Día De Ecuador.

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Dedicado a Eri_velasquez 

POV'S LILITH.

-Bueno chula, ya se nos terminó la pintura –Decía Manolo mientras se limpiaba las manos con un trapo.

-Creo que ya es suficiente, ¿Tu qué dices?

-Que el rojo deja de ser mi color favorito, mucho rojo durante varios días.

-Pero quedaron increíbles.

-Espero que los estiraditos se animen a usarlas.

-Ya verás que sí.

-Por cierto chula... ¿Qué harás este fin de semana? Es que me gustaría que saliéramos.

-Lo siento pero ya tengo planes, Regulus me llevara a un baile.

-¿Un baile? ¿En serio?

-¿Qué tiene de malo?

-Es que es irreal, antes con trabajo y tenías para frijoles y ahora te las das de muy alzada en un baile.

La molestia en mí se hizo presente, al parecer Manolo no había cambiado mucho, él era de los que cuando algo no se hacía como quería se encargaba de hacer quedar mal a la otra persona.

-No te permito que me hables así.

-¿Por qué? ¿Por qué ahora tienes dinero?

-Tú y yo no somos iguales Manolo.

-No puedes negar que has cambiado, ahora te crees mucho, pero recuerda que en el rancho llorabas solo porque Juventino te regañaba.

Sin pensarlo mucho le di una cachetada y esos ojos carismáticos rápidamente se tiñeron de furia.

-QUE TE...

­-A mi hermana no le alzas la voz –Se acercó Mattheo con postura amenazante -¿Te hizo algo? –Me preguntó cuándo se posó a mi lado.

-No, solo vámonos –Le pedí.

-Sigues escondiéndote detrás de un hombre para protegerte.

-No sé qué mierda le dijiste pero por tu tono estoy seguro de que no fue agradable –Masculló Mattheo y lo tomó de su camisa.

-No te tengo miedo –Le respondió Manolo –Te la das de muy chingón en el club de boxeo pero tú no sabes nada de pelear bien.

Mattheo soltó una carcajada y yo solo podía pensar en que mi ex estaba a un paso del panteón.

-Mira rancherito, si soy el mejor del club de boxeo es porque se pelear de todas las formas, no tengo que demostrarte nada pero con gusto te reviento la cara con mis nudillos para ver si así se borra tu sonrisita arrogante.

-Mattheo basta –Lo detuve.

-¿Por qué lo defiendes?

-Te estoy evitando un castigo o una suspensión, además se me acaba de ocurrir algo –Comenté mientras sonreía maliciosamente –Para el día de ecuador aún nos falta un pequeño entretenimiento, ¿Por qué no pelean el viernes? –Propuse –Quién gane logrará humillar al otro frente a todos –Los tenté.

Manolo era muy orgulloso y Mattheo jamás le decía que no a una buena pelea, por ello ambos aceptaron y durante los siguientes días se les veía a ambos entrenar.

Mi hermano tenía práctica, era obvio que él ganaría, sin embargo, no me gustaba subestimar a Manolo ya que también había ganado varias peleas en mexico, creo que esto sería un 55 / 45.

La quinta Shelby.  Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora