El toca discos de mamá

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POV'S TOM.

Ya estaba lo suficientemente cansado y me levanté para ir a mi cuarto, en el camino note que cierto rubio andaba merodeando por ahí.

Cuando se fue recordé a Lilith y fui a su habitación.

-¿Qué quieres? –Preguntó cuando me abrió la puerta.

-¿Por qué no estás en pijama? –Pregunté mientras comenzaba a pensar lo peor.

-Porque estaba en el salón de música y hace como 10 minutos regresé –Con su respuesta el alma me volvió al cuerpo.

-Está bien, descansa mañana será largo el viaje.

-Gracias hermano, tú también descansa.

POV'S THOMAS.

-Bien hermanos, Polly, este día lo hemos estado esperando desde hace mucho tiempo, en unos pocos minutos saldremos y seremos reconocidos con el poder que merecemos, sin más que decir salud por los Shelby –Dije mientras alzaba mi copa.

Salimos del despacho y ya estaba todo el salón lleno de las 28 familias más importantes de Inglaterra, la cena y la convivencia habían sido muy amenas, cosa que agradecí profundamente.

-Señores, requiero de su atención –Dijo el ministro –Como saben para hacer válido este título, cada representante de las 28 familias debe de firmar así que les pido que lo hagan.

Vi como los hombres más importantes del país iban pasando uno por uno, me llenaba de satisfacción el hecho de ver los rostros que en el pasado dudaron de mí y yo realmente disfrute el momento final cuando me levanté e imponente me acerqué al documento, tome la pluma con tinta y escribí Shelby abarcando casi todo el espacio e incluso tapando muchas otras firmas.

Después de eso brindamos y la noche siguió su curso.

-Todo fue muy impresionante Thomas –Dijo Lucius mientras se acercaba.

-Así es la vida Lucius como una rueda de la fortuna puedes estar arriba y si te descuidas bajaras mientras ves subir a otros –Respondí mientras tomaba un poco de Whisky.

-Verás Thomas me gustaría volver a hablar sobre los fondos para la expansión del hipódromo.

Sabía perfectamente a donde quería llegar este hombre pero debía saber que no puede burlarse de mí y después querer hacer tratos como si nada hubiera pasado.

-Me temo que la oferta se retiró en cuanto saliste del despacho aquel día –Pude ver la cara de Lucius y eso solo me hizo más feliz –Que disfrutes tu estadía Malfoy –Fue lo último que dije y me retire.

Por la mañana desayune junto a los Malfoy, los Nott, los Lestrange y los Black dado que fueron las familias que habían decidido quedarse, fue un desayuno muy frívolo pero me permitió saber que los Nott tenían un hijo varón, por parte de los Malfoy solo había un descendiente que a juzgar por su aspecto y los tratos de su madre podía deducir que era un chico mimado y junto a los Malfoy estaba el joven Lestrange, tenía entendido que era de la edad de Tom y que sus padrinos eran los Malfoy.

Terminando el desayuno todos nos levantamos y fueron a preparar sus cosas ya que los chicos regresaban hoy a Hogwarts, yo me fui al salón de música y me pare frente al retrato de May, era el único que había logrado conservar.

-Supongo que hoy es un día importante ¿No? –Debía estar muy loco para esperar que el cuadro me contestara pero yo seguí hablando –Lilith por fin saldrá al mundo real, me aterra dejarla salir pero yo confió en que sus hermanos la cuidarán pero no niego que extrañaré que esté aquí, ella es la única en quien puedo ver tu hermosa sonrisa en todo su esplendor.

Mi niña que ya no era tan niña apenas saldría a disfrutar, me senté en uno de los sillones y me quede viendo a la pared mientras me hundía en mis pensamientos.

POV'S LILITH.

Termine de hacer mis maletas, me puse una falda a la cintura con pliegues color café, una blusa de manga larga color blanco, unas calcetas semi largas y unos zapatos del mismo color de mi falda, mi cabello lo cepille de manera en que le diera volumen a mis hondas y por último una diadema de cuadros cafés y negros.

-Hermana ¿Ya no olvidas nada? –Preguntó Azael mientras entraba a mi cuarto.

-Creo que no.

-Bien, por cierto Regulus se irá con alguien más.

-¿Vino y no me avisó?

-Estuvo todo el tiempo con sus abuelos.

-Está bien.

-Iré bajando tus maletas ¿ok?

-Si, yo bajo en un rato.

-Date prisa hermana –Me dio una sonrisa y salió junto con mis cosas.

Me puse un poco de labial, perfume y salí de mi habitación, mientras iba caminando por el pasillo recordé que había olvidado algo y en vez de girar hacia las escaleras lo que hice fue seguir derecho hasta el salón de música donde sorpresivamente encontré a papá perdido viendo hacia la pared.

Me aclare la garganta y el volteo a verme.

-Hija te vez hermosa.

-Gracias papá –Me acerqué y me senté con él.

-¿Cómo te sientes?

-Un poco nerviosa a decir verdad –Dije entre risas.

-Hija sé que esto podrá ser difícil para ti –Me acomodó el cabello detrás de la oreja –Pero espero que cuando tengas algún problema o preocupación me lo digas; cuando te dije que te daría todo lo que no tuve no me refería solo a lo material, también quiero darte la atención y comprensión que necesites, yo siempre te voy a escuchar ¿Entendido?

-Sí papá.

-Por cierto, tengo algo para ti.

-¿A si?

Él se levantó y caminó hasta donde estaba una pequeña maleta azul, la tomó y después volvió a sentarse a mi lado –Era de tu madre, lo llevaba a todas partes –Abrió la pequeña maleta y era un toca discos –En la parte de abajo puedes guardar los discos que quieras y también funciona como radio.

-¿Por qué me lo das?

-Sé que te gusta la música y aunque aún no me acostumbro del todo creo que es bueno que al menos lo tengas en la escuela.

-Gracias papá.

-De nada hija, voy a terminar unas cosas y nos vemos en un rato, ¿Ya desayunaste?

-Sí, Larissa me llevo fruta y huevos revueltos.

-Está bien.

Ambos salimos de salón de música y yo me sentía muy feliz de tener algo más de mí mamá, en la parte de abajo tenía algunos discos así que ahí los dejé.

Mientras caminaba para la sala pasé por dónde estaba el salón de baile y se me ocurrió una idea así que baje a él, abrí el tocadiscos y lo puse sobre una mesa lo encendí y me deje llevar por la primera canción que sonó.

Me sentía tan viva mientras bailaba y cantaba, además tenía un espacio grande para hacer lo que quisiera, cerré los ojos y era como si todo lo malo que había pasado hubiera desaparecido durante el tiempo que duró la canción.

Abrí los ojos y mi mirada se encontró con él...


La quinta Shelby.  Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora