Entrometido.

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Nota: En este capitulo se tratan temas relacionados a trastornos alimenticios.

POV'S DRACO.

-Vamos al baño de segundos –Me susurraba aquella Ravenclaw mientras le besaba el cuello.

No dije nada y solo la tomé de la mano, caminamos hasta aquel baño aprovechado que la cuidadora de pasillo Myrtle se encontraba en su almuerzo.

Tomé a la chica entre mis brazos y ella enroscó sus piernas en mi cintura así que la senté sobre el lavabo, mientras volvía a besar su cuello algo brillante llamó mi atención, un broche un tanto particular estaba en uno de los lavabos de a lado.

En ese momento se escuchó una arcada y nos detuvimos.

-Qué asco, alguien está vomitando.

-Salgamos de aquí –Le ordené.

Ella bajó del lavabo y salimos de aquel baño.

-¿A dónde podemos ir? –Me preguntó ella.

-Vete a tu sala común.

-¿Qué?

-Ya se me quitaron las ganas.

-Pero...

-Que te vayas dije.

Ella resopló pero obedeció, la vi doblar la esquina y volví a caminar al baño, me acerqué al lavabo y tomé aquel broche en mis manos, era de Lilith, lo reconocí porque mientras estuve en su casa se lo vi varias veces.

De repente se escuchó un pequeño estruendo y corrí hasta aquel cubículo, lo abrí con cuidado y Lilith estaba tirada en el suelo ¿Qué mierda le había pasado?

Me arrodille y la tomé en mis brazos, se veía muy pálida, a su lado había una pequeña libreta, la tomé y mientras pasaba las hojas mi ceño se iba frunciendo, ¿Qué carajo era todo esto?, en aquella libreta solo había comidas con calorías, su peso diario, rutinas para antes y después de entrenar con las porristas, esto no estaba bien.

Guardé la pequeña libreta en mi túnica y la cargué, tenía que llevarla a enfermería.

-Ayuda, por favor –Pedí mientras entraba.

-Joven Malfoy, ¿Qué sucedió? –Me preguntaba Madame Pomfrey.

-No tengo idea, la encontré así en el baño.

Ella me pidió dejarla en una camilla y eso hice, me hice a un lado y ella comenzó a examinarla.

La estuvo revisando pero hubo un punto en el que sus manos se detuvieron en su abdomen, sin importarle que yo estuviera ahí abrió su blusa y yo me giré un poco, pero de reojo pude ver que Lilith llevaba varias vendas alrededor de su abdomen, subió su falda y las piernas las tenía igual.

¿Qué mierda estaba haciendo Grindelwald?

No sabía si Pomfrey terminaría desnudándola así que preferí salir a la sala de espera, volví a sacar aquella libreta y la detalle mejor, comencé a hacer cuentas y Lilith entrenaba siete horas al día, por la mañana y por la noche hacía dos horas de cardio más aparte sus tres horas de entrenamiento de porristas, además sus comidas se basaban en agua fría, té verde y galletas de arroz.

Sin querer algunos recuerdos llegaron a mi mente.

FLASHBACK'S.

-¿No piensas desayunar? –Le preguntaba Tom.

-No, amanecí un poco mal del estómago y no se me antoja nada –Respondió ella.

-Bien, pero ¿Ya tomaste algo?

La quinta Shelby.  Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora