POV'S THOMAS.
No sé qué le haya dicho Miranda a Lilith, pero al día siguiente se le veía un poco más animada.
Era 24 diciembre y por la noche todos iríamos a la gala navideña, esta noche sería importante y quería que todo saliera bien, luego de terminar el almuerzo le pedí a Azael que fuera a buscarme a los establos y así lo hizo.
-¿Me buscabas padre?
-¿Por qué estás así? ¿Qué te aflige?
-No es nada de importancia.
-Estuviste en medio de una tormenta de nieve sin un solo abrigo, ¿No es importante?
-¿Quién te lo dijo?
-Tus hermanos se preocupan por ti y yo también, así que dime ¿Qué pasó?
-¿Recuerdas a la amiga de Lilith que estuvo aquí cuando asesiné a aquel hombre?
-¿La rubia?
-Sí, ella.
-¿Habló?
-No.
-¿Entonces?
-Estoy enamorado de ella y quería hacerla mi novia.
-A veces las mujeres no saben lo que quieren.
-Fui yo quién arruinó las cosas, quise hacer una buena acción pero terminé lastimándola.
-Entonces no fue tan buena.
-No quería lastimarla, pero me acobarde al tenerla frente a mí.
-Una mujer puede ser nuestra debilidad o nuestra fortaleza ¿Qué te daba ella?
-Ella era mi fuerza.
-Azael, llevaban muy poco de conocerse, yo creo que...
-Tú te enamoraste de mamá... digo de May en cuanto la viste.
-May es diferente, a ella jamás pude ocultarle nada y tampoco tenía el valor de lastimarla.
-Eso es lo que yo siento con Luna.
-Entonces arréglalo.
-¿Pero y si ella ya no quiere ni verme?
-Entonces dale tiempo a ella y a la vida, si esa chica es para ti el destino se va a encargar de juntarlos nuevamente.
-Pero tú siempre dices que un Shelby no cree en el destino, que nosotros hacemos lo que queremos.
-Ahí tienes la respuesta, solo cuida que tu enamoramiento no se convierta en obsesión.
-Está bien.
-Todo irá bien hijo, no te desesperes.
-Gracias papá.
-Ahora anda a cambiarte, aunque usaremos el avión lo cierto es que quiero estar una hora antes del evento.
-Sí.
POV'S LILITH.
-Señorita.
-¿Sí Susie?
-Tiene una llamada, ¿Dónde la quiere recibir?
-¿No puedo tomarla aquí?
-Los teléfonos de la casa solo están en la sala, el despacho de su padre, la oficina de Adolf, la de Johny Dogs y en el salón de té.
-Oh, bueno, Larissa está peinándome ahora pero la tomaré en la sala.
-Por supuesto.
-¿Entonces la sigo peinando en un momento? –Me preguntó Larissa.
