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Narra Juliana.

Estaba acostada en mi cama mientras abrazaba el oso de peluche que Joel me había regalado, intentaba dormir pero simplemente no podía ya que en mi mente estaba él y su manera repentina del cambio de humor que tuvo en la tarde y como si me hubiera leído la mente mi teléfono vibró recibiendo un mensaje de el, donde solo decía "estoy afuera de tu casa" rápidamente me levanté y me asomé por la ventana y efectivamente ahí estaba, salí de mi habitación, bajé y salí tratando de no hacer mucho ruido para que mi madre no se diera cuenta.
Mire que en su mano traía una botella de tequila y bebió de ella como si de una botella de agua se tratará, camine rápido hacia el.

- ¿Que pasa, amor?.- dije preocupada.

- Pasa que todo es una maldita mierda.- me miro.

- ¿Por qué dices eso?.- le quite la botella de la mano.

- Dame eso.- trato de quitarme la botella, estaba demasiado ebrio, realmente me sorprendía pues nunca lo había visto de esa manera.

- No te daré nada, no se supone que tenías trabajo que hacer?.- recordé sus palabras antes de irse en la tarde.

- No preguntes, no vine para que me cuestiones.- menciono molesto y me quito la botella.

- Sólo quiero ayudarte.- suspire.

- Pues no ayudas nada, vine aquí por ti, vamos a mi casa a pasarla bien.- me acerco a el y beso mi cuello.

Era un excelente ofrecimiento, hubiera aceptado encantada pero estaba bastante ebrio.

- Ya es muy tarde, además mi madre puede darse cuenta que no estoy.- dije preocupada.

- Eso quiere decir que no quieres estar conmigo?.- se alejó.- Me largo.- entonces rodeo el auto para subir.

De ninguna manera podía permitir que se fuera en ese estado.

- Yo te llevaré a casa.- lo tomé del brazo y lo ayudé a subir al asiento del copiloto.

Me subí al auto y coloqué el cinturón de seguridad con algo de nervios lo encendí, sabía conducir un poco ya que mi mamá me había enseñado en su auto hace tiempo pero no lo volví hacer.
Coloque el pie en el acelerador y solo trate de contener mis nervios.

- Que hermosa y excitante te ves conduciendo.- mencionó Joel con la mirada puesta en mí.

No respondí nada, solo me sonroje al instante.

Finalmente llegamos a la casa y entramos.
Joel camino al pequeño bar que había y tomó otras botellas.

- Vamos a brindar por los dos.- menciono.

- De ninguna manera, ya no vas a seguir bebiendo.- dije quitandoselas y regresando todo a su lugar.

- Quiero hacerte el amor de nuevo en ese sofá.- me abrazo por detrás y pude sentir su miembro en mi trasero.

- Vamos a tu habitación.- mencione y subimos, al llegar rápido atrapo mi boca comenzó a besarme de una manera apasionante, era inevitable alejarme pero tenía que hacerlo.- Amor, tienes que dormir - entonces lo ayudé a acostarse y quite sus zapatos, lo cubrí con las mantas.

- No te vayas.- mencionó tratando de levantarse de nuevo.

- Tranquilo, pediré un taxi.- acaricie su rostro.

- No permitiré que te vayas sola, quédate aquí, te lo ordeno.- me miro con súplica.

Realmente todo mi ser anhelaba quedarse así que eso hice.

- De acuerdo.- deposite un beso en sus labios y me acosté a su lado apagué la lámpara y sentí sus brazos rodear mi cintura.

- Me importa una mierda lo que digan, tú eres la mujer que amo y eso no cambiará por nada.- susurro en mi oído y después bajo un poco mi blusa para dar un beso en mi hombro.

Sonreí ante eso pero me quedé analizando las primeras palabras "Me importa una mierda lo que digan" entonces me giré y quedé frente a él.

- ¿A que te refieres con lo primero?.- susurre.

Como respuesta solo obtuve una respiración profunda de su parte, señal de que se había quedado dormido.

A la mañana siguiente, desperté y recordé que no estaba en mi casa, me giré y estaba sola en la cama.
La puerta del baño se abrió dejando ver a Joel con una toalla enredada en su cintura, caían pequeñas gotas de agua de sus rulitos.

- Buenos días.- dije con una sonrisa.

- Pensé que seguías dormida.- menciono sorprendido.- ¿Que mierda hize anoche?.-

- Fuiste a mi casa con una botella de tequila estabas muy ebrio y te traje de vuelta acá, me pediste que me quedara.- dije y el escuchaba atento.

- No lo puedo creer.- nego con la cabeza.- ¿Iras a la universidad?

- No lo creó.- mire el reloj.- Además el profesor Pimentel no creó que vaya.- dije y rio levemente.

- Me tomaré el día.- suspiro frotando las manos en su rostro.

- Podemos pasar el día juntos.- dije con una sonrisa.

- Tengo trabajo en la empresa.- dijo serio, entonces baje la mirada, lo noto.- Puedes venir conmigo.- me miro.

- ¿Lo dices en serio?.- sonreí y asintió.- Perfecto, iré a bañarme rápido.- me levanté y entré al baño.


Al salir me di cuenta que estaba sola en la habitación, así que bajé y en la mesa estaba el desayuno, era fruta picada y a lado una ensalada.

- Espero que te guste el desayuno, recuerda que tienes que comer saludable.- mencionó abrazándome por detrás.

- Sólo porqué tu lo hiciste, me lo comeré encantada.- dije y me dio un beso en la frente.







Este capítulo quedó un poco corto pero tenía que subir algo hoy, ya que ayer mediante Instagram dije que lo subiría, de igual manera la continuación la subo en éstos días, trataré de actualizar más seguido.

Espero que les haya gustado jsjs el otro si tendrá un poco de drama ahre.

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No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora