Disclaimer: Los Vengadores no me pertencen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconocen son míos.
Para Mena
Your past and mine are parallel lines
Stars all aligned and they intertwined
And taught you the way you call me baby
Treat me like a lady
Base la Sala Roja 1944.
Aquella mañana no había empezado para nada como Natalia Alianovna Romanova creía. Después de que sonó la alarma que indicaba el inicio del día para las Viudas Negras, la pelirroja esperaba encontrarse en el entrenamiento como el resto de sus compañeras, no ser llamada directamente al despacho de Dreykov.
—Bienvenida, mi alumna prodigio—sonrió el hombre.
Lo odiaba con toda su alma, desde el día en que lo vio convertir a su hija en una máquina de matar; al mismo tiempo en que creyó que Melina estaba muerta y no pudo hacer nada por salvar a Yelena de sus garras.
—¿Qué puedo hacer por usted, general Dreykov?
—Supongo que estás familiarizada con la iniciativa del Capitán América, ¿no es así?
La última vez que tuvo que posar como parte de una misión, había sido solamente una niña de diez años y había escuchado es nombre en Ohio. Todos los niños hablaban del valiente Steve Rogers, quien se había sometido a los experimentos del doctor Erskine para convertirse en el único supersoldado del mundo...o eso creía.
—¿No es el mismo chico al que le pusieron el suero de Alexei? ¿Al inicio de la guerra?
—El mismo—confirmó Dreykov—Tu siguiente misión será conocerlo y seducirlo para extraer una muestra de su sangre.
Natalia no pudo evitar alzar las cejas, sorprendida.
—¿No era cercano a la Agente Carter?—preguntó—Sabemos que ella tiene suficientes conexiones en el MI6 como para saber acerca de nosotros, ¿no estamos arriesgando demasiado?
Molesto, Dreykov golpeó la mesa con fuerza.
—¿Crees que puedes dar órdenes, Romanova?—dijo, tomándola del mentón con fuerza, hasta que ella se negó con la cabeza—Eso me lo parecía, te reportarás hoy mismo con Petróvich para que te pongas en marcha.
Sabía que no podría despedirse de Yelena, tenía que confiar en que estaría bien. Apresurándose de vuelta a la habitación, donde dejó una fotografía escondida bajo las almohadas de la chica a la que quería como una hermana, prometiéndole que volvería por ella. Sabía que esa era una oportunidad de oro, estando en los Estados Unidos podría escapar, el plan comenzaba a mostrarse en su mente.
—No olvides tu misión, Natalia—amenazó Dreykov—Te estaré vigilando.
Asintió secamente con la cabeza, despidiéndose de lo que conocía, de nuevo, mientras le vendaban los ojos y era inyectada con el sedante que usaban para sacarlas de la Sala Roja.
—Buenos dias, Capitán.
—Buenos días, señorita Belova.
Cuando llegó a la recién fundada organización de inteligencia americana, recibió la información de que empezaría desde abajo, como secretaria, para no levantar sospechas y poder tener acceso a todos los documentos que la Sala Roja necesitaba.
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El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.
RomanceSerie de One shots de Steve Rogers y Natasha Romanoff (Romanogers) que están basados en canciones.