Pensando en Voz Alta (Primera generación)

70. JAMES.

- No sé, Remus... mi casa queda junto a la de ellos y no sé si pueda soportarlo, Lunático - dije mirando a mi licantropo amigo frente a mi del otro lado de la mesa del comedor de Grimmauld Place.

- ¿Peri no quieres ir por tus cosas? - preguntó mirando mis ojos y la duda junto con otros sentimientos se apoderaron de estos.

- Pues si, pero... - dije dubitativa, tenía miedo de ir a la casa, no quería.

Sé que ir ahí me causaría dolor y angustia. Sabía que me causaría que grandes recuerdos vuelvan... y más aún, sabía que junto a esta casa estaría SU casa y eso si que me haría caer muy hondo en un profundo dolor agonizante.

- Entonces debes ir, ____ - insistió Remus. Yo lo miré fijamente y sentí dos manos posarse una en cada hombro. Emma y Sirius se encontraban a mis lados, mientras que Ed se encontraba al lado de Emma. Esta última lanzó una mirada asesina a Remus.

- No vas a obligarla, Remus. Ella tiene razón. Sabes que es algo muy fuerte y aún así la estás obligando - dijo con tono fuerte y seguro. Sonreí de lado.

Emma siempre tuvo un carácter fuerte, que al parecer se mantuvo e incluso aumentó con el paso de los años.

- ¿Qué tal si uno de ustedes va por mi y traen mis cosas? - pregunté y Emma asintió sonriendo, pero Remus negó.

- Oh, vamos, ¿y si uno de nosotros te acompaña? El que creas conveniente, claro - miró a Sirius de reojo -. Sirius no puede ir porque es prófugo - me miró por unos momentos, como descifrando a quien elegiría y miró nuevamente a Sirius de reojo -. Y tampoco podrá oponerse o quejarse de quien elijas - dijo y Sirius frunció el ceño, yo lo pisé por debajo de la mesa y se calmó... un poco.

- No empieces, Canuto - dije mirándolo y él sonrió inocente para después besar rápidamente mis labios. Yo rodé los ojos.

- ¿Entonces? ¿Si uno de nosotros te acompaña vas? - volvió a insistir, solté un suspiro profundo y asentí pesadamente.

- Bien, pero iré ahora, antes de que me arrepienta. Y yo voy por mi soporte - dije levantándome de la silla y tomé el bolso extendido de la mesa. Besé a Sirius a modo de despedida y saludé a los demás con un movimiento de mi mano, enviando una sonrisa de agradecimiento a Emma.

Salí de Grimmauld Place y recordando la dirección de la casa de Azulito, que me dio la dirección la vez que llegó a Grimmauld Place, me aparecí frente a la casa y luego de dos veces Azulito abrió la puerta y al verme esbozó una brillante y hermosa sonrisa que me contagió inmediatamente.

- ¿Qué se te ofrece, Avellanita? - preguntó sonriéndome. Di un gran suspiro.

- Que me acompañes a mi casa, a menos que estés ocupado - como respuesta, él salió cerrando la puerta detrás de él. Sonreí ampliamente y sentí sus brazos cerrando la puerta detrás de él.

Sonreí ampliamente y sentí sus brazos rodearme en un abrazo para después hacernos desaparecer de allí y aparecer en Godric Hollow. Michael seguía abrazándome, solo cuando comenzamos a caminar dejó de hacerlo, pero aún así pero pasó un brazo por mis hombros.

- ¿Y qué venimos a hacer aquí, Avellanita? - preguntó Azulito a mi lado y yo levanté el bolso.

- Recoger mis cosas... - llegamos a la puerta - Alohomora - dije y ésta se abrió -. Tu ve por las cosas ya sabes... deprimentes y yo iré por la ropa y todo lo no insano... - él rodó los ojos y entramos en la casa. Yo le di el bolso a Michael para que guarde primero lo que le parezca correcto. Él asintió y yo subí a mi habitación mientras él recorría lo demás y guardaba los cuadros y todas esas cosas.