No me importas. | Joel Pimentel.

16.

- Lo.... lo siento.- dije incomoda y nerviosa ante su mirada.

- Olvidé mencionar que no está en mis políticas que mis empleados hablen entre sí asuntos que no son relacionados al trabajó.- dijo serio.

- No lo sabía... pero tampoco me gusta dejar a las personas sin respuesta.- suspire.

- No creó que a tu novio Zabdiel le agrade la idea de que salgas con uno de mis contadores.-

Y otra vez volvía a lo mismo ¿cuantas veces tenía que decir que Zabdiel es sólo mi amigo? ¿acaso no queda claro? además... ¿por qué siempre tenía que decírmelo?

- ¿A Zabdiel o a usted?.- pensé en voz alta, rayos.

Su cara aún tenía facción de enojado y de sorprendido ante mi respuesta.

- A mí no me importa lo que haga o deje de hacer una persona.-

En pocas palabras me dijo "No me importas"

Lo miré por unos segundos y bajé la mirada.

- Quería agradecerle por la comida que me envió estába muy deliciosa, me gustaría pagarle.- me acerqué a mi mochila que estaba en el suelo para sacar dinero.

- De ninguna manera.- su cara de enojado se fue.- Es lo menos por tu ayuda del dia de hoy.- me entregó un sobre blanco, lo tomé.- El pago en efectivo está dentro.-

- Pero... ésto es mucho dinero.- dije sorprendída al ver muchos billetes.

El solo me miraba.

- Lo que hize no es para está cantidad.- volví a hablar.

- El pago es al triple porqué trabajaste sin un contrató, es mi ley.- salió de la oficina como huyendo de que siguiera insistiendo sobre que era mucho dinero.

Suspire resignada, guardé el sobre con el dinero en mi mochila.

Mire el reloj eran las cinco y media de la tardé sólo me faltaba enviar las pólizas por correo y mi trabajó estaría finalizado, revise unos últimos documentos que no me convencian al principio pero terminaron por hacerlo, ya eran las seis y pico de la tarde. Mi teléfono comenzó a sonar.

- Hola madre- dije al otro lado de la linea.

- Juliana ¿dónde estás?.- preguntó preocupada.

- Eh...- dije nerviosa, ¿que no se supone que mi madre llega a casa a las ocho? no podía decirle donde estaba.- Estoy con Richard.- fue lo primero que se me ocurrió.

- ¿Estás bien? Me preocupe al no encontrarte en casa.-

- Sí muy bien, tú tranquila... ahorita llegó.-

- De acuerdo hija, cuidate.- y la llamada finalizó.

Tomé mi mochila y los documentos , toqué la puerta de la oficina de Joel aún me cuesta llamarle así.

- Adelante.- escuché su voz y entré.

- Aquí están los documentos revisados y ordenados tal y como lo pidió... Y lo demás se envió a su correo.- sonreí.

- Excelente.- tomó los documentos.

Esperaba un "gracias" pero no lo obtuve y no me parecía raro, conociendo como es, no me extraña.

- Profesor... digo Joel.- miré como se sonrió ante mi torpeza, tenía una sonrisa hermosa.- Dando como finalizado lo que me pidió... me retiró.- sonreí nerviosa.