Madison
Mi corazón latía con fuerza, mis ojos abiertos tan Grande que podrían salirse de mi cabeza y mi respiración se había atorado por un momento y yo estaba completamente estática ya que sentía que si me movía iba ir directamente al suelo.
-Veo que no lo esperaba-. Comentó ella mirándome con preocupación.
Negué con la cabeza, las manos me sudaban por completo y una rara sensación recorrió todo mi cuerpo. Una lágrima salió de mis ojos pero al instante la quité con mis manos, tenía miedo, mucho miedo y no sé qué iba hacer, tomé todo el aire posible para recompensar el que me hacía falta.
-La verdad, no-. Reí nerviosa-. Pero muchas gracias por todo doctora-.
Me puse de pie para estrechar la mano con ella y así salir del consultorio, mire a las personas que estaban en la sala de espera que se veían algo desesperadas y al mismo tiempo algo acalóralas ¡Y como no! Estaba haciendo mucho bochorno y eso que apenas estábamos en enero y estaba haciendo un maldito bochorno que ni con el agua fría se podía calmar el calor corporal. Al salir del hospital volví a jalar un poco de aire y pensando en lo que iba a pasar ahora, no pensé que esto fuera posible o que al menos pasaría en algunos años pero no ahora, estaba sola, en cierto punto, ya que contaba con mi papá y Carmen.
Desde hace dos semanas había comenzando a sentirme mal, sentía mareos y ascos además de que mis antojos estaban a todo lo que daban y fue ahí donde me di cuenta de que...estaba embarazada y lo mas raro era que seguía menstruando así que mi padre me mandó con la doctora de Carmen para que me diera una revisada y así fue, me hizo estudios los cuales fueron al instante y fue entonces que le dijo que estaba embarazada de casi tres semanas, tres semanas de embarazo.
Mire la hoja que estaba en mi mano, era el primer ultrasonido de mi bebé, no se podía ver del todo bien ya que era muy pequeño pero estaba ahí formándose y lo que seguiría era quitarle el DIU porque podría lastimar al bebé ¡Al bebé! Joder, en verdad no podía creer que esto estuviera pasando y que iba a ser madre por tercera vez, nuevamente una lágrima salió y no la interrumpí deje que siguiera su camino por mi mejilla.
Sería mi primera embarazo sola, completamente sola ya que al menos Max estaba presente en mis antojos y en lo que necesitaba, bueno, si es que no estaba en el trabajo o en algún otro lugar...¿Debería llamarlo? No, no, no, que se joda por idiota.
Subí al auto para ir al trabajo de mi papá, en estos días que he estado viviendo con él pude conocerlo un poco y en su vida en Cancún, tenía una granja y digo tenia porque en realidad el lugar era del padre de Carmen quien miró hace algunos años y se los dejo para la administraran para no dejar el negocio, la granja por así decirlo, yo digo que era algo parecido a un parque acuático con hotel, la gente iba y se quedaba a dormir o solo a pasar el tiempo en familia, mi padre tenía algunos animales tanto exóticos como caballos para que la gente que era cursi y deseaba pasar un tiempo agradable podría cabalgar a la orilla de la playa ¡Cursilería! Mi padre administraba todo ello.
Había tenido la oportunidad de poder conocerlo en el ámbito laboral y el ámbito personal, nos fuimos acercando poco a poco y eso le reconfortaba además de que los niños lo querían, más que a su abuela.
-Buenos días Madison-. Saludo Lupita.
Lupita, la hija de Carmen e hijastra de mi padre. Que podía decir de ella, la verdad, era una chica muy linda y dedicada a su vida y trabajo, se había caso con Guillermo el capataz de los caballos, él se encargaba de que ellos estuvieran listos en todo aspecto y ella estaba encargada del restaurante y un poco de la administración de los alimentos. Cuando la conocí creí que sería de esas chicas desagradables que solo son hijas de papi, pero no, él era linda y muy amable.
-Buenos días Lupita ¿Y papá?-. Le sonreí.
-Esta con Guillermo y Julian-. Señaló con la pluma en mano hacia la otra salía de la recepción.
Le agradecí y fui hacia la salida.
Al salir vi a mi padre reunido con el esposo de Lupita y con un hombre alto de espalda ancha y parecía que tenía los brazos cruzados.
-Hola papá-. Lo salude.
Mi padre me sonrió dándome un beso en la mejilla.
-Hola cariño, Julian le presento a mi hija Madison-. Me presentó.
Al mirar al hombre delante de nosotros podría decir que era realmente atractivo, cabello ligeramente rubio con algunas canas a los lados de este, cejas pobladas, labios gruesos, ojos verdes aceitunados, alto muy alto y buen cuerpo.
-Que tal, mucho gusto Julian Acosta-. Estiro su mano y yo correspondí su saludo.
-El gusto es mío, Madison Bernanke-. Sonreí poco y me giré a mi padre-. Papá cuando termines podríamos hablar por favor-.
-Claro que si cielo, ve con Lupita y te voy a buscar ¿Si?-.
Solo asentí con la cabeza y pedí permiso a los hombres para retirarme.
Desde la ventana que daba la parte trasera de la recepción podía ver a mi papá y a Guillermo que estaban aún con Julián mirando a los caballos y señalando no sé qué cosas que estaban dentro de un pequeño estacionamiento o al menos así yo le decía donde metían a los caballos para darles mantenimiento y ponerlos lindos para cuando fueran solicitados.
-Julian Acosta-.
La voz de Lupita le asustó cuando la sentí a mi lado, la mire por unos segundos y vi como sonreía hacia donde estaban los hombres para darme una pequeña sonrisa picarona.
-¿Lo conoces?-. Pregunte y no se porque.
Lupita guiñó un ojo moviendo un poco su cabello hacia atrás y cruzándose de brazos.
-Todas aquí lo conocen-. Soltó un pequeño gemido-. Es de Puerto Rico ¡Delicioso! Vino a México solo por negocios al principio pero después se quedó, se enamoró de Cancún, es un hotelero que desea afiliarse con nosotros además de que es buen amigo de Douglas, hombre soltero y cotizado-.
-¿No es casado?-. Pregunta tonta hice.
-¡No! ¡Que va! Julian nunca se ha casado ni nada y no tiene hijos solo se dedica a los hoteles ¡Además! Déjame decirte que para los cuarenta y siete que tiene ¡Uff! Se ve delicioso-.
Ambas reímos u más yo por el tono que usaba ella para referirse a la edad de Julian. Seguimos mirando a donde estaban los hombres que comenzaron a caminar hacia la recepción por lo que Lupita y yo salimos corriendo colocándonos en una pose "Casual" según nosotras ya que cuando entraron ambas estábamos mirando la computadora como si algo interesante estuviéramos viendo.
-Bien Douglas nos veremos luego para ver la adquisición de nuevos sementales-. Comentó Julian.
-Claro que si, nos vemos luego amigo mío-. Sonrió mi padre con orgullo.
Los tres se despidieron con un apretón de manos y cuando el Puerto Rico se giró hacía nosotras solo se despidió con una sonrisa.
-Madi ¿Que dijo la doctora?-. Preguntó mi padre acercándose a mi.
Solté un suspiro y las miradas de las tres personas fueron directamente a mí a la espera de una respuesta.
-Si, estoy embarazada-. Lo solté.
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A MediaNoche |+18|
Dragoste-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos. -Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien. Trague nerviosa de ver la forma...