Natasha se mordió el labio inferior, recordando como Steve se había comportado cuando se enteró que la enfermera Natalie era en realidad la espía favorita de Nicky Fury.

— No pasa nada — Steve puso su mano en el hombro de la pelirroja — Entonces, ¿aceptas salir conmigo? ¡Te llevaré al mejor bar de Nueva York!

— Vamos a ver si sigue siendo el mejor bar, ¿seguro no se extinguió con ustedes, dinosaurio? — Natasha soltó una carcajada antes de dirigirse al automóvil donde Ojo de Halcón la esperaba — ¿Viernes a las 7:00 pm? ¡Te envío la dirección de mi apartamento!

El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora