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Narra Juliana.

Senti como alguien tocaba levemente mi hombro, desperté y mi cabeza estaba recargada en el hombro de Joel, me había quedado dormida.

- Ya llegamos, hermosa.- menciono con una sonrisa.

Rápidamente mire por la ventana y efectivamente habíamos llegado, entonces nos tocó bajar del avión, mire que la misma mujer del principio se acercaba a nosotros así que tomé a Joel de la mano y lo jale.
Entonces Joel se acercó con un hombre vestido de traje, quien le entregó unas llaves.

- El auto se encuentra en el estacionamiento, señor.- meciono y Joel asintió.

- López, no es necesario que estés detrás de nosotros, el tiempo que este aquí tómalo como unas vacaciones para ti.-

- Es mi trabajo señor.-

- Lo sé pero yo te estoy dando vacaciones, no te preocupes tus gastos van por mi cuenta.- respondió Joel.

Después de que Joel estuvo hablando con el hombre, nos alejamos y fuimos al estacionamiento.

- No estoy entendiendo nada.- dije y Joel soltó una pequeña risita.

- Es uno de mis guardaespaldas cuando viajo por asuntos de trabajo, solo que Arely no le dijo que este no era un viaje de trabajo.-

- Oh... entonces podré secuestrarte.- me acerqué a el y lo besé.

- Esa idea me gusta.- sus manos rodearon mi cintura.

Entonces llegamos a un auto, Joel abrió la cajuela y metió el equipaje.

- ¿Y esto?.- dije curiosa.

- Es un vehículo alquilado para los días que estemos aquí.-

- Pensé que tomaríamos el autobús para llegar al hotel.- dije mostrando seriedad.

- Juliana.- Joel se río.- Subete ya.- entonces también reí.

Después de eso, llegamos al hotel que por lo visto era de lujo, si así era por fuera no quería imaginar cómo sería por dentro, unas personas se acercaron por el equipaje y otra por el auto.
Joel me tomó de la mano y nos adentramos.

- Buenas tardes, señor Pimentel y señora, permítame llevarlos a su habitación.- entonces me sonroje, Joel lo noto y sonrió.

Nos dirigió y abrio la puerta, era grandísima.

- ¿Y bien que les parece la suite?.- mencionó el hombre amablemente.

- ¿Te gusta?.- Joel me miró.


- Me encanta.- dije asombrada viendo todo.


- Es la suite más grande que tenemos en The ritz carlton, tiene la mejor vista al mar.-nos señalo el gran ventanal.- Cualquier cosa estamos a la orden.-

- Gracias.- dije amablemente.

- Por nada señora, disfruten su estancia aquí entonces el hombre se fue.

Joel cerró la puerta, yo caminé hacia la gran ventana, aprecié el mar junto con el atardecer, era una vista hermosa.
Entonces sentí unos brazos rodear mi cintura, Joel recargo su mentón en mi hombro y ambos miramos hacia la misma dirección.

- Parece un sueño el que esté en un lugar tan maravilloso como este, con el amor de mi vida.- dije en un suspiro.

- Lo mismo pienso, los días que estemos aquí los voy a disfrutar al máximo.- dio besos en mi hombro.

No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora