Pensando en Voz Alta (Primera generación)

29. Cumpleaños del hurón y el tercer "casi".

Me levante con la alarma, le tire una almohada a la cara a Barbara para que se levantara.

Barabra: ¿Podrías ser mas amable al levantarme? Ni que fuera mi cumpleaños...

____: No. Es el de Michael, y tenemos que levantarnos... así que... ¡ARRIBA, SNAPE! ¡HAY COSAS QUE HACER! - grite entrando al baño, me bañe y vestí con unos jeans negros, una blusa blanca y unas zapatillas de lona negras. Me deje el cabello suelto con un moño atrás y salí del baño. Barbara entro y salio cinco minutos después. La tome de la mano, salimos de la habitación y bajamos hasta la sala común, donde estaban los chicos. Corrí por al lado de ellos besando la mejilla de James y saliendo de la sala común. Corrimos hasta la sala común de Hufflepuff, y me quede en un costado de la entrada esperando a que saliera. Barbara me miraba divertida.

La entrada a la sala se abrió varias veces, pero no era quien yo esperaba. Los amigos de Michael que pasaron me miraron y preguntaron si quería que lo vayan a buscar, yo negaba rotundamente cada vez, guiñando un ojo. La décimo séptima vez que se abrió, él salió. Yo espere a que terminara de cerrar, en cuanto lo hizo y levanto la cabeza sonrió enormemente. Como pocas veces lo hacia, solo cuando estaba irremediablemente feliz. Corrí y lo abrace fuertemente.

____: ¡Feliz Cumpleaños, azulito! - exclame mientras él me devolvía el abrazo con fuerza.

Michael: Gracias, avellanita - susurro suavemente. Me deshice del abrazo y en mi lugar fue Barb.

Barbara: ¡Feliz Cumpleaños, hurón! - exclamo y Michael soltó una carcajada al igual que yo.

Michael: Gracias, Barbara - dijo risueño, devolviendo el abrazo.

En cuanto se separaron yo fui del otro lado de Michael, quien coloco un brazo alrededor de mis hombros y uno alrededor de los hombros de Barb. Fuimos así hasta el Gran Comedor. Donde, a pesar de las miradas que recibíamos de cierto pulgoso de la mesa de Gryffindor, la pasamos increíblemente genial. Riendo y charlando a carcajadas.

Michael: ¿Seguro que esto no acabara mal? Digo, nos mira feo...

____: Mira, azulito. Es tu cumpleaños, y no dejaré de estar contigo en tu cumpleaños por un perro pulgoso - dije sonriendole. Él me miro sonriente y luego me abrazo con fuerza.

Barbara: Si, que adorables... pero si antes nos miraba feo... ahora su mirada es como la de ustedes-saben-quien... - dijo con un deje de terror.

____: No creo que sea TAN grave... - dije mirando disimuladamente a Sirius - WOW...

Barbara: Se los dije... - dijo con el típico tono que se usa para decir eso. Seguimos desayunando un poco mas rápido para que vayamos a otro lugar y evitar al perro rabioso. En cuanto terminamos, salimos rápidamente y fuimos a un salón vacío. Charlamos durante toda la mañana. Ed y Emma llegaron momentos antes de que sea hora del almuerzo.

Estuvimos charlando y riendo hasta que el estomago de cierto Hayes sonó, diciendo que era hora de comer. Michael, Emma, Barb y yo soltamos sonoras carcajadas. Ed nos miro mal pero luego se unió a la unánime risa.

Emma: Bueno, dado que alguien ya tiene una muy notable hambre... ¿Comemos? - dijo una vez que nos recuperamos de la risa.

____: Claro, pero busquemos comida en las cocinas y comamos aquí... será mejor, ¿no creen? - dije y ellos asintieron. Emma y Ed se levantaron de sus asientos.

Ed: Nosotros vamos por la comida. Ustedes espérenos aquí - dijo apuntándose a él y a Emma. Salieron y con Barb y Michael seguimos conversando y riendo mientras esperábamos que llegaran. En verdad adoro estar con ellos. Tocaron la puerta y una vez confirmamos que eran Emma y Ed (para evitar cruces incomodos y desagradables) abrimos y ellos entraron con cuatro bandejas de comida y un pastel. Michael sonrió y sus azulitos brillaron viendo el bello pastel. Yo sonreí.