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Narra Juliana.

Caminaba directo al gimnasio de la universidad ya que la maestra me había llamado, entre y miré a las otras chicas.

- Disculpe la tardanza maestra pero justo tenía un examen y en cuanto terminé vine.-

- No te preocupes Juliana, solo quería dar aviso que el uniforme de porristas cambiará.- me entrego una hoja de como sería el nuevo uniforme estaba bonito y abajo tenía el precio el cual ese no era nada bonito.- Ese sera el tuyo por supuesto es diferente al de tus compañeras la capitana debe de resaltar.- sonrió y se alejó.

- Ya mejor di que no podras comprarlo.- se acercó Frida, trate de no darle importancia a sus comentarios.- Pobre.- dijo con burla a la cuál gire enojada.

- Lo que pasa es que te da coraje que yo haya sido elegida para ser la capitana y tu no.- respondí con burla.- La envidia te consume.- dije al salir de ahí, tenia unas ganas de tomarla del cabello por enviarle esa foto a Joel pero no quería problemas, así que me contuve.
De lejos mire a Zabdiel quién guardaba algo en su casillero, rapidamente me acerqué a él, las primeras clases habia estado igual de distante.

- ¿Podemos hablar?.- dije y me miró.

- No debí decirte aquéllo.- mencionó bajo.

- Realmente no encuentro las palabras correctas para decirte esto....- suspire triste.- Nunca había tenido a unos amigos como Rich y tú.....- me interrumpió.

- Se muy bien donde vas con esto....- susurro.- Sólo me quieres como amigo.-

- No pense que algo así fuera a suceder y de verdad yo no quiero perderte, eres demasiado importante para mí.- dije sincera.

- ¿Y por que no puedes quererme como algo más? ¿Es por que no tengo dinero? Estoy cansado que nadie me quiera por mi falta de dinero!.-

- Por supuesto que no, de donde sacas eso? Yo tampoco tengo dinero y si lo tuviera a mi no me importaría éso y lo sabes.- dije triste.

- De verdad lo siento, se que tu no eres así.- entonces sentí sus brazos rodearme y me dio un beso en la frente.

- No quiero perderte.- mencioné bajo.

Narrador Omnisciente.

Joel sentía cómo el enojo en su interior lo consumía al ver aquella escena, si no hubiera sido por Johann que lo detuvo la cara de Zabdiel ahorita estaria sangrando.
El día transcurrió normal, finalizó con la ultima clase del día y recibió una llamada, respondió de mala gana sin saber quien pudiera ser.

- Si.- mencionó tomando sus cosas.

- Hola Joel, soy Leticia.- mencionó nerviosa al escuchar el tono de voz de el.

- Hola, que se te ofrece?.- respondió tratando de hablar normal, al final ella no tiene la culpa de su enojó.

- Quería invitarte a comer a mi casa.- hubo un silencio.- No lo sé, lo pense y me pareció una buena idea para hablar sobre los negocios.- dijo amable, Joel se quedo analizando, tenía cosas que hacer en la empresa pero acepto.

- De acuerdo, ahora mismo salgo de la universidad y voy para allá.- mencionó saliendo del salón.

- Si aquí te esperó.- habló emocionada. En realidad no había nada de que hablar ya que todo estaba bajo control pero el padre de Joel hablo con Leticia acerca de las maneras en las que ella puede acercarse más a su hijo.

No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora