Medusa.

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POV'S LILITH.

Al día siguiente las cosas estuvieron relativamente tranquilas, yo decidí pasar el día encerrada en mi habitación leyendo un poco hasta que Larissa entró a mi habitación.

-Señorita, su tía Ada la busca abajo.

-Gracias, en seguida voy.

Ella asintió y salió, me levanté, me puse unas balerinas y bajé al encuentro de mi tía.

Ada estaba de espaldas a la escalera, me aclaré la garganta y se giró.

-Lilith.

-Hola, ¿Sucede algo?

-Es Polly.

-¿Está bien?

-Me llamó y no se escuchaba nada bien, ya hablé con tu papá y accedió a dejarte acompañarme si así lo decides.

Ni siquiera lo pensé mucho y acepté inmediatamente.

Salimos de mi casa y su chofer ya nos estaba esperando, ambas subimos a su auto y este se puso en marcha.

Por la velocidad que llevábamos no tardamos mucho en llegar a Birmingham, nos adentramos al barrio de Polly, el auto se detuvo frente a su puerta de entrada y bajamos.

Ada sacó un juego de llaves y abrió la casa, su empleada nos recibió.

-Buenas tardes señora Thorne y señorita Grindelwald, la señora Gold no está nada bien, estaba un poco alterada pero le preparé un baño relajante –Nos informó y asentimos.

Subimos las escaleras, llegamos a su habitación y luego entramos a su baño.

-¿Dónde estabas? –Preguntó Ada cuando entramos.

-Fui por ahí por un vaso de ron o tal vez dos –Respondió Polly borracha.

-¿Fue un vaso o dos?

-Tres.

-Creo que más bien fueron cinco vasos –Comenté al ver la botella vacía.

-Creo que seis –Siguió Polly.

-¿Dónde está Aberama? -Pregunté.

-Salió por negocios con Bonnie.

-Ya hablé con James –Dijo Ada de la nada, ¿Quién era James? -Él hablo con el abogado y tomará el caso de Arthur gratis.

-¿Polly? –Pregunté al verla muy ida.

-También liberaremos a Oliver, lo prometo –Siguió Ada.

-No hace falta, lo liberarán en la mañana –Ada y yo nos sorprendimos ante eso.

Sentí una presión muy grande en mi pecho sabía que algo no andaba bien, miré e inspeccioné a Polly, tenía marcas por todo su cuerpo, fue cuando entre en razón y comencé a llorar.

-Tus raíces gitanas son fuerte, a ti no te puedo ocultar nada ¿verdad? –Me dijo Polly mientras la voz se le cortaba –Ven aquí querida –Me acerqué y sin importarme que ella me mojara la abracé.

-Lo siento tanto Polly.

-Fue un sacrificio que estuve dispuesta a pagar por mi nieto.

-Polly –Ada cayó en cuenta de la situación y también se le salieron las lágrimas.

-Escúchame bien Lilith –Polly me tomó de la cara –Lo que me paso no está bien, tú jamás dejes que toquen tu cuerpo o te hagan algo que no quieras, no cometas el mismo error que yo, mi desesperación me orillo a algo que ahora siempre me perseguirá.

La quinta Shelby.  Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora