El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.

Besos de mariposa 🕷

Disclaimer: Ni Natasha Romanoff, ni Steve Rogers, ni la canción me pertenecen. Solo la historia y los personajes que no reconozcan.

NOTA: ESTA HISTORIA ES UN EXTRA DE MI HISTORIA PRINCIPAL LLAMADA "DETRÁS DE LA VIUDA NEGRA" HAY UN POCO DE CONTEXTO AQUÍ ASÍ QUE NO HACE FALTA LEERLA, PERO SI QUIEREN DARSE UNA VUELTA, LES GUSTARÁ

Oh, pero con todas las cosas que hice mal, debí haber hecho algo bien para merecer un abrazo cada mañana y besos de mariposa cada noche. Todo el tiempo tan hermoso se fue y los años pasaron, mi preciosa mariposa extiende tus alas y vuela.

Steve y Natasha había decidido casarse en Francia por varias razones: ellos estaban seguros de que nadie sabía que se encontraban en Europa, no podían arriesgarse a moverse pues el embarazo de Natasha era algo riesgoso debido a su último encuentro con la sala roja, seguían siendo fugitivos de la justicia y sobre todo, por que Boris Tutkalyan, el abuelo de Natasha era viejo y no podía viajar. Además, Natasha le había prometido que lo mantendría cerca en todos los momentos de su vida y no tenía intención de romper esa promesa.

La boda se había realizado de manera presurosa, en uno de los jardines de la veraniega casa que los Tutkalyan poseían en Bourdeux, se encontraban con ellos el rey T'Challa, quien fungiría como juez, junto a su hermana Shuri, Wanda, Sam Wilson y Bucky Barnes, mejores amigos de Steve. Natasha lamentaba que Clint no estuviera, pero no quería que arriesgara a su familia por una formalidad. Natasha había pensando que lo mejor hubiera sido una ceremonia civil rápida, pero su abuelo se había negado, alegando que su única nieta mujer merecía la boda correspondiente a la tsarina que ella era y no podía negarle ese gusto. Estaba muy nerviosa ese día, mientras se enfundaba en el vestido blanco que le había traído Gleb, no le dijo de donde provenía pero su intuición le decía que pertenecía a la familia.

Ella me pregunta que pienso

Mientras las veo parado afuera de la habitación

Solo observándola

Y pensando

"No estoy seguro

Pero siento que pierdo a mi pequeña"

Una de las pocas cosas que le dolían a Natasha de todo lo que le había pasado era la ausencia de figuras femeninas en su vida. Sobre todo en los últimos años, por Wanda y por la hija que esperaba con Steve. Tenía miedo de fallarle a esas niñas pues nunca había tenido quien le enseñara a hacer las cosas de manera correcta. Probándose aquel vestido de novia deseó con toda su alma el tener a su madre a su lado. Volteó a la puerta al sentir una presencia externa en la habitación y vió a su abuelo, sonrió aliviada y se acercó a él con una sonrisa tímida.

— ¿Piensas en ella también? — murmuró Natasha con tristeza.

— Pienso en ella todos los días — suspiró el anciano — Pero justo en este momento no lo hago.

— ¿Un rublo por tus pensamientos? — bromeó la pelirroja al ver al hombre mirarla de una manera extraña.

— No estoy tan seguro — confesó el patriarca de los Tutkalyan — pero en este momento siento que esto perdiendo a mi pequeña թիթեռ /mariposa/.

Natasha entrecerró los ojos antes de contestar — Me perdiste hace mucho tiempo.

Y cierro los ojos

Y agradezco por toda la alegría que ella trajo a mi vida

Pero sobre todo