Punto y Aparte IV

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertencen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

Para Nathie. 

Fiel a su promesa, Tony no había dicho nada a sus compañeros acerca de lo que Eliette le había confesado. Se había limitado a aparecer en la cocina de la casa del lago, con la niña de la mano anunciando a Steve y Natasha que se irían después de comer.

—¿Qué le ha picado a Tony?—preguntó el Capitán, viendo a su hija—¿Tú sabes algo, Ellie?

—Nada.

Natasha frunció el ceño, su hija estaba cada vez más rara. Esperaba que, en medio de todo lo que estaba pasando, Bruce pudiese revisarla y darle una respuesta. Había recibido un rápido mensaje de Rhodney, indicándole que los esperaban, así que la familia se dirigió de vuelta a la base, con Tony siguiéndolos en su automóvil.

—¡TÍO CLINT!

Eliette fue la primera en bajar, corriendo a los brazos del arquero. A pesar de estar prácticamente desaparecido en los últimos años, había vuelto a ver a la niña cuando nació y en varias ocasiones, colándose por la ventana del apartamento de los Rogers.

—¡ELLIE!—dijo Ojo de Halcón con la misma alegría—¿Cómo está la niña más bonita del mundo?

—¿Yo?

—¡Por supuesto que sí!

La pequeña rubia se escondió entre sus brazos, suspirando. Ella sabía que no podía decir nada de lo que había visto unas noches atrás, cuando despertó con la sombra del doctor Strange sobre sus padres, había escuchado todas las palabras que decía para eliminar de la mente de su padre lo ocurrido. Con todo lo que había aprendido de sus padres se quedó en silencio, pretendiendo estar dormida hasta que el hombre se fue. Teniendo ese pesado secreto en el corazón, la niña buscaba a cualquier persona que la pudiera consolar.

—Extrañé...—susurró en los brazos de Clint—Te extrañé.

—Y yo a ti, Ellie bonita—dijo el arquero—Pero estaré de vuelta un tiempo, lo prometo.

Natasha lo fulminó con la mirada, pero aceptó el abrazo que su compañero le ofrecía. Los Vengadores recibieron a Clint como si nada de lo que hubiera hecho en los últimos años importara, lo único que tenían en mente era terminar con Thanos y deshacer lo que había hecho, sin importar el costo.

—¿Bruce? ¿Tienes un momento?

Después de tres días trabajando, Natasha tuvo finalmente el tiempo para hablar con Bruce acerca de Eliette, quien se había vuelto a sumir en ese silencio que alteraba a toda su familia.

—¿Qué pasa Nat?—cuestionó el hombre—¡Ellie! ¿Cómo estás?

La niña no despegó la vista de su libro, que llevaba entre las manos mientras caminaba; su madre tenía que guiarla por los hombros para que no se cayera.

—De eso quiero hablarte—murmuró la espía—Me gustaría que le hiciéramos unas cuantas pruebas a Eliette, para saber si es como los demás.

Bruce se inclinó a ver a la niña, quien se balanceaba suavemente mientras leía.

—¿Acerca de su desarrollo cognitivo?–preguntó, esperando que Natasha le confirmara—¿Steve sabe acerca de esto?

Para su sorpresa, la espía bufó, claramente molesta.

—Está ocupado re-entrenando con el escudo—declaró, aguantándose las ganas de decir más acerca de su relación—pero está de acuerdo y sabe qué Eliette necesita estas pruebas.

El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora