Francia.

896 104 18
                                    

POV'S LILITH.

Los siguientes días más que de descanso fueron de aprendizaje, mi abuelo me enseñó sobre las empresas y su administración, mientras los mellizos y Goldstein mejor conocidos como los ángeles mortales en la alianza, me enseñaban más sobre la creación de armas y tuvieron la libertad de enseñarme esgrima, según ellos no hay nada mejor que pelear a la antigua.

-¿Alguna vez has asesinado gente? –Me preguntó Antonia mientras la dejaba peinar mi cabello.

-No, pero he presenciado muchos asesinatos.

-No es lo mismo.

-Lo sé.

-Tu abuelo tiene un libro interesante sobre espiritualidad, una vez lo leí y según los antiguos espiritistas creían que al asesinar tu alma se dividía e incluso podías guardar una parte de tu alma en un...

-Horrocrux –La interrumpí.

-¿Ya lo leíste?

-No, pero llegué a escuchar algo así, ¿Eso es verdad?

-No tengo idea, dicen que se considera "magia oscura", cuando lo leí tú abuelo me dijo que eso era lo más estúpido del mundo.

-¿El qué? ¿Creer en eso?

-No, el hacerlo, porque según él, temerle a la muerte solo te hace desperdiciar tu vida.

-¿Por qué?

-El que vive con miedo jamás vivirá libre, además no puedes esconderte de la muerte, tarde o temprano ella te encontrará.

-Tienes razón.

-Si vamos a morir hay que hacerlo de la mejor forma posible, cuando a mamá se le da lo religioso dice que hemos de pedirle a Dios una muerte rápida y sin dolor.

-¿Tu pides por ese tipo de muerte?

-¿Por qué no? Nadie quiere agonizar demasiado.

-Eres muy sabia Antonia.

-No, solo me gusta filosofar a veces –Terminó de trenzar mi cabello y juntas caminamos hasta mi cama -¿Lista para tu viaje de mañana?

-No, siento que el tiempo que pasé aquí no fue suficiente.

-Yo también te voy a extrañar, fue lindo conocerte.

-Pero seguiremos en contacto.

-Por supuesto, además algún día serás mi jefa.

-¿Y vas a obedecerme?

-Solo si me das un beso cada que haga bien las cosas.

-Me parece un trato justo.

-Entonces estaré a tus pies –Ambas reímos.

-Siento que el tiempo pasó muy rápido.

-Pero te divertirás en Francia.

-¿Eso crees?

-La verdad no, allá será un ambiente completamente distinto, aquí te enseñamos a matar y allá te van a regañar si no sabes que tenedor usar.

-Entonces deséame suerte.

-Tú solo llámame y mataré a quién se atreva a decirte algo.

Por la mañana mi abuelo estaba dando unas últimas indicaciones mientras que yo estaba con Vinda en el auto esperándolo.

-¿Nerviosa Lilith?

-Un poco, sí.

-Todo estará bien, iremos a mi casa en parís.

La quinta Shelby.  Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora