POV'S MATTHEO.
Estaba terminando de prepararme para ir a una fiesta clandestina en la escuela, recién había terminado con una chica y tenía ganas de divertirme.
Mientras me acomodaba mi camisa a través del espejo veía a Azael, mi hermano últimamente se la pasaba estudiando, ya se parecía a Tom.
Caminé hasta sus cajones y saqué una camisa azul marino, perfecta para él, se la aventé y él me miro un poco molesto.
-Póntela y vámonos.
-¿Por qué?
-Mira quizá ya no llores ni te lamentes, pero estoy seguro de que sigues triste.
-Estoy bien, tú disfruta la fiesta.
-¿Te estás oyendo? Ya suenas igual queTom.
-Se llama madurar, Mattheo, no te vendría mal.
-Esas son pendejadas, mira quizá nuestro hermano te convenció con eso de tener la mente ocupada en el estudio pero yo creo que divertirse también te ayudaría.
-Paso.
No me iría sin él, así que me acerqué y a la fuerza lo levanté y lo paré frente al espejo.
-¿Sabes que veo ahí? –Le pregunté.
-¿Qué?
-Veo a un chico guapo, inteligente, divertido, carismático y a un lado estás tú.
-Jodete –Respondió mientras trataba de dar la vuelta.
-Lo siento, solo bromeaba.
-¿Cuál es tu punto Marcus?
-Solo mírate, eres alto, rubio oscuro, tienes ojos azules e independientemente de tu físico estoy seguro de que muchas chicas quisieran al menos una mirada tuya, dime ¿Hace cuánto no tienes sexo?
-Desde antes de terminar con Melanie.
-No me jodas, ¿A caso no te duelen los huevos?
-¿Es mucho tiempo?
-Yo no aguanto ni un mes.
-Porque tú eres un promiscuo.
-¿Jamás estuviste con la rubiecita?
-No, yo respetaba a Luna y al menos a mí jamás me dio indicios de querer tener sexo.
-¿Llevas mucho tiempo masturbándote cierto?
-Marcus.
-Solo digo que si ya te cansaste de tu mano vayamos a la fiesta, deja de lamentarte, ya desperdiciaste casi tres años de tu vida con Melanie y es obvio que la rubiecita está a gusto con su novio, si ella feliz ¿Qué te lo impide a ti?
-¿Crees que sea buena idea?
-También tienes derecho de hacer tu vida.
-¿Se me verá bien la camisa que me elegiste?
-Así se habla.
No negaré que estaba feliz por él, además pasar tiempo con mi hermano también era algo que quería así que al menos esa noche disfrute de un nuevo Azael, quizá el amor aún no le llegaba y bien dicen, mientras esperabas a la persona correcta besa a las incorrectas.
POV'S AZAEL.
Desperté con una chica pelinegra a mi lado, no sé ni cómo carajos pasó pero no negaré que era algo que ya necesitaba, Mattheo tenía razón, si Luna ya era feliz, yo también podía serlo.
Me levanté de aquel sillón en el que dormí y me puse mi ropa, la chica era linda pero no quería nada serio así que solo dejé una nota agradeciendo y salí de aquel salón.
Los días fueron pasando y con ellos las fiestas y los acostones, me sentía diferente, pero al menos ya no me sentía mal.
-No sé que rayos te pasó pero me alegra verte más feliz greñudo –Me decía Lilith mientras me pasaba una caja un tanto extraña.
-¿Qué es esto?
-Se llaman condones y a menos que quieras seguir los pasos de papá y dejar hijos regados por ahí te recomiendo que los uses.
-¿No te molesta mi estilo de vida?
-¿Por qué me molestaría? Eres libre de disfrutar tu sexualidad, solo cuídate y si te volverás un promiscuo como Mattheo hazte chequeos constantemente y se responsable.
-Se supone que le hermanos mayor soy yo.
-Pero también puedo cuidarte –Replicó mientras me daba un beso en la mejilla.
-Gracias hermana.
-De nada, pero es en serio, un mini Azael aún no es buena idea.
-Créeme eso hasta yo lo sé.
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