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Asimismo, Juliana aprovecho para ir a despedirse de algunos profesores y profesoras a las cuales les había tomado cariño en todo este tiempo, también de algunos compañeros como Yoandri y Paulette y otros más que durante todo este tiempo fueron buenos con ella, realmente eran pocos.

Por la tarde cito en una cafetería a sus únicos amigos; Richard y Zabdiel.
Sin más les dio la noticia provocando en ambos un rostro de tristeza lleno de lágrimas quienes al principio le rogaron porque desistiera pero al final terminaron por aceptar su decisión por más dolorosa que esta fuera.
Sabían que a pesar del dolor que ellos sintieran era lo mejor para Juliana y ellos solo querían su bienestar.


- De verdad les agradezco tanto su amistad y su amor incondicional hacia mi, sin duda son los mejores amigos que he tenido en mi vida. Siempre estarán en mi corazón.

- Tú en el nuestro...- Zabdiel limpio sus lágrimas.

- Te vamos a extrañar.- mencionó Richard con la voz quebrada.

- Yo a ustedes.- los tomo de la mano.- Pero, hey!.- limpio sus lágrimas.- No nos pongamos tristes que esto no es una despedida, estaremos en contacto 24/7, cada que podamos haremos video llamada.

- Por supuesto, cada que tengamos oportunidad iremos a visitarte.- mencionó Richard con una sonrisa.

- No creas que te libraras de nosotros.- dijo Zabdiel también con una sonrisa y limpiando sus lágrimas. 

- Ni ustedes de mi. Amigos hasta el final es una promesa.

Promesas son promesas.


Entonces aquellos tres jóvenes se quedaron en esa cafetería hasta noche conversando de todo, desde como fue que se conocieron hasta de los planes que tendrían más adelante, se prometieron que siempre seguirían en contacto y que esa amistad no se vería afectada por la distancia que apartir de mañana los iba a separar.

Finalmente Juliana llegó a casa, entró a su habitación y miró el reloj que colgaba en la pared, eran las once de la noche.
Tenía bastante sueño pero tenía que hacer dos cosas muy importantes.

De abajo de su cama sacó una maleta y comenzó a empacar. - si que iba a ser una tarea difícil para ella tener que escoger que cosas llevar y cuales cosas dejar - Eso le llevo como tres horas, cuando finalmente sintio que ya había terminado, intento cerrar la maleta pero esta simplemente no cerró así que nuevamente tuvo que sacar algunas cosas.

- Cierra por favor, cierra.- dijo antes de correr el cierre de la maleta por segunda vez y así fue. Finalmente la maleta cerró y en su rostro se dibujo una sonrisa de satisfacción.

Vio el reloj, ahora eran las tres de la mañana.

Era momento de hacer la segunda cosa importante, dio un fuerte suspiro.
Se acerco a su escritorio y se sentó en el. Tomo una hoja y con un bolígrafo de tinta color rosa iba a comenzar a escribir pero se arrepintió.

- Este color de tinta refleja lo inmadura que soy, eso pensaras.- dijo con una sonrisa amarga.


Así que tomó un bolígrafo de tinta color negro y comenzó a escribir en aquella hoja.






(...)


Juliana se encontraba viendo por última vez su habitación, en sus manos tenía un peluche pequeño; lo acaricio y después lo dejó en su cama nuevamente. Su mirada se dirigió a aquel peluche grandisimo que Joel le regalo cuando recién comenzaban a salir, este se encontraba en una esquina del cuarto se acerco a él y se puso de rodillas para poder abrazarlo de alguna manera imagino que a quien estaba abrazando era a él 

No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora