Madison
Movía mi pajilla de una lado a otro, ya estaba en club estaba esperando a que fuera la hora de las máscaras mientras esa hora ya había bailado y ya había bebido pero me sentía un poco de caída por lo que había pasando en casa antes de salir, mi hijo estaba tsn triste y decaído por lo que Max había echo, ers más importante su trabajo que mi hijo y eso me dolía no sé porqué él estaba siendo así con él, mis hijos son los más importante de la vida al menos para mí, ellos son los más importante pero para Max no tenía idea. Pase una mano por mi cabello creo que no debí haber venido al club, tendría que estar a con mis hijos y no viniendo buscando a un hombre que ni siquiera se cual era su nombre, si, lo mejor que podía hacer es volver a casa tengo que estar con mis hijos.
Tome mi bolso dispuesta a pagar los tragos e irme.
-Señorita le mandan este trago-.
Alce la mirada de mi bolso viendo al bartender, enfrente de mi estaba un cóctel pero no era, cualquier cóctel era uno de mis favoritos, era un cóctel de maracuya, me acerque a olerlo y tenía vodka, definitivamente era mi favorito.
-¿Quién lo manda?-. Le pregunté sl hombre frente de mi que limpiaba la barra.
-Un caballero-.
No me dijo nada solo dio media vuelta para atender a una pareja que pedía un par de tragos, pero yo seguía sin entender ¿Quién fue que mandó esto? Solo eran pocas las personas que sabían mi gusto por este cóctel, mire a todos lados para ver quien era el que me había mandado ls bebida. Sonreí un poco ante el detalle de esa persona, tome el vaso para llevarlo a mis labios y darle trago, delicioso estaba muy delicioso, sentí como el licor bajaba por mi garganta refrescandome. Mientras seguía bebiendo de mi copa seguía mirando de un lado a otro haber quien era el hombre que me había mandado el trago, mire mi reloj de mi celular y ya eran las doce de la noche entonces el bartender de abajo de la barra saco un antifaz dejándolo enfrente de mí y de las personas que estaban en la barra para posteriormente ponerselas y yo hice lo mismo que ellos. Acomode el antifaz al igual que mi cabello.
La música seguía y seguía algunos hombres enmascarados se acercaban a hombres y mujeres para poder bailar la canción que estaba.
-Por fin te encontré-.
Una voz masculina se hizo presente detrás de mi, una sonrisa se pinto en mi cara por fin lo oí hablar y su voz no era como la pensaba pero algo era algo, me gire s verlo y la sonrisa se me borro por completos porque no era mi hombre enmascarado, era un chico delgado pero con musculatura pero no era él su barbilla y sus ojos no los podía olvidar, edte chico se veía más joven y sus ojos eran marrones.
-¿Quieres bailar conmigo?-. Preguntó y extendió su mano hacia a mí.
Sentí una gran decepción, no era él y no sabría si lo volvería a ver.
-No lo siento, estoy esperando a alguien, gracias-. Me excuse.
El chico solo se encogió de hombros para así dar media vuelta a irse a otro lado, yo solo vi como hablaba con una chica con antifaz y rápidamente lo tomó de la mano para irse a bailar, las luces del bar se volvieron rojos haciendo el momento más tenue, Solté un suspiro resignado, me tendría que ir no tenía sentido seguir esperando a que el hombre enmascarado de la otra vez vuelva y bailemos o hagamos otra cosa, tendría que irme a casa que eso era lo que tenía que hacer. Pero entonces cuando alce la mirada mirando al otro extremo de la barra ahí estaba, él me estaba mirando lo reconocí por su fuerte barbilla, era él, estaba ahí sentado con una cerveza en la mano.
Se levantó de su lugar para caminar hasta a mi, solo me miró sin decir una palabra y yo sentía que el corazón se me saldría por completo del pecho.
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A MediaNoche |+18|
Romance-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos. -Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien. Trague nerviosa de ver la forma...