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Narrador Omnisciente.

Después de lo ocurrido aquel día Juliana no ha podido conciliar el sueño,  tampoco se ha estado alimentando bien, no ha estado asistiendo a clases, tenia una semana así.
No tenía fuerzas para salir de su cama había caído en una leve depresión, en el fondo se odiaba por sentirse así, quería salir adelante pero simplemente no podía.
Ahora mismo se encontraba acostada en la cama viendo a un punto fijo de su habitación mientras acariciaba su aún vientre plano pero sabía que dentro de muy poco comenzaría a crecer y dejaría de ser plano, eso la ponía feliz porque a pesar de todo ella si quería a su bebe, por el, es que debía salir adelante así que tomó las fuerzas necesarias y se levantó de la cama para darse un baño pero en ese momento sintió un fuerte dolor en su vientre como si algo por dentro se hubiera estrujado entonces comenzó a sentir húmeda su ropa interior, se asusto al ver que estaba sangrando.

- ¡Mamá!.- grito con dolor.

La puerta de su habitación rápidamente fue abierta y su madre se asusto al verla.  Juliana tuvo un desmayo y ya no supo más.


Narra Juliana.

Abrí mis ojos y lo primero que vi fue a mi madre sollozando, luego me di cuenta que estaba en el hospital entonces recordé lo que había sucedido.

- Mamá, ¿que paso?.- pregunte.

- Cariño, ¿como te sientes?.- pregunto preocupada.- Que bueno que ya despertaste, le hablaré al médico.

- Espera.- la detuve de la mano.- ¿Que sucedió, por que estabas llorando?.-

Entonces mi mamá se acerco a mi y tomó mis manos fuertemente.

- Tuviste un pre aborto.

Esas palabras rompieron aún más mi corazón.

El bebé de Joel y mío ya no estaba.

- No puede ser, ¿como es posible?.- dije sollozando. 

- El médico explicó que fue por la falta de hierro en la sangre, recuerda que el medico dijo que era un embarazo riesgoso.-

- Todo es mi maldita culpa.- dije con coraje hacia mi.

- No digas eso cariño.

- Claro que si, fue mi culpa porque estos días no estuve cuidando mi alimentación.

- En ese caso es mi culpa por no cuidar bien de ti.- nuevamente mi madre lloro.

- Es mi culpa mamá.- llore desconsoladamente entonces mi madre me abrazo con fuerza.


(...)

Me encontraba sentada en una silla viendo hacia el balcón de mi habitación mientras lágrimas salían de mi ojos, baje mis manos a mi vientre, ahora estaba vacío, ya nada crecería ahí dentro.

- Porque estuviste conmigo tan poco tiempo.- murmure.- Yo quería sentirte crecer, y conocerte.

- Hija...- mi madre se acerco.- Te traje este té para que lo bebas y puedas dormir tranquilamente.

- Gracias.- dije bajo.

- Si me necesitas estaré en mi habitación.- mencionó mi madre acercándose a la puerta para salir.

- Mamá...

- ¿Sí?.- regreso hacia mi.

- He tomado la decisión de irme a estudiar a España.

No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora