Capítulo 29

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Maratón 2/3

Madison

El ritmo lo tenía, lo sentía y me sentía bien ¡Me sentía libre! la fiesta estaba siendo un verdadero exito, si, despues de una hora dejo de importarme por completo el orden de todo y si tendría que limpiar a la mañana siguiente todo, me la estaba pasando bien como nunca antes me la habia pasado, estaba disfrutando el momento y más teniendo a Nate a mi lado, no dejabamos de bailar, de reír y de beber, ambos estabamos bebiendo mucho ponche, en verdad si que a Maggie le quedaba bien este tipo de bebidas, no estaba ebria, no, no lo estaba, me sentia bien como dirian algunos de mis amigos ¡Estabamos Happy! y como lo dijo Maggie a las doce de la noche comenzaron a circular los Brownies que no me habia dejado probar, Nate y yo tomamos uno y de pronto me snetí que estaba flotando o que me elevaba ¿Que le puso a los brownies? no tenía ni idea pero por el momento no me interesaba yo estaba disfrutando del momento con mi hombre...¿Dije mi hombre? si, lo hice, pero era casi mi hombre porque practicamnte no la pasabamos juntos todo el tiempo, ya conocia a mis hijos y mi vida, solo me faltaba conocer a su hija, quien por cierto deseaba conocerme a mí y a mis hijos ya que nos ha invitado a su fiesta de cumpleaños en Seattle, me lo dijo Nate y me sentá nerviosa de conocer a la hija de mi hombre o ¿Mi novio? ¿Nate era mi novio? yo creo que si, tal vez no había una propuesta formal o algo así pero el punto es que creo que Nate era mi novio ¡TENÍA NOVIO!

No lo podía creer ¡Tenia un novio! ¿En que momento paso? pero que maldita sea importa el punto es que teia un novio jodidamente guapo y sexy que me daba los mejores momento de mi vida tanto tiernos como salvajes, me lo cómo, si que si me lo comía a ese hombre. 

-¡Tengo que ir al baño!-. Me dijo o casi grito Nate en mi oído. 

-¡Pero no tardes!-. Le conteste de igual forma. 

Lo tome de la mano para jalarlo un poco y pegar mis labios hacia él, a lo que sonrio y se solto de mi mano, para así irse entre la gente, me gustaba mucho ese hombre vi algunas de mis compañeras del trabajo tirandole la onda y claro que a mi por primera vez me salio lo celosa, me puse celosa de solo ver como ellas le coqueteaban pero Nate no cedio, solo les dijo que él salía conmigo ¡Me volví loca! 

Yo seguía bailando, sintiendo la música en todo mi cuerpo, me sentía sexy y deseada y no me importaba nada más que sentirme bien y yo misma, lo único que deseaba era sentirme bien y que nada me importara en este mundo, bueno claro que sin dejar de lado a mis hijos y a mi misma, claro ahor estaba Nate y Max,..

¿Max? ¿Porque estaba pesando en él? desde lo ocurrido en la posada no había hablado del todo con él, no deseaba hacerlo porque me habia asutado un poco su actitud que había tomado en la ducha, me susto pero al mismo tiempo algose había despertado en mi, me excito la forma ne como me poseyo pero no se lo iba a demostrar ademas de que mi enojo pudo más que otra cosa, no deseaba que él me tratara de esa forma, él si podía acostarse con todas las mujeres del mundo pero yo no podía hacer mi vida de nuevo, pues estaba completamente equivocado, solo deseaba que él estuviera aquí y me viera con Nate para ponerlo celoso y se diera cuenta de que otro hombre me deseaba y más que él o igual que él. 

De pronto sentí unas manos rodearme la cintura y yo me pegué al cuerpo de Nate, mi esplada se recargo sobre su pecho mientras él me abrazaba y hacía friccion su pelvis con mi trasero pegando su miembro ahí, que sentía bastante bien, joder algo que bebí o comí estaban haciendo efecto en mí. Me gire para poder ver a Nate pero en lugar de Nate era Max. 

