Impacto

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DIsclaimer: Los Vengadores no me pertenecen. Son de Marvel y de Disney, solo la trama y los personajes que no conozcan son mios.

    Durante el tiempo que vivían como fugitivos, Steve y Natasha habían decidido que lo mejor era no ver televisión puesto que esto los predisponía a todas las cosas horribles que estaban ocurriendo a su alrededor. La pareja sabía que seguían siendo buscados, pero no era fácil ver la forma en que eran criminalizado alrededor del mundo, tanto ellos como sus compañeros que no habían aceptado los acuerdos de Sokovia. Pero entre todos los Vengadores que habían participado en la batalla de Berlín, Natasha Romanoff se llevó el peor impacto porque era juzgada de traidora, de doble espía, e incluso de comunista y aunque a ella no le importaba, no le gustaba estar escuchando esas cosas, así que procuraban que los moteles en donde se quedaran no tuvieran televisores o que estos estuvieran apagados.

—¿No podemos encender la televisión ni siquiera un rato?—la voz de Wanda sonaba infantil e irritada—Tenemos que hacer algo mientras Sam vuelve del medico.

    Estaban en la frontera de Canadá y Estados Unidos, pues un buen lugar para escapar en esos días seria Groenlandia pero Sam se había caído entrenando con sus alas y habían tenido que detenerse por unos días en lo que sanaba. Con ayuda de otro amigo veterano de Falcon, consiguieron un médico que podía tratar sus heridas durante esos días en aquella ciudad. Los cuatro Vengadores fugitivos se encontraban muy preocupados puesto que el teléfono de emergencia de Natasha había estado sonado por las últimas tres horas con un número desconocido, pero cada vez que la Viuda Negra contestaba, la llamada se cortaba debido a la mala recepción que tenían en ese pequeño pueblo nevado. La pelirroja no sabía quién podía ser porque nadie más tenía ese teléfono y lo único que alcanzaba a escuchar era una voz de mujer. Se repetía constantemente que era un número equivocado y buscaba formas de disfraerse en aquel día nublado.

—Wanda, puedes hacer cualquier otra cosa—murmuró Natasha que estaba jugando cartas con Steve.

—No cuesta nada, por un rato.

—Deja que encienda el televisor, Nat.

—Si ves algo que no sean caricaturas, lo voy a apagar—sentenció la pelirroja a lo que la bruja Escarlata le sacó la lengua.

Wanda ignoró a Natasha y encendió el televisor para encontrarse de lleno con el noticiero.

—Reportamos el tiroteo que se dió en Central Park, donde una niña fue herida, se desconoce su nombre pero se sabe que es una de las alumnas del colegio católico de Nueva York, un prestigioso internado.

Natasha y Steve alzaron la cabeza para prestar atención a lo que estaban diciendo en el noticiero.

—Se trata de un supremacista blanco—dijo la reportera—solo se sabe que estuvo esperando a las niñas de la escuela para atacar a una de ellas, la nieta del ex-presidente, pero no tuvo oportunidad porque otra pequeña vió el arma y se interpuso en su camino. El atacante gritaba que el Capitán América estaría orgulloso de él y la niña le dijo que no tenía idea de quien era en verdad dicho héroe, así que fuera de sí volvió a disparar contra ella cuando estaba en el piso. Las religiosas de la institución corrieron a socorrer a la pequeña, mientras que algunos hombres que se encontraban en el parque fueron tras el atacante que se dió a la fuga.

—Tenemos imágenes—interrumpió otro reportero.

—¡Vamos con ellas!

    La pantalla se puso en negro y después aparecieron las grabaciones de las cámaras de seguridad que rodeaban a Nueva York, enfocando perfectamente el suceso. Un hombre, no mayor a treinta años, vestido con una playera con la bandera de los Estados Unidos de América, se acercaba a un grupo de niñas que jugaban entre los árboles del parque, para dispararle por la espalda a una niña de piel oscura, pero una mucho más pequeña y rubia veía lo que pasaba y empujaba a su compañera fuera del alcance del disparador, siendo impactada por una bala en la pierna, se notaba que hablaban aunque no se escuchaba nada y esta vez una bala se dirigía al pecho de la niña que cayó del árbol entre la confusión y los gritos alrededor de la niña, cuya imagen pálida e inmóvil quedó congelada en la pantalla. Los tres Vengadores se quedaron congelados sin poder dejar de verla.

El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora