El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.

Los Amantes

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, solo la trama y los personajes que no conozcan son parte de mi imaginación. 

—Sabía que no debía ir sola—dijo Steve con desesperación, mientras Nick Fury le explicaba los pormenores de la misión fallida de Natasha.

Los Vengadores habían vivido tiempos buenos y malos desde su conformación como equipo, ¡haciéndolos una especie de familia unida, aunque algo disfuncional. Ahora se encontraban en un tiempo de paz, después de una serie de sucesos que llevaron a Wanda Maximoff a la locura y a intentar eliminar a todos los mutantes. Durante ese par de años de calma lo más relevante que pasó en la vida de los super héroes fue el matrimonio de la Viuda Negra y el Capitán América. Se trató de un evento bastante pequeño, al que solo asistieron sus amigos más íntimos porque ninguno de los dos se sentía cómodo con la fama que venía con el trabajo que hacían. Natasha y Steve se dedicaron a disfrutar su amor en el silencio de su habitación y de la mansión donde vivían los Vengadores. La vida era bastante tranquila hasta que un rastro de la antigua KGB apareció y Natasha, teniendo tantos conflictos con su vida antes de ser rescatada por S.H.I..E.L.D., no iba a dejar que eso siguiera existiendo, así que después de informarle a su esposo y sus compañeros de lo que haría, se fue una noche nublada volando un Quinjet.

Pasaron varios días sin tener contacto con ella, pero estaban tan acostumbrados a no recibir noticias de los agentes cuando estaban en una misión que decidieron esperar a que se cumpliera una semana antes de irla a buscarla. Steve Rogers pasó esa semana como león enjaulado, desesperado por marcar el número de teléfono que lo comunicaría con la infame Viuda Negra. Finalmente llegó el día y no hubo respuesta.

—¡Carajo Natasha!— gritó al teléfono—¡Contesta el maldito teléfono!

A su lado, Bucky apretaba la mandíbula de preocupación. El Soldado del Invierno tenía una relación complicada y confusa con la Viuda Negra, pero todavía había mucho cariño entre ellos. Steve conocía la relación pasada entre su esposa y su mejor amigo, pero no le molestaba, Natasha le había reafirmado una y otra vez que lo amaba y que desde que lo conoció no había otro hombre en su vida. Junto a Bucky Barnes se encontraba Ojo de Halcón que tecleaba frenéticamente en la computadora principal.

—Natasha nos dejaría un mensaje de emergencia si estuviera en peligro.

—¿Y si no le dió tiempo?—Steve estaba cada vez más preocupado por lo que podía pasarle a Natasha.

—Si no le dió tiempo, necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir—dijo Bucky firmemente tomando el teléfono.

Así como Natasha había dejado muchos enemigos desde su deserción, tenía una gran cantidad de amigos y amantes en su pasado que estarían dispuestos a ayudarlos a llegar y Bucky Barnes iba a aprovechar eso para salvar a su compañera de batalla. Después de varios minutos hablando por teléfono le puso una mano en el hombro a Steve Rogers, que se mantenía sentado con las manos en la cabeza.

—La ayuda viene en camino, Stevie.

—¿Ayuda?

—Vamos a encontrar a Natasha, no somos sus únicos amigos.

—No te preocupes, Cap. Tendrás a tu esposa pronto—prometió Ojo de Halcón—Tengo a los agentes de S.H.I.E.L.D. trabajando en obtener la última ubicación del teléfono de Nat o su localizador.

—Gracias Clint.

Steve intentó llamar a Tony Stark pero fue inútil porque se había ido de vacaciones con Pepper Potts para celebrar el aumento de las acciones de Industrias Stark y pensaban convertirlo en una luna de miel así que estaban incomunicados de sus compañeros en una isla del caribe. Visión había decidido dedicarse a Wanda después del colapso mental que ella había sufrido por la perdida de sus gemelos, así que dejaron a los Vengadores para irse a vivir a un suburbio en Washington D.C. por lo que tampoco podrían contar con él. El Capitán América sentía que no podía hacer mucho sin sus compañeros, pero confiaba en que los amigos de Bucky y Natasha irían a buscarla y no descansarían hasta encontrarla. El soldado americano se quedó por dos horas viendo a la pantalla de la computadora que debía encender el localizador que tenía insertado la Viuda Negra en su paso por S.H.I.E.L.D. para situaciones como esta. Estaba a punto de golpear el ordenador cuando abrieron la puerta y entró Bucky.