14.

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Fui a mi casillero a sacar unos libros que iba a necesitar en mi clase de metodología, escuché una voz, se me hizo conocida; giré y mire a Zabdiel quién hablaba con Frida.


- Sólo necesitó una explicación del porqué me dejaste.- esté decía triste.


- No tengo porque darte explicaciones.- ella respondió.

- Una rosa todos los días nunca te faltó, mucho menos mi amor.- dijo Zabdiel triste.


- Éso no es suficiente para mí, no tienes dinero.-


- Dime una cosa... ¿hay alguien más?.-


- Sí, hay alguien más y es un hombre bastante mejor que tú en todos los sentidos,
puede darme mis lujos de reina.-



Sólo miraba la escena desde los casilleros y comenze a caminar hacia ellos en pasos sumamente lentos. Entonces pensé que ella hablaba del profesor Pimentel, era obvio.


- Quién... ¿Alan? ¿Yoandri? ¿Alonso? Son los que tienen más dinero de aquí.-


- No es ningúno de ellos, además no tengo porque decirte.-


- Estoy seguro que ése chico con él que sales no te ama como lo hago yo.- los ojos de Zabdiel comenzaron a llenarse de lágrimas.


Por supuesto que no, el sólo quiere sexo, pensé.



- Zabdiel es una lástima serías el chico perfecto para mí... pero no tienes nada, sólo eres poca cosa, un repartidor de pizzas.- Frida le avento la rosa que el le había regalado humillandolo, no pude soportar ver éso, así que salí a su defensa.


- Oye tú.- llamé la atención de está.- No voy a permitir que le hables de ésa manera a mi amigo.-


- ¿Tú qué te metes?.- me miró mal.


- Quién te crees que eres para hacer sentir mal a las personas por su condición económica.- hable fuerte lo que hizo que todas las miradas se fijarán en nosotras y una bola de personas nos rodearon  asombrados.


- Claro tu eres la que está en esta universidad por una beca.- se burló.- Sí chicos así como lo ven, está tipa no tiene el suficiente dinero como nosotros para pagar la universidad.- Entonces miré como todos comenzaron a burlarse.


- Sí así es y no me avergüenzo de ello, al contrario me siento orgullosa de mi misma.- dije mirando alrededor.


Frida se seguía burlando.


- El que tengas dinero o más bien que tus padres lo tengan no te da más valor que al resto.- dije molesta, sentía que la cara me ardía de corage.


- Juliana tranquila....- me susurró Zabdiel.


- Ustedes harían una muy bonita pareja, los dos son unos muertos de hambre.- nos señaló.



Sentí como el corage y la impotencia me recorrió todo el cuerpo, levanté mi mano y la restrague en su mejilla, que podía jurar que se le quedó marcada.

Todos comenzaron a hacer relajo y a burlarse.


- Señorita Montgomery a la dirección ahora mismo.- dijo una encargada de la disciplina de la institución.


- Pero....- susurre.


- Ahora mismo.- dijo firmé.



Mire como Richard se acercó con Zabdiel asombrado preguntando por lo que había ocurrido. Ya no supe más, porqué comenze a caminar, miré como Frida se burló, y algunos profesores venían con dirección aca, Velez y Pimentel me miraron asombrados, yo solo bajé la mirada y seguí caminando.


No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora