Disclaimer: Ni los Vengadores, ni la canción, ni la película que menciono me pertenecen. Solo la historia y los personajes que no reconocen son parte de mi imaginación.
NOTA: ESTE SHOT ES PARTE DEL UNIVERSO DE MI HISTORIA LARGA DETRÁS DE LA VIUDA NEGRA. NO TIENE SPOILERS PERO SI LES GUSTARIA PASARSE POR ÉL, ESTÁ EN MI PERFIL
Can I go where you go? Can we always be this close forever and ever? And ah, take me out, and take me home (forever and ever) You're my... Oh, you're my... Darling, you're my Lover
La primera vez que entraron a la casa en Paris, Natasha Romanoff experimentó un sentimiento que nunca esperó. Se sentía en su hogar. Steve Rogers la miraba con timidez mientras la pelirroja examinaba la casa con el entrecejo fruncido y la mirada de determinación que la caracterizaba.
— ¿Te gusta la casa? Aún no he firmado los papeles, porque quería que lo hiciéramos los dos...
— ¡ES PRECIOSA! — al estar solos, la rusa no tenía que esconderse detrás de máscaras así que se lanzó a los brazos de Steve Rogers para cubrir su rostro de besos, disfrutando las cosquillas que esa barba tan hermosa le provocaba.
— Me alegra que te guste, mi cielo. Esta será nuestra casa ahora.
— Pero... ¿será peligroso? — las manos de Natasha fueron a su vientre inmediatamente, su embarazo de cinco meses ya era imposible de ocultar. La Viuda Negra quería que su bebé tuviera la vida más normal posible pero eso era casi imposible ahora que vivían como fugitivos gracias a las ordenes de busca y captura que el general Ross había puesto sobre ellos por no firmar, y en su caso desobedecer, los acuerdos de Sokovia.
— T'Challa ha movido algunos hilos, además... ¿crees que Boris realmente dejaría que vivieras tan lejos de ellos?
— Steve... — la voz de Natasha sonaba insegura aún.
— Nat, no les va a pasar nada ni a ti ni a nuestro bebé por vivir un tiempo en París. Necesitamos un poco de paz y los dos hablamos bastante bien francés, ¿de acuerdo? — Natasha no pudo resiste los ojos de cachorro que su soldado le ponía.
— ¿Con quién firmamos los papeles, cielo?
Como única respuesta, Steve Rogers la tomó en brazos y comenzó a hacerla girar mientras reía de felicidad. La tenía aún en el aire cuando ella acercó el rostro para capturar sus labios en un tierno beso. Nunca podría tener suficientes besos del Capitán América y mucho menos podría esconder la felicidad que le causaba el verlo sonreír tan libremente. En tantos años de conocerse no le había visto sonreír así hasta que estuvieron juntos. "El amor nos cambia para bien cuando sabemos aprovecharlo", pensó la Viuda Negra mientras acariciaba el cabello del soldado. Adoraba mirar sus facciones y recrear su rostro con sus dedos cuando lo acariciaba. Natasha Romanoff estaba enamorada y no tenía, por primera vez en su vida, miedo de gritarlo a los cuatro vientos. Lo que si tenía era un terror horrible por su futuro, pero sabía que tenía a Steve para enfrentarse a ello.
En cuanto firmaron los papeles de la casa, bajo los nombres falsos de Natalia y Stephen Grant, llevaron sus pocas pertenencias y se instalaron. La casa era bastante grande, de dos pisos y un ático, y se encontraba en los suburbios de París, a la pareja le gustaba la ubicación pues estaba lejos de la capital y les permitía tener privacidad, pero también suficientemente cerca por si necesitaban algo. Aún no sabían que iban a hacer con sus vidas, pues no era como si tuvieran trabajos definitivos a los que volver sin ser Vengadores. Realmente eran dos niños que al quedarse solos en el mundo, solo habían aprendido a pelear y a defenderse.
Steve quería volver a dedicarse al arte, pero no estaba seguro de si era lo correcto el matricularse en la escuela por el peligro que podría representar para su hijo y su esposa. Aún le parecía mágico decir que tenía una esposa y más aún que estaban esperando un bebé. Recordaba al Steve de 1940 que nunca había tenido la oportunidad ni siquiera de soñar con una familia por todo lo que tuvo que hacer para sobrevivir. Cuando la meta es sobrevivir para vivir otro día tener una familia o pensar en enamorarte es un lujo que no puedes darte. A pesar de que ahora no estaban en una situación muy diferente, porque vivían escondiéndose, él era un hombre sano y podía proteger a su familia de lo que viniera, y además tenía a Natasha a su lado y no podía pedir mejor compañera para la aventura que les esperaba.
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El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.
RomanceSerie de One shots de Steve Rogers y Natasha Romanoff (Romanogers) que están basados en canciones.