Max
-¡Madison espera!-. Le llame, pero siguió corriendo-. ¡Madison!-.
Ella se detuvo abruptamente y en el momento en que ella se giro lo primero que me recibió fue una bofetada que debo decir que me ardió el golpe, volví a ella y en sus ojos había lágrimas, estaba consternada y la entendía sabía que ella estaría muy molesta conmigo y la entendía o al menos trataba de entenderla porque lo que hice la lastimó, pero la deseaba, era verdad, deseaba a mi ex esposa por eso hice lo que hice. Cuando la vi vestida con ese vestido aquella noche que salió con ese estúpido algo en mi se había alterado y en primera estancia quería asegurarme de que ella estuviera bien por eso en cuanto había llegado a casa con los niños le hablé a mi pequeña vecina pidiéndole el favor para que cuidará a mis hijos, fui al club y al verla bailar la note con mucha vida como nunca la había visto pero como dije algo en mi se alteró cuando la vi bailando con ese hombre, Nate, la forma como veía a mi ex esposa me molestaba por eso espere a la noche de máscaras, me la coloque y trate de que mi rostro no se viera del todo.
-¡No te vuelvas acercar a mi! ¡Nunca!-. Me grito.
Trato de dar media vuelta pero yo la tomé de su brazos girandola a mi a lo que ella comenzó a golpear mi pecho, no me lastimaba ni nada así que la tomé con fuerza pegándola a mi hasta que pegue mis labios a los de ella pero seguía golpeandome para que pudiera soltarla, extrañaba sus labios y su cuerpo.
-Sabes que no puedes deshacerte de mi-. Le dije sobre sus labios.
La furia seguía presente en su rostro y en sus ojos, volvió a darme una bofetada y la Solté.
-Ojalá nunca te hubiera conocido Maximiliano-.
Entonces se dio la vuelta caminando rápido y yo solo mire como ella se iba, no la iba a detener ni nada solo deje que se fuera porque sabía que volvería a golpearme, pase una mano por mi cabello. No sé porqué había echo todo esto, pero sin duda lo haría de nuevo, haría de nuevo lo que hice a Madison.
A la mañana siguiente no me sentía con ánimos de levantarme de la cama, deseaba estar en cama recordando lo ocurrido de anoche con Madison, sus besos, su cuerpo y sus sonidos que salían de su boca cada vez que yo la tocaba y tomaba de su cuello, extrañaba esos momentos con ella, extrañaba todo absolutamente todo de Madison. Realmente deseaba ir con ella a, su, casa y besarla con fuerza y volver a coger como unos locos, la tomaría en la cama besando cada parte de su cuerpo mientras ella enredaba sus manos en mi cabello como le gustaba hacerme cuando estábamos en la intimidad, pero tratando de no hacer mucho ruido porque los niños estaban en casa, luego la tomaría en cuatro dándole duro tomándola del cabello oyendola pedir más y más como antes... Pero ¡Joder! No debí haber pensado en eso, no debí hacerlo porque estaba sintiendo como algo en mi comenzaba a despertar y no podía hacer nada, no podía tocarme porque estaba en el trabajo el cual ni siquiera había revisado.
-¿Que hiciste anoche?-.
Di un salto cuando oí la voz de mi colega y amiga, Andy, levante la mirada y ahí estaba ella sentándose en la silla que estaba a lado de mi escritorio mientras bebía una soda.
-Bien y mal... Solo eso dire-.
Andy abrió sus ojos como platos al oír lo qie acaba de decir, ella sabía perfectamente que era lo que estaba pasando con mi ex esposa y conmigo o más bien solo conmigo. Recargo sus codos en mo escritorio y yo tome una pose más cómoda en mi silla.
-¡Detalles! Deseo todos los detalles desgraciado-. Dijo ella con tono de broma.
Negué con la cabeza con una media sonrisa en la cara.
-No, no diré nads hasta que aclare bien todo por ahora tengo que irme mi hijo tiene un partido de béisbol ¿Me cubres?-.
-Claro, pero después me dirás todo-.
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A MediaNoche |+18|
Romansa-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos. -Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien. Trague nerviosa de ver la forma...