El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.

Las Cartas Sobre la Mesa

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Para Nathie. 

Me puso las cartas sobre la mesa,

Desde que la conocí,

Me dijo no creo en amores eternos,

No debes confiar en mí.

Mi orgullo cobarde se puso valiente,

Y quiso entrarle así...

Ser una Vengadora era mucho más complicado de lo que Natasha Romanoff había pensado. Soñó por muchos años con tener una vida libre y normal, como cualquier persona, pero ahora se arrepentía. No soportaba tener tantos ojos alrededor de ella todo el tiempo, definitivamente no había nacido para lidiar con los paparazzis.

—Barton, ¿por qué tenías que irse a recuperar a la granja?

Estaba siendo egoísta, porque sabía que Clint necesitaba a su familia en ese momento, pero hubiera preferido que se quedara más tiempo en la base de los Vengadores. Se sentía una extraña en el lugar, evitando el contacto con sus compañeros pues parecía que se esforzaban demasiado por mantener una relación más allá de la profesional. Con el único que hablaba de vez en cuando era con Steve, ya que entendía lo que era estar tan solo y confundido.

—Más vale que no sea una maldita broma tuya, Stark—masculló entre dientes.

Por el rabillo del ojo vio algo en la puerta de su apartamento. Natasha no pudo evitar sonreír al inspeccionar aquello y ver la nota pegada. Conocía muy bien la letra del Capitán América.

La Guerra de las Galaxias fue una gran recomendación, Nat. No se parece en nada a los alienigenas que conocemos, pero es muy interesante. Ojalá puedas ver la siguiente película conmigo.

Pensó en mandarle un mensaje de texto, pero recordó que Steve le había dicho que odiaba esa nueva forma de comunicación. Abriendo la puerta, se quedó un rato en la sala de estar, buscando un papel y un boligrafo. Con un pequeño post-it en mano, garabateó una nota y se apresuró a dejarla en la puerta del soldado. Una vez que la dejó allí, tocó la puerta antes de esconderse rápidamente. Ni siquiera procesaba lo que estaba haciendo, pero se sentía como una adolescente divertidad y libre.

Steve, no hay nadie más en la base. ¿Vemos el episodio II de la Guerra de las Galaxias?

El soldado se encontraba sentado en el sofá, el televisor estaba apagado y él se encontraba en leer un libro que Bruce le había recomendado, pero no le parecía muy interesante, así que prestaba atencion a cualquier otra cosa, escuchando rápidamente cuando alguien se acercó a su habitación antes de salir corriendo.

—¿Nat?

No se imaginaba que fuera otra persona, después de todo casi no mantenía contacto con Tony y los otros tres Vengadores se habían ido una vez terminada la misión. Sin poder dejar de sonreír, caminó hacia el apartamento de la Viuda Negra, llamando a la puerta antes de que los nervios le robaran la iniciativa.

—¿Steve?—la espía no pudo evitar imitar su sonrisa al abrir la puerta—¿Qué te trae por aquí, soldado?

—Vi tu nota y me preguntaba si estás desocupada esta tarde...para que veamos la película.