-¿Max? ¿Qué haces aquí?-. Mire sobre su hombro para lograr a ver a Nate, pero nada. 

-Viene a la fiesta de Halloween que cordialmente no me invitaste-. 

-¿Porque será? vete de aquí Max-. 

Lo tome de su mano para poder llevarlo fuera de la fiesta antes de que alguien nos viera juntos, no deseaba que alguien le dijera Nate que me vio junto a mi ex esposo, no, no, no deseo que Nate se enoje conmigo ni nada de eso. Pero claro como siempre Max deseaba hacer su maldita santa voluntad, pero cedio porque me guio a mi fuera de la casa, caminamos por el jardin donde había pocas personas ahí besandonse así que no nos ponian a nosotros atención, Max se adentro al invernadero que tenia ahí, no encendio la luz pero gracias a lal uz de la luna podía verlo perfectamente bien, pero muy bien, tenia un disfraz de traje de Tudor, su cabello estaba amarrado en una pequeña coleta y su barba comenzaba a salir, se veía tan guapo...¡No, no! no puedo ceder más, no debo...pero es que hay que solo verle esa cara y ese cuerpo, con razón todas lo deseaban y yo me agragaba a ese gremio. 

-Max por favor vete, si, no quiero problemas y ni pelear contigo-. Suplique. 

-No hay porque pelear Madi-. Me miro de arriba abajo-. Joder te vez tan sexy así vestida de monja sexy-. 

Algo dentro de mi se movio, joder no debo de caer. 

Mi respiración comenzo a gitarse y más cuando se acerco mucho a mi acorralandome en la pared, su loción se adentro en mis fosas nasales, mierda, olía tan bien, no, no no puedo ser tan debil ante él lo que debo hacer es salir de aquí e irme con Nate, con el que debo estar en ese momento en con el hombre con el que estoy saliendo y no con el hombre que me hace enojar y poner mi vida en mil nudos, pero había algo en él que me hacía caer y me gustaba y me asutaba. 

Pose mi mano sobre su pecho, su fuerte pecho. 

-Max por favor, no me hagas esto, dejamé ir con Nate-. 

Pero Max no iba a ceder tan rapido, ya que su cuerpo quedo completamente pegado al mío haciendo que mi respiración se alterara cada vez más, mierda, de solo sentirlo sentía que mi corazon latia con fuerza y que mi piel se ponia de gallina. Ambos nos miramos a los ojos y entonces nuestros ojos se pegaron en un beso desoso y necesitado, sus manos tomaron mi cintura y mis dedos fueron a su cabello deshaciendo la pequeña coleta que tenia echa, gemimos de gusto cuando nuestras lenguas se acariciaron. 

-Te voy hacer mía esta noche Madi, y no me importa quien este a tu lado tu serás mía-. 

Con eso él salio del invernadero dejando su sabor amenta en mis labios y con el corazón latiendo con fuerza y una parte de mí se humedecio por completo. Mire a la puerta por donde salió pensando en lo que sería la noche de hoy. 

Volví a dentro de la casa sin dejar de tocar mis labios y pensando en las palabras de Max ¿Seguía siendo de é? ¿Nunca he dejado se de Max? no lo sé, pero esa sensación que sus labios dejaron en mí no me dejaba y me hacía necitarlo. 

-¿Donde estabas cariño?-. Preguntó Nate dandome un beso en mi mejilla. 

Le sonreí, acaricie su mejilla dandole una pequeña sonrisa y entonces alcance a ver sobre su hombro a Max quien bebía del ponche sin quitarme la mirada de encima y algo se prendio dentro de mi, Max, Nate y yo...el sueño, el sueño que había tenido, un trio...¡Que calor estaba teniendo! 

Mire a Nate y pegue mis labios a los suyos creando el mismo beso que había tenido con Max en el invernadero, deseaba a los dos y a los dos los iba a tener en mi cama si o si, yo no sería de ellos, no, ellos sería míos. 

A MediaNoche |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora