Disclaimer: Los Vengadores son de Marvel y de Disney, no me pertenecen. Solo la historia es producto de mi imaginación.
La Guerra Civil separó a los Vengadores, pero unió a la Viuda Negra y al Capitán América. La pareja de héroes se negaba a enfrentarse a sus sentimientos, al punto de llegar a buscar relaciones con otras personas para no aceptarlo. Bajo la idea de que eran simplemente "mejores amigos", Natasha Romanoff le había ayudado a Steve Rogers a entender mejor el mundo moderno y el trabajo en S.H.I.E.L.D., el cual disfrutaban porque estaban juntos, bromeando y haciéndose sentir bien el uno al otro.
Por todo eso, Steve se sintió totalmente traicionado cuando Natasha aceptó a firmar los acuerdos de Sokovia y se mantuvo firme al lado de Tony Stark, casi hasta el último momento. Steve Rogers vió a Natasha atacar a T'Challa por ella y se dió cuenta qué sería la única persona que cuidaría su espalda. Natasha Romanoff era capaz de arriesgar todo por Steve Rogers, aunque no creía que estuviera del todo correcto.
— Te estás exponiendo demasiado — le dijo Steve Rogers cuando la encontró por fin en un bar lleno de gente de todo tipo en Guadalajara, México.
— ¿Por ti? Nunca sería suficiente — Natasha sonrió, terminando su caballito de tequila y pidiendo que le sirvieran otro.
— Podrías dejar de tomar y hablar seriamente conmigo — a Steve Rogers le molestaba esa actitud de la Viuda Negra. Parecía una chiquilla en medio de un berrinche y el deseo irresistible de castigarla se apoderó de él, pero debía mantenerse serio. No era momento para sacar a relucir todos los pensamientos sexuales que le producía aquella pelirroja.
— Estoy hablando en serio, Steven — musitó la Viuda Negra. Realmente no había tomado suficiente alcohol para decir las cosas como pensaba, pero estaba cansada de no ser sincera. Desde la caída de S.H.I.E.L.D. no sabía las mentiras de quién decía, pero definitivamente no eran suyas — Haría todo por ti.
— ¿Por qué, Natasha? — presionó Steve.
— Porque te quiero — dijo la espía encogiéndose de hombros — Es natural, somos amigos.
— Amigos — gruñó Steve Rogers, sentándose junto a ella y bebiéndose el tequila de la pelirroja de un solo trago — ¿Seguimos siendo amigos?
— Siempre lo seremos.
— ¿Y si yo no quiero?
— Sé que estás enojado conmigo.
— No me refiero a eso — dijo Steve entre dientes, pero Natasha no lo entendió. A pesar de ser muy buena leyendo a la gente, no se le daba bien entender las declaraciones sinceras de sentimientos para ella.
Se pasaron gran parte de la noche bebiendo tequila y disfrutando la música del país, mientras se negaban a trazar un plan de contingencia, solo poniéndose al corriente de lo que estaban haciendo y lo que pasó con sus compañeros de batalla, después de que Steve los liberara del Raft. Natasha se sentía muy culpable de todo lo que había pasado, aunque el Capitán América no dejó de insistir en que Natasha no había hecho nada más que seguir sus instintos. A medida que el amanecer se acercaba, las caretas se caían y la pareja se mostraba cada vez más intima. La mano de Steve Rogers se posó en la pierna de Natasha, jugando con el doblez de su vestido, mientras Natasha dibujaba pequeños círculos tranquilizantes en su mano.
— ¿Vamos a un lugar más intimo, soldado?
— Pensé que nunca lo dirías — dijo el hombre y tomándola de la mano se apresuró a pagar la cuenta ante la mirada molesta de Natasha.
— Yo puedo pagarlo, ¿sabes?
Steve Rogers la calló con un beso.
Apenas llegaron a la casa de seguridad de Natasha cuando la ropa ya les estorbaba. Natasha desabrochaba la camisa de Steve Rogers cuando el hombre habló.
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El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.
RomanceSerie de One shots de Steve Rogers y Natasha Romanoff (Romanogers) que están basados en canciones.