Capítulo 20

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Madison 

Solté un suspiro pasando mi mano por mi cuello, me sentía un poco tensa y es que Madeline me ponía de ese modo cuando la miraba y la recordaba, se que deberí de jar de pensar en el pasaod, pero a veces eso me atormentaba por completo, no dejaba de pensarla y la cara de placer que tenía mientras Max la follaba como una jodida bestía, me ponía tan enferma de solo recordarlos a ambos gozando del placer, porque sabía que ese placer me lo hacía a mi y me hacía sentir de esa forma ¡Agh! debo solo dejar de pensar en eso y en aquel recuerdo tan jodidamente enfermo, lo odiaba por completo. 

Luego de ver a mi hermana fuera de la libreria,Nate quiso saber quien era ella, no podía mentirle porque me había visto algo alterada luego de estar cerca de Madeline y le dije que era mi hermana y que hace años tuvimos problemas, por alguna razón me daba vergüenza de que Nate supiera de que Max me había engañado con mi hermana menor, él fue un caballero y no me insistío para saber más, así que nos llevo a su departamento, que por cierto era muy elegante y hermoso, de dos pisos, estaba muy impresionada de su hogar, no h¿era muy hogareño parecía más el departamento de un soltero y era claro, pero tenía fotos de su pequeña hija por fin la había conocido al menos en foto, era una niña muy linda tenia los mismo ojos que el papá. Nate pidio algo de comer, pizza y eso a Derek le encanto ya que amaba la pizza y yo tambíen, preparamos lel sofá que se volvía en una cama, pusimos unas sabanas y comenzamos a ver Toy Story y yo me sentía como toda una niña al ver esa pelicua, me encantaba por completo. 

De esa pelicula pasamos a más películas de Disney, era un momento tan lindo que estaba viviendo con Nate, era muy familiar y tan hermosos que jamás lo olvidaría, los niños cayeron por completo dormidos así que Nate sugirio que nos quedaramos en su casa ya que era algo tarde y era verdad, él día se había ido por completo viendo películas y comiendo y no deseaba salir a la calle con los niños, así que me ofreció un habitación para que mis hijos durmieran y yo acepte muy agradecida. 

Al bajar a la sala de estar vi que Nate estaba en el sofácama con dos copas de vino y yo solo pude sonreír. 

-Si era en serio lo de la copa de vino frente a la chimenea-. 

Tomé asiento a un lado de él, me entrego mi copa y yo no pude esperar más para darle el trago a ese bebida alcoholica que estaba fría, al sentir el licor bajar por mi garganta, lo sentí tan bien que un suspiro salío de mis labios. 

-Yo simple cumplo lo que digo Madi-. 

Chocamos las copas y bebimos, nos miramos a los ojos y yo solo podía sentir que todo mi cuerpo se estremecío cuando su legua paso por sus labios, joder lo que esa lengua podía hacer y lo que debería de hacer ¡Carajo que pensamientos los míos! hasta yo mismo me soprendo ¿Por qué estaré pensando de esa forma? no lo sé, pero me gustaba la sola idea. 

-Madi, puego hacerte una pregunta-. 

-Claro ¿Que ocurre?-. Sonreí. 

Nate se acomodó mejor el sofá acercandose a mí, paso un mechón de cabello detrás de mi oreja, ese solo acto de su mano tocando una parte de mi rostro me hizo sentir muchas cosas extrañas, pero que me gustaban ¿En que momento Nate se metio tanto en mí? no lo sé, esto fue algo realmente inesperado. 

-¿Qué paso entre tu y tu hermana?-. 

Mierda, tenía que haber sospechado que me iba a preguntar por ello, suspire y mire a otro lado por unos cuantos segundos y volví a él. 

-Hace unos años...vi a mi hermana y Max teniendo sexo en nuestra casa y en nuetra cama, la cama que nosotros compartiamos momentos tanto íntimos como momentos con nuestros hijos...pero eso no fue lo peor de todo, no-. Solté una risita con dolor-. Ella se enamoró de Max y lo grito en una cena de acción de gracias, me sentí tan avergonzada-. 

A MediaNoche |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora