El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.

Run to you

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

Para Nathie, que siempre sigas siendo una romántica. Te quiero muchisimo. Feliz cumpleaños. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Natasha creía que, teniendo más de treinta años en el planeta tierra, mi ya habría aprendido que las promesas y los planes nunca salían como uno deseaba. Después de aquella noche de su cumpleaños en la que Steve y ella se amaron por primera vez, tuvieron que separarse de nuevo.

—Nat, vámonos juntos—rogó Steve—por favor. Te prometo que nadie te perseguirá en Wakanda.

Estaban desnudos en la cama de su apartamento. Aquel lugar no se había sentido como un espacio seguro hasta que Steve apareció, llenándolo todo. Sin embargo, Natasha no pudo seguir su corazón. Parecía que esa era una constante en su vida, estar a expensar de lo que otras personas hacían, poner todo antes que sus propios deseos.

—No puedo, Steve—dijo con seriedad la pelirroja—¿Qué crees que hay para mi en Wakanda? Seguramente soy la persona más buscada en ese país. Además, tengo asuntos pendientes que debo resolver.

No quería reconocer que estaba aterrada de lo que podía significar irse con Steve. Con él era un "para siempre" definitivo. No iba a tener una relación pasajera o solo espacios para follar, él no era un amigo con derecho.

—¿Puedo acompañarte?—cuestionó el soldado.

Natasha negó rápidamente, antes de volver a besarlo.

—Te prometo que nos volveremos a encontrar, cariño—le dijo la espía—No te vas a separar tan fácil de mi.

—Si por mi fuera, no quisiera hacerlo nunca—respondió Steve, atrayéndola a la cama—Aceptaré que estemos separados, por ahora.

La Viuda Negra podía decir que realmente lo había intentado, había hecho todo lo posible por estar junto a Steve cada vez que podía, pero no parecía funcionar. Los dos eran fugitivos buscados por todo el mundo, además de tener misiones que eran independientes del otro.

—Cualquiera pensaría que estás enamorada, suka.

Saliendo de su ensimismamiento, Natasha fulminó a Yelena con la mirada. Las hermanas se habían reencontrado después de haber pasado años separadas y ahora trabajan juntas, salvando a mujer que habían sido convertidas en asesinas contra su propia voluntad, como ella misma.

—¿Qué te hace creer eso?—la pelirroja movió las manos—¡No tengo tiempo para tus tonterías, sestra!

Yelena soltó una risita, moviendo la mirada desde su hermana hasta la ventana que vigilaban.

—No tiene nada de malo, ¿sabes?—respondió la menor—A mi me gustaría saber que se siente estar enamorada. Nunca he vivido eso, la vida no me ha dado esa oportunidad.

—El que te la quitó fue Dreykov, no la vida—sentenció Natasha—Pero ya tendremos tiempo para que experimentes todo lo que quieras. Ahora hay que terminar la misión.

—Deberías presentarme a Peter Parker—soltó Yelena, haciendo que su hermana se girara a verla.

—¿Para qué?

Yelena se encogió de hombros, riendo ante la mortificación de su hermana.

—Me interesa, podría servirme para algo.

Natasha rodó los ojos, Peter era un buen chico pero ese era el peor momento para que conociera a Yelena; aunque solo imaginarse la reacción de Tony la hacia considerarlo. Tuvo que parar esos pensamientos cuando se escucharon los primeros disparos.