When I look at You

360 42 40
                                    

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos.

Para Nathie, feliz cumpleaños sestra. Gracias por inspirarme siempre a escribir. 

La Viuda Negra saltó del techo, amarrada a un arnés y cayó espectacularmente frente a los hombres vestidos de negro que disparaban en todas direcciones.

—Esto va a ser más divertido de lo que esperaba—anunció, aunque sabía que sus compañeros no la escuchaban.

A veces podía ser un poco cansado estarse enfrentando siempre a la mismas personas; parecía que el robo de armas provenientes de Wakanda, industrias Stark o Asgard. ¿Por qué no podían conformarse con lo que tenían cerca? Creía firmemente en la habilidad de las personas para construir el mundo a su antojo, no para empeorarlo.

—¿Con qué te vas a divertir, arañita?—la voz de Tony resonó en los intercomunicadores—Ya sabes que no se juega con la comida.

Sonrió de lado, pero su rostro volvió a tensarse cuando Steve aterrizó a su lado, golpeando a uno de los hombres que amenazaba con dispararle.

—Gracias, Rogers—Le molestaba distraerse, era una señal de que estaba demasiado cómoda en su trabajo y no podía permitírselo. La última vez que se había comportado de esa manera, perdió a Yelena. Respiró profundamente, volviendo la vista al frente—¿Qué tenemos, Barton? ¿Hay visibilidad, Wilson?

Poco a poco, los nuevos Vengadores se introducían al trabajo usual de sus compañeros. Habían tenido algunos problemas en el camino, pero lograron enfrentarse a ellos para formar una unidad más eficaz que la anterior.

—No alcanzo a ver nada, parece que todo está lleno de humo—comentó Sam—¿Barton? ¿Entraste?

—Estoy en la ventilación, Visión, ¿ves lo mismo que yo?—cuestionó—¿Puedes hacer que todos lo vean?

Había algo en su voz que puso aún más en alerta a Natasha, sintiendo como cada uno de los músculos de su espalda se tensaban. Todo a su alrededor pasaba en cámara lenta, los hombres seguían atacando mientras Steve los golpeaba con su escudo, dejándolos inconscientes. Ella no iba a perder el tiempo con eso, decidió disparar a todo aquel que se le ponía enfrente.

—¡Tenemos que entrar, Rogers!—regañó, viendo al Capitán América intentando revisar si alguno de los hombres seguía vivo—¡No te distraigas! ¡No pierdas el tiempo en ellos!

Era un hotel abandonado, por lo que no fue dificil el acceso una vez que despejaron la entrada. Inclusó Natasha perdió la compostura al ver lo que había allí. En medio del hotel se encontraba un grupo de mujeres encadenadas y aterrorizadas, algunas de ellas no eran más que niñas. El Capitán América fue el primero en reaccionar para ayudarlas, al tiempo que Clint saltaba del techo en ese momento. Las prisioneras, al verlos, gritaron en pánico. Natasha corrió a ellas, haciendo una especie de barrera entre sus compañeros.

—¿Qué te pasa, Romanoff?—preguntó Tony.

—Si pasaron por lo que yo creo que pasaron, no tendrán confianza en ningún hombre.

—¡Nos engañaron! ¡Dijeron que nos conseguirían mejores empleos!—gritó una.

—¡Quiero a mi mami!—dijo otra de las prisioneras.

Los Vengadores palidecieron al darse cuenta que muchas eran niñas, no deberían tener más de quince años.

—¡Nosotras no tenemos las armas!—chilló una de ellas—¿Por qué nos hacen esto?

Había recibido un denuncia anónima que llegó entre las cartas de fanáticos de los Vengadores, diciendo que cambiarían mercancía valiosa por armas Stark.

El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora