Madison
Sentía la fresca arena en mis pies y como las ligeras olas pasaban por ellos refrescando mi planta, volví a tomar una exhalación llenando mis pulmones de fresca brisa de amar, por una vez me sentí tranquila y amaba la sensación que tenía en ese momento a pesar de que tenía a mi padre a un lado de mí sin decir nada y por un instante le agradecí que no dijera nada ya que estaba amando ese silencio.
-¿Como estás?-. Preguntó él mirándome por un momento.
Nuestros ojos se encontraron pero yo solo pude encogerme de hombros ante esa pregunta. ¿Cómo estaba? Realmente no tenía la respuesta ante ello, no tenía idea de la forma en cómo debería de sentirme. Luego de irme y llegar a la casa de mi desaparecido padre me desconecte del mundo, no deseaba saber de nada ni de nadie ya que Maggie, Nate y Max no dejaban de mandarme mensajes para saber en donde estaba y que deseaban darme ¡Todos! Una explicación de lo que había ocurrido, pero ya estaba cansada, cansada de oír explicaciones que para mí estaban muy claras y no necesitaba de que alguien viniera y me dijera más cosas, estaba cansada de creer en las personas en especial los hombres, creía que tenía la mejor amiga y que siempre nos contábamos toda la verdad, ahora entendí que no existía la verdadera amistad y que la gente sin importar quien siempre te iba a lastimar. Estaba débil, podría decirse que así me sentía, débil muy débil.
Mi padre detuvo su caminar colocándose delante de mí impidiendo que yo siguiera mi paso, se cruzó de brazos sin dejar de mirarme y solo acercarse un poco a mi.
-Se que no he sido un gran padre para ti y que me perdí muchas cosas de tu vida Madison, pero sólo quiero que sepas que puedes contar conmigo-. Se sincero.
Suspiré y me abracé a mi misma, era realmente extraño para mí el estar delante de él después de muchos años de no verlo, debo decir que cuando me reencontré con mi padre fue algo extraño y secreto.
Nos volvimos a ver unos días antes de que me casara con Max, me fue a buscar a la universidad en donde ya comenzaba hacer mis docencias como maestra de historia, me había sorprendido por completo cuando lo vi en mi clase, no entendía cómo fue que le había encontrado mí como supo en donde estaba pero no quise indagar porque me sentía con los sentimientos encontrados, luego de tanto tiempo había vuelto a Washington y nos habíamos vuelto a ver ya que la última vez que lo vi fue cuando yo tenía unos diez años sino mal recuerdo y no lo volví a ver, se había ido de casa sin decir nada ni siquiera se había despedido de mi solo supe que se fue porque mamá le había pedido que se fuera y que no volviera más y cuando lo vi en mi salón mi corazón se puso como un loco al ver a mi padre. Me sentía feliz y enojada al mismo tiempo de que él estuviera ahí.
Hablamos por unos cuántas horas ya que su vuelo a México sería pronto y solo deseaba verme para saber cómo estaba, le conté que estaba por casarme con un hombre magnífico y que lo amaba mucho, no invité a mi padre a la boda porque sabría el escándalo que mi madre armaría si se enteraba que lo invité, si de por si estaba muy renuente a que no le casara con Max si sabía que mi padre estaba ahí ¡Todo se saldría de control! Mi padre me dio su número en caso de que deseara verlo o si necesitara algo, pero no, no necesite de él por muchos años como para necesitarlo en ese momento, hasta ahora, claro que sabía de la existencia de sus nietos tampoco lo privé de eso, son sus nietos y merecía al menos conocerlos.
-¿Porque te fuiste de casa?-. La pregunta salió por si sola.
Mi padre soltó un suspiro con nostalgia, se cruzó de brazos mirando por un segundo el mar azul que nos recordaba y volvió a mi.
-Porque sabía que si me seguía quedando a lado de tu madre le seguiría haciendo daño y además de que nuestro matrimonio se estaba yendo en picada-. Dijo con seriedad.
Tenía unas granas enormes de comenzar a llorar por las palabras de mí.
-¿Y yo? ¿Dónde quedé?-.
Mi corazón con fuerza en mi pecho ante la sensación que sentiría por su respuesta.
-Tu madre me pidió que no te buscara y que me alejara de ti-. Confesó.
Esa sensación en mi pecho podría describirla como, miedo y decepción.
-Y tu cómo buen hombre obediente le hiciste caso ¡Y me abandonaste!-. Las lágrimas salieron.
Muchas veces me sentía como la culpable de que mis padres se hubieran separado, cuando le preguntaba a mi mamá de cuando iba a volver papá de su largo viaje ella solo me decía que no volviera a preguntar sobre él y yo no lo entendía porque mi mamá me hablaba así o de mi padre, cuando me dijo que él se había ido porque la había traicionado de la forma más vil y cruel y que él estaba muerto para ella y para mí también y que así debía ser. Mi corazón se había roto por completo porque mi papá se había ido sin decirme adiós ni nada, no supe de él por muchos años.
Mi padre se acercó lo poco que nos quedaba de distancia para así tomarme de mis brazos y abrazarme mientras que yo me deshacía en lágrimas, había extrañado a mi padre y me hizo falta muchas veces, siempre deseaba que mi padre volviera a casa y me dijera que me llevaría con él y que nunca me dejaría, tener peleas con el, deseaba que mi padre hubiera conocido a Max y lo interrogara para saber cuáles eran sus intenciones conmigo, que me entregara en el alta dándole un último beso de despedida y que me dijera que todo estaría bien y que si él me hacía algo se las vería con él, aunque la amenaza no fuera en serio. Pero mi padre volvió solo cuando ya estaba con mi vida hecha y que creía que mi vida estaba en un momento bueno.
-Nunca fue mi intención abandonarte, siempre quise volver por ti pero me acobardé y no podía, tenía pánico de tu reacción, pero no he dejado de amarte Madison, eres la niña de mis ojos aunque ya seas unas mujer-.
Le correspondí el abrazo a mi papá y lo abracé con fuerza y él a mi, realmente necesitaba a mi padre.
Mi padre limpio mis lágrimas dándole un beso en la mejilla.
-Ven, vamos a que conozcas un poco de Cancún-. Sonrió para animarme.
Yo solo le correspondí aquella sonrisa para así volver a caminar por la playa.
![](https://img.wattpad.com/cover/316788871-288-k549885.jpg)
ESTÁS LEYENDO
A MediaNoche |+18|
Romansa-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos. -Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien. Trague nerviosa de ver la forma...