55.

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- Joel... ¿que haces aqui?.- dije sorprendida al verlo.


- Eso no importa.... ¿como estas?.- dijo sacudiendo su ropa.



- Tienes que irte, mi mamá esta aquí.- dije exaltada.


- Lo sé, por eso entre por la ventana.- dijo tranquilo.


- Puede entrar en cualquier momento.-


- De aquí no me muevo hasta saber como estas.- dijo firme.


- ¿Te importa?.- lo mire.


- No estuviera aquí....- se recargo en la pared.

Una parte de mi estaba sorprendida y felíz al verlo pero la otra estaba molesta por nuestra última conversación que habíamos tenido.

- Tengo.... espera ¿como supiste que estaba enferma?.- dije confundida.

- Escuché por error a tus amigos, hablaban de éso.-


Queria preguntar más, pero quise dejarlo así.

- Tengo anemia.- dije bajo.- Y si no me cuido correctamente esto puede complicarse y llegar a la leucemia.-



Mire cómo su cara cambio a una de preocupación se acercó a mí.


- ... ¿Y a que se debe?.-

- Falta de vitaminas en la sangre debido a no tener una dieta saludable.-


- Y yo todavía comprando tacos....- mencionó serio, pero yo me reí.- Esto no es para reirse, tienes que cuidarte y mucho.- se sento en la cama a mi lado.

- Lo sé, cambiare mi alimentación, y tengo que estar tomando todo éso.- señale el medicamento que estaba arriba de mi mesita de noche.

Joel se levantó y tomo cada uno del medicamento y le tomó foto con su telefono.

- ¿Que haces?.- pregunté curiosa.

- Le mostrare ésto a un amigo que es médico preguntaré si con esto es suficiente para tratar la anemia aun que yo considero que tienes que tratarte con los especialistas necesarios.-

- No creo que sea necesario el medico me dijo que con ésto es suficiente....- suspire.

- ¿Y no iras a la universidad?.-

- No por ahora y mañana.- suspire.- No me pongas falta.- hize un puchero, el sonrió.- ¿Sabes? No es nada bonito pasar la noche en un hospital.- me queje.

- Ahora entiendo porqué no podia dormir....- mencionó bajito, pero entendi lo que dijo.

- ¿Como?.- quise que lo dijera claro.

- No nada....- suspiró pasando sus manos por su cara.


- Oh por cierto... que bonito osito.- me levanté y abraze al oso.- Es mas grande que yo -

- Eso es tan tierno.- mencionó con un sonrisa.- Pense en algo que te gustara y bueno recorde que te gustan los osos.-

- Gracias, no te hubieras molestado... las rosas estan divinas.- mencioné con una sonrisa.- Pero hay un pequeño problema si no es que grande, mi mamá es lógico que me va a preguntar como es que llego aquí y bueno... no es tan pequeño como para esconderlo detras de una almohada.- mencioné.

No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora