Madison
-Es un idiota, de verdad-. Escupió Maggie bebiendo de su cerveza.
Solo me encogí de hombros sin darle mucha importancia a lo que le había contado a mi mejor amiga, luego de aquel momento que vive con Max en la posada ese mismo día o más bien esa misma tarde le pedí que me trajera a casa ya que no me sentía del todo bien, ya decía que era mucha belleza para que fuera realidad, su forma de actuar si me había asustado por un momento pero no iba a dejar que él me tratara como si fuera su maldita muñeca, no, ya no se lo iba permitir por eso me revele ante él, estaba harta de que él se creyera con el poder de controlarme, no, no iba dejarlo hacer eso conmigo, me tenia harta. Por un momento me había sentido bien estando nosotros cuatro como una familia, me gustaba esa sensación de paz y de tranquilidad y la felicidad de mis hijos de que sus papás estuvieran juntos, pero también una parte de mi se sentía completamente rara y al mismo tiempo bien, era como si el pasado volviera a mi y me golpeara con fuerza ¿Qué estaba haciendo con mi vida? no lo sabia, me puse a pesar nuevamente en que me estaba acostado con dos hombres al mismo tiempo, bueno no tal literal pero que al menos estaba teniendo una aventura con ellos.
Pero me gustaba lo que sentía, me gustaba lo que vivía y claramente me gustaba lo que estaba experimentando, algo nuevo, algo que jamás creí que pudiera pasarme, ambos me gustaban, volvía a tener ese gusto extraño por Max, era como volver al día en que lo conocí en esa fiesta de Navidad, todo fue tan lindo y espontaneo, el romance surgió al igual que la pasión la cual se termino cuando llego Derek y entonces todo se fue directamente a la mierda, pero ahora que he estado con él algo dentro de mi se sentía deseada, me sentía deseada y no solo por Max, sino también por Nate, dos hombres completamente atractivos me deseaban y yo los deseaba, era una deseo tan irreal y tan único que no me cansaría de tenerlos a los dos, pero la cosa era que, comenzaba a sentir cosas por Nate, era cariño además de algo más, si sentía amor, el me demostraba amor todo el tiempo y cariño que sentía por mis hijos.
Creo que me había enamorado de Nate y además algo más estaba surgiendo por Max, lo quería, ese cariño volvía a crecer en mi y me enojaba sentir cariño y deseo por la persona que me lastimo y que me hizo daño, una parte de mi me decía que dejara a Max para poder estar mejor con Nate, pero también quería estar con Max pero no en el plano amoroso, no, no sabía si él volviera a lastimarme porque Madeline seguía aun en la ciudad y no entendía porque ¿Qué era lo que quería? ¿Por que seguía aquí?
Estos hombres más mis sentimientos me harían volverme completamente loca, si, me volvería loca.
-Lo sé, Maggie no sé que hacer en verdad-. Recargue mi cabeza sobre mis brazos para poder cubrir mi rostro.
Sentía una vergüenza por completo, le había contado todo a Maggie sobre lo que había pasado en el viaje con Max y sobre como se puso y sobre lo que sentía por Nate, no quería lastimar a nadie, no, eso no lo deseaba.
-Cariño, ya lo resolverás, por el momento solo enfócate en tu libro si...-. Beso mi cabeza.
Alce la cabeza para mirarla y ella solo me sonrió.
-Me dirás lo que paso con esa amiga que traicionaste-.
Maggie soltó un suspiro y asintió con la cabeza.
-Fue hace unos años, su nombre era Karina, éramos mejores amigas de toda la vida y bueno en su cumpleaños todos fuimos a un bar, había notado algunas actitudes raras de su novio hacia a mi pero no le tome la mayor importancia, por lo que en la fiesta comenzamos a beber como si se fuera acabar el mundo-. Bebió de su cerveza-. Y a media noche salía fumar un cigarrillo y ahí estaba él también, y de pronto estabamos hablando de cualquier cosa y cuando menos me di cuenta estabamos cogiendo en su auto-.
Una lagrima salió de sus ojos pero fue borrada por completo esa lagrima por su mano que no permitió que e tocara del todo la mejilla, dio fin a su cerveza para pedir una más. Recargo su cabeza en su mano para medio recostarse en la barra.
-¿Y qué paso?-. Pregunté intrigada de lo que paso después.
-No paro ahí, nos estuvimos viendo por unos dos años, hasta que me enamore...me embarace de él-.
Mis ojos se abrieron por completo al escuchar que mi amiga estuvo embarazada, tomé de mi cerveza al igual que ella para poder digerir lo que estaba a punto de seguir contando.
-Cuando le dije me dijo que no deseaba formar una familia conmigo, me dijo que yo solo era un momento de diversión, un momento que duro dos putos años y yo no deseaba tener el bebé de un hombre que había roto mi corazón...decidí que era mejor terminar con esa vida que con la mía-. Volvió a suspirar-. Cuando conocí a Jensen creía que sería diferente, pero viste que no fue así-.
-¿Como se entero tu amiga?-.
Soltó una pequeña risita de tristeza.
-Enfrente a Brian delante de Karina diciéndole que dijera la verdad sobre nosotros, pero él lo negó todo diciendo que era una loca y que había inventado por envidia, dijo que lo seduje pero Karina estaba tan cegada por él que le creyó y todo se fue a la mierda-.
Cielos, los hombres a veces podían ser lo más maravilloso y extraordinario del mundo pero había algunos que en verdad eran una porquería por completo al jugar con nosotras y tratarnos como una basura o que estabamos locas, era una lastima que a veces la balanza no estuviera bien y eran más los hijos de puta que los buenos. Me acerque a mi amiga para poder abrazarla, no me imagino lo difícil que debió haber sido esa situación en la que estuvo metida, bese su sien y ella solo me sonrio.
-Ya dejemos el pasado atrás ¿Ya viste tu disfraz de Halloween?-. Preguntó ella.
-Si, bueno en realidad los vio, el de sacerdote y yo de monja...sexy-.
Maggie pego su hombro con el mío haciéndome reír.
-¡Uy! de penitencia doce aves Marías y revuélcate-.
Las risas comenzaron hacerse más y más frecuentes mientras bebíamos, no estaba preocupada por mis hijos ya que como cada viernes Max pasaba por ellos, no le dirigí la palabra a Max cuando llego por ellos y no deseaba hablar con él por idiota así que chupe codo, me sentía tranquila platicando con mi mejor amiga, nuestra noche de chicas jamás las cambiaría, claro a menos que alguna de las dos un hombre nos hablara y así fue, un mensaje de Nate se hizo presente en mi celular.
Nate: ¿Quieres venir a mi apartamento?
Madi: Estoy con Maggie en un bar :)
Nate: Voy por ti ¿Dónde estas?
Joder no podía dejar pasar una noche sin Nate Brooks, quería realmente estar con él aunque no fuera sexualmente hablando, deseaba que me abrazara y que me tuviera en sus brazos, pero si podíamos tener un poco de sexo, bueno no estaría nada mal. Así que sonreí y le mande la ubicación de donde estaba.
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A MediaNoche |+18|
Romance-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos. -Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien. Trague nerviosa de ver la forma...