Capítulo 4

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Madison

-Y bueno, por último esta la cafetería, los viernes sirven un delicioso pay de manzana con un toque de canela exquisito, te lo recomiendo-. Sonreí.

Nate miro la cafetería con detalle asintiendo con la cabeza hasta llegar a mi, sonreí nuevamente pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. La guía que le había dado al nievo profesor fue muy agradable, la verdad es que Nate era un hombre muy educado y divertido, claro que era un poco serio pero cuando decía algo gracioso uno si comenzaba a reír, lo que no pude evitar notar es como muchas chicas no evitaban mirarle con una cierta mirada que solo indicaban que les llamó la atención.

-Muchas gracias por la guía-. Agradeció.

Asentí con la cabeza.

-No tienes nada que agradecer, espero te haya gustado la universidad-.

-Si,... -.

Ambos nos quedamos en silencio por un segundo y yo comenzaba a sentirme incómoda, cuando había silencios prolongados me sentía nerviosa y a veces deseaba sslir corriendo ¿Qué más podía decirle a Nate? Con el pequeño tour que le di en la universidad solo me hacía preguntas de algunos horarios, la biblioteca, le conté como eran algunos profesores como el profesor López de psicología, era un hombre serio pero que olía a cebolla y más cuando los miércoles traía de almuerzo de un sándwich de frijoles, con jamón de pavo, lechuga y claramente cebolla así que lo mejor que podía hacer era evitar que se le acercará ya que le gustaba acercarse hablar y sobretodo escupia mucho cuando lo hacía y era realmente asqueroso. Y así seguí contándole sobre nuestros compañeros de trabajo.

-Bueno, sino se te ofrece algo yo... -.

-¿Quieres tomar un café conmigo?-. Lo mire sorprendida-. Ahora quiero oír un poco de ti-.

Caminamos a una de las mesas de la cafetería.

Joder que podía decirle, la verdad es que no era alguien que le gustará mucho hablar de su vida privada con la gente, solo Maggie era la única que sabía algunos detalles de ella porque teníamos tiempo conociéndonos y le costó trabajo el que yo me abriera con ella. Maggie había ido muchas veces a la casa, había convivido con mis hijos y Max, el cual no le agradaba del todo y menos después de lo que había pasado. Pero era la única que conocía más de mí como Madison, la mujer divorciada, madre y la mujer que yo era fuera de un aula de clases.

Solté un suspiro sin saber como poder hablar de mi con él, como dije no era de contar sonre mi vida con nadie, ni siquiera con mis padres que no tomaron del todo bien el divorcio con Max, ni entendían el porqué tome la decisión, mis padres eran personas más tradicionales que alguien pudiera conocer, para ellos casi el divorcio era como un pecado que una mujer o una pareja pudiera cometer en la vida, así que cuando les conté de la infidelidad de Max ellos solo dijeron que debía perdonarlo y seguir como la familia que debíamos ser, pero me negué, la única que me había entendido era mi hermana menor, solo era menor por unos años pero me había apoyado con todo lo que estaba pasando y más Maggie.

-Pues no sé que decirte la verdad, no soy alguien que cuente su vida la verdad-. Me encogí de hombros.

Nate me dio una sonrisa de lado, era tierna.

-Yo tampoco soy alguien que cuente de su vida, pero puedo decirte que soy un hombre separado, con una hija de siete años y que a pesar de que me veo joven en realidad no es así-.

Reí levemente cuando al final me guiño un ojo, nunca pensé que fuera viejo le calculaba mi misma edad.

-¿Que edad tienes?-. Pregunté interesada.

Nate cruzó sus brazos en la mesa en una pose muy jovial.

-Cuarenta y uno-.

Mis ojos se abrieron como platos al oír su edad, joder, realmente pensé que era más o menos de mi edad no lo aparta.

-Por eso no me gusta decir mi edad, porque no me creen que la tenga-. Soltó él con una sonrisa.

Negué con la cabeza pero una sonrisa se pinto en mi rostro, cielos eso si que no lo esperaba.

-Vaya quien lo diría, pensé que estabas en los treinta-.

-Para nada, tengo cuarenta y uno-.

Y con esa sorpresa comenzamos a platicar un poco más sobre nosotros o más bien él un poco más que yo. Me platicaba de su hija, Ivana, una niña muy linda ya que me había enseñado algunas de las fotos que tenía con ella en algunas de la vacaciones que tuvieron en Florida por le cumpleaños de ella, jamás había imaginado de que estuviera al igual que yo, divorciado, su matrimonio había durando lo que su hija tenía de edad excepto por un año, osea seis, todo iba bien la relación de novios y luego como una pareja comprometida pero durante su matrimonio comenzó a desgastarse y ya no tenía la chispa que antes, ella y él se iban alejando más y más hasta el punto de preguntarse ¿Qué estamos haciendo? Fue ahí donde decidieron que era momento de decir adiós, eran buenos amigos y más por su hija, eso fue algo muy lindo y admirable de ellos al terminar así una relación, no como yo.

No entendía que era lo que quería Max de mi, parecía que no deseaba divorciarse y en otra parecía que si, ya no lo entendía, yo le seguía queriendo y estuve mal sin él, después de la tristeza vino el enojo seguido de la irritación, Max me irritaba mucho. Pero no podía deshacerme de él, era el padre de mis hijos.

Cuando había llegado el momento de irnos a nuestras aulas para dar clase nosotros seguíamos y seguíamos hablando pero ahora con más fluidez, jamás me había divertido tanto con alguien como estaba pasando el momento con Nate.

Él me acompaño hasta la puerta de mi aula y solo nos miramos.

-La verdad tu ex es un idiota, eres divertida-. Me sonroje al instante-. Oye el viernes ire con unos amigos a un bar ¿Quieres venir conmigo? Y puedes llevar a Maggie o a quien quieras-.

No era una persona mucho de salir a dar la vuelta o incluso de ir a bares, pero tenía que darme la oportunidad de salir y de gozar, además de que Max pasaría por los niños ese día, porque no, salir un rato no me haría nada mal además con Maggie me sentía más en confianza teniéndola al lado.

-Claro que si, me agrada la idea-. Sonreí.

La campana comenzó a sonar y los chicos entraron al aula.

-Perfecto, nos vemos el viernes-.

Asentí con la cabeza medio atontada por lo que estaba sintiendo y era emoción, estaba emocionada de poder salir un viernes por la noche, solo esperaba que no fuera como mis citas anteriores que fueron un... Un momento ¿Es una cita o una salida de amigos? ¿Somos amigos? No lo sé, pero sea lo que fuera, la etiqueta que fuera me gustaba y solo esperaba pasarla bien.

A MediaNoche |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora