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Narrador Omnisciente. 

Ha transcurrido un mes y en este tiempo, las cosas entre Juliana y Joel han estado estables, por las tardes siempre salen a pasear, ya sea al cine o a cenar, por otro lado el padre de Joel sigue sin aceptar la relación pero comienza a asimilar de una u otra manera.
La amistad entre Zabdiel y Juliana cada vez se hunde más, puesto que se han dejado de hablar desde aquella discusión cosa que a ambos les duele y a Richard aún más pues está en medio de los dos, y lo que más desea es que todo vuelva a ser como antes entre ellos.

Ahora mismo Juliana se encontraba sentada sobre el escritorio de Joel, mientras este escribía algunas cosas en el pizarrón, lógicamente el salón estaba vacío todavía no comenzaba la clase.

- Deja de verme, me sonrojas.- mencionó Joel con una sonrisa.

- Es que no puedo dejar de hacerlo, me encantas.- Juliana se levantó del escritorio y fue hacia el para después comenzar a besarlo.

- Me encantas mucho más.- Joel la tomó de la cintura.

En ese momento se escucho la puerta ser abierta, ambos rápidamente se sobresaltaron y se alejaron.

- Son unos traviesos.- mencionó Johann con una pequeña risa.

- Idiota, nos asustaste.- respondió un Joel molesto.

- Así tendrán la conciencia.- respondió sin dejar de reír.

- No lo vuelvas a hacer.- le pego levemente en el brazo.

- Ya, ya tranquilo.- dijo tomando aire.- Sabía que los encontraría juntos por eso decidí venir, quiero entregarles personalmente la invitación de mi boda con Melissa.-

Juliana tomó la invitación, era blanca con dorado y alrededor un lazo de color rojo, era muy bonita y elegante.

- Que bonitas les quedaron.- dijo ella con una sonrisa.

- Gracias.- Johann devolvió la sonrisa.

- Las nuestras estarán aún más bonitas.- dijo Joel pasando su brazo por su cintura y dándole un beso en la mejilla.

- No seas envidioso.- Johann rodó los ojos y después los tres rieron.

- Solo bromeaba, son muy lindas.- dijo Joel tomando la invitación, la abrió y se sorprendió.- ¿En dos semanas es la boda?.-

- Asi es.- Johann asintió.- Se me haran eternas estas dos semanas, si por nosotros fuera ya lo hubiéramos hecho, solo que esto de los preparativos nos llevó mucho tiempo.- suspiro agotado.

- Me imagino pero, en dos semanas finalmente estaras casado .- Joel apretó su hombro.- De verdad me alegro mucho por ti amigo.- lo abrazo.

- Gracias hermano.- Palmeo levemente su espalda.- Nada me hará feliz que ver a mi mejor amigo con la mujer que ama en mi boda.- mencionó Johann viendo a Juliana con una sonrisa.

- Ahí estaremos.- ella sonrió.

- Debes estar lista para tomar el ramo porque la próxima novia serás tú.- dijo Joel.

- Nada me haría más feliz que casarme contigo.- se sonrojo.

- Espero que ese día llegue pronto.- mencionó Johann con una sonrisa.- Bueno los dejó, ya faltan diez minutos para que comiencen las clases.- Johann salió, dejándolos solos nuevamente.



No me importas. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora