Capítulo 13

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Madison

*Hola soy Max deja un mensaje y yo me comunico contigo

Solté un suspiro cuando volví va escuchar el mensaje de buzón de voz, Max no había tomado mis llamadas y deseaba poder hablar con él y que ambos ys estuviéramos bien y poder estar en casa abrazados y tal vez haciendo el amor, eso quería hacer con mi esposo, poder hablar y aclarar muchas cosas entre nosotros y tener sexo de reconciliación, se que no era lo más sano porque así no se resolvían las cosas pero a veces esas reconciliaciones que teníamos nos gustaban y hacia mucho que eso no pasaba y creo que era el momento para podee hacerlo, necesitaba a mi esposo, a mi Max, al Max con el que me había casado y con él que había decidido pasar el resto de mi vida. Se que las cosas no estaban del todo bien y lo único que deseaba que todo estuviera bien, haría lo que fuera para recuperar a mi esposo.

Se que me había enfocado en muchas cosas menos en él, pero él hacía lo mismo, se enfocaba en su trabajo igual como lo era su padre.

Así que luego de nuestra discusión me fui a casa de Maggie junto con los niños, Derek feliz de poder estar con su tía Maggie, algo que me decía que mi hijo estaba levemente enamorado de mi mejor amiga, eso era algo tierno. Maggie me tranquilizó un poco diciendo que tal vez debería ir con Max a uns terapia de pareja para saber el ¿Porque nos estábamos distanciado? Ya no era lo mismo cuando empezamos, no éramos esa pareja que tenía una chispa, que tenía sexo casi diario o que al menos salíamos a tomar un café o a un bar a pasar el rato, nuestra vida cambió a un cien por ciento. Dicen que la llegada de un hijo te cambia la vida, pero ¿Derek nos cambió? No, creo que fue un cambio bueno para nosotros, la mirada de Max cuando tuvo en sus manos a nuestro hijo fue lo más hermoso que mis ojos presenciaron en ese momento.

Así que arreglaría las cosas con Max, haría lo que fuera que estuviera en mis manos para así poder recuperar a mi esposo.

Maggie me animo para que le hiciera una sorpresa a Max, que compra una rips interior linda y sexy para así tener un poco de sexo salvaje, claro antes primero hablaríamos y luego lo seduceria para que así me tomará, de solo pensar en el modo salvaje que a veces se pone Max me gustaba y sobre todo me excitaba de solo pensar que me podría tomar en la sala, cocina o podría hasta no se... Tomarme en ls escalera, he tenido cesa fantasía algo extraña del poder follar con Max en la escalera de la casa, obviamente sin los niños en la casa, tal vez podría decirle a mi hermana si podría cuidarlos por mi solo una noche, si le llamaría a Madeline para que cuide a los niños.

Al llegar a casa vi que estaba el auto de Max, ya había regresado, menos mal, porque él también había salido molesto de casa. Me sentía bien de que él ya estuviera en casa. Baje de mi auto junto con la bolsa fe lencería sexy que había comprado, Sonreí un poco de solo pensar que podríamos arreglar todo, solo esperaba que funcionará.

Abrí la puerta de la casa, todo estaba en silencio, quite mi bufanda dejándola en el perchero que estaba a lado de la puerta, deje mis llaves en la mesa y camine un poco, mire a la sala de estar y vi que una botella de whisky estaba abierta con dos vasos ¿Vino alguien? O solo quiere hacerme trabajar más en casa, deje mi bolsa en el suelo y entonces un golpe en la habitación de arriba se escucho.

-¿Max?-. Pregunte su nombre.

Pero nadie respondió, mire a mi lado y ahí estaba el bate de Derek, era de madera y pequeño para que pudiera aguantarlo, lo tome y nuevamente el golpe se escucho.

Subí las escaleras con cuidado para no hacer ruido, subí, subí y subí y ya estaba cerca de mi habitación que era de donde venía el ruido, volvió ese golpeteo como si alguien estuviera moviendo la cama con fuerza y yo me asuste, pero el golpeteo ya no era el único ruido que había en la habitación sino estaban acompañados de... ¿Gemidos?

Abrí la puerta de mi habitación para ver que estaba pasando, mi corazón estaba latiendo con fuerza por el miedo de lo que fuera a ver ahí dentro, empuje la puerta con mi mano y entonces ahí sentí que todo el miedo que sentía se volvió tristeza y decepción.

-¿Te gusta nena? Me envuelves bien... Carajo-. Soltó Max gimiendo con mucho placer.

Tomaba sus caderas con fuerza, el golpeteo de sus cuerpos y los sonidos que salían de sus boca envolvian la habitación.

-Si, si me gusta, dame más-.

La joven giro su rostro un poco ya que Max la tenía tomada de su cabello podía verle bien el rostro... Era mi hermana, mi hermana y mi esposo estaban teniendo sexo en mi casa y en mi cama. Una enorme rabia creció en mi cuerpo y en mi sistema y con todo la energía que sentía me adentre a la habitación y golpee la cama con el bate con todas mis fuerzas así ellos saltaron del susto por el golpe.

-¡Madison! Cariño... Cariño no es lo que crees-. Soltó Max.

La típica excusa que todo hombre y mujer ponían cuando eran descubiertos.

-¡No me vengas con eso Max! ¡Te estás cogiendo a mi hermana! ¡Mi maldita hermana!-. Grite con lágrimas en los ojos.

-Madi, puedo explicarlo-.

Hablo mi hermana mientras se colocaba las sábanas para poder cubrir su desnudez, Max se puso de pies también colocándose sus boxers y acercarse a mí, pero en cuanto sentí sus manos en mi piel lo empuje con mks fuerzas.

-¡No me toques! ¡No quiero que me toques nunca más maldito cerdo!-.

Y salí corriendo de ahí, con las lágrimas en mis ojos mientras oía a Max llamarme, salí de casa para ir a mi auto pero cuando estaba por abrir la puerta está se cerro gracias a la mano de quien creía que era el amor de mi vida, me giro y me tomo del rostro pero yo lo golpee con todas mis fuerzas.

-¡Basta! ¡Basta! Madison escúchame, todo fue un error, amor, fue un error nunca te he traicionado, esto fue culpa del alcohol... Madison-.

-¡Todos dicen eso! Todos, le echan la culpa al alcohol o dicen que no significo nada ¡Pero para mi si! Me engañaste con mi hermana, la persona que desde el momento en que nació siempre ha querido lo que yo tengo ¡Y más a mi esposo! Quise darle una oportunidad de cambiar eso ¡Pero esto es el colmo!-.

Volví a dar la vuelta para subirme a mi auto pero no pude ya que me volvió a girar pero ahora pegando sus labios a los míos, sus labios sabían a ella, sus labios de seguro besaron cada rincón del cuerpo de mi hermana y tenía el descaro de besarme a mi. Así que subí mi rodilla golpeando sus partes sensibles logrando que me soltara y yo así poder irme de ahí.

El dolor en mi corazón duro mucho, mucho tiempo, no deseaba moverme ni siquiera respirar porque mr dolía el pecho ¿Tan mala esposa fui? ¿No era suficiente para él? Así como esas preguntas salían más y más mientras estaban tirada en la cama de huéspedes que me hizo favor de prestarme Maggie, que horrible se sentía la decepción y el engaño.

Max me fue a buscar varias veces a casa de Maggie, me llamaba, mandaba mensajes que ninguno fue contestado y no deseaba hacerlo.

Cuando decidí salir de la cama era acción de gracias, mi madre no estaba enterada de lo ocurrido con Max y conmigo, fue a casa de mi madre fingiendo una sonrisa y fingiendo que éramos la familia perfecta, pero de solo sentirlo cerca de mi sentía que ardía su toque en mi piel, intento hablar conmigo, pero me negué.

-¡Yo me acosté con Max porque lo amo!-.

El grito de mi hermana en plena cena fue la gota que lleno el vaso, me sentí avergonzada porque estaba toda mk familia y supieron que yo era una cuernuda y que mi esposo se había acostado con mi hermana menor y que mi matrimonio se fue a la mierda.

A MediaNoche |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora