20 de septiembre de 2006
La ciudad de Saná madruga y deja ver sobre los tejados el rocío de la noche. Es temprano y las calles no están transitadas, pero pronto se empezarán a escuchar voces de niños en todos los rincones. Media población aún duerme y a la otra mitad la ha despertado la voz del muecín llamando a la oración. A mí me queda un buen rato para llegar a casa y poder rezar como cada mañana. He tenido unos asuntos que resolver y al final se me ha hecho de día volviendo del trabajo. Lo importante es que ahora podré descansar y volver a recargar energías. Doblo la esquina y recorro los mismos pasos que cada jornada. Veo algo extraño. ¿Quién está saliendo de la casa de Rayhan? No es él. Está trabajando. ¿Quién es ese hombre? ¿Están robando? ¿Está Suhaila engañando a su marido? Me escondo detrás de un coche que hay aparcado en la acera de enfrente y asomo un poco la cabeza para conseguir descifrar su identidad. ¡LLEVA A ZAIDA EN BRAZOS! ¿Qué está pasando? Estoy demasiado lejos. No consigo verle. Fijo más detenidamente la mirada en el rostro del hombre. Me resulta familiar. Intento pensar de qué me suena tanto esa cara. Esos labios, esa nariz, esos ojos… ¿Suhaila? ¿Es Suhaila? ¡ES SUHAILA! Pero, ¿por qué está vestida de hombre? ¿A dónde va a estas horas? ¿Qué hace saliendo de casa con Zaida en brazos? Se acaba de tapar la cara con el turbante y se camufla completamente con unas gafas de sol. Mira hacia todos lados. Me muevo rápidamente escondiendo la cabeza detrás del coche por segunda vez. Sigue ojeando por todas partes, pero no me ve. Menos mal. La miro alejarse con Zaida en brazos. Lleva un bolso colgado. Es grande y parece que dentro hay bastantes cosas. ¿Dónde irá? Cuando camina lejos, me dirijo a casa y cojo el teléfono. Tengo que llamar a Rayhan. Piiiiiiiiii. Piiiiiiiiii. Piiiiiiiiii. Vamos, cógelo. Piiiiiiiiii. Piiiiiiiiii.
—¿Sí? —Descuelga Rayhan.
—Buenos días. Te llamo porque acabo de ver algo muy extraño. Creo que tu mujer se quiere escapar de Saná.
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~ Una Más ~
Ciencia FicciónSamira, es la madre de tres hijos, embarazada de un cuarto y casada con un hombre egoísta y ruin, que solo la ve como objeto de placer y servidumbre. Pese a su juventud y las ganas de ver crecer a sus hijos, una enfermedad arrolladora atacará repent...