-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos.
-Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien.
Trague nerviosa de ver la forma...
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Max
¿Porque la gente bebía cuando tomaba alcohol? ¿Qué nos daba el alcohol para las penas? ¿Que tenía de esencial?
No lo sabía pero podría decir que se sentía bien beber alcohol luego de sentir una pena y una tristeza creciendo en el pecho y en el alma, estaba jodido o tal ves maldito ¿Eso era? Si tal vez eso era una posible razón, pero creo más que es porque siempre he sido un idiota. Cada una de las chicas con las que estuve en el pasado las engañaba y decía una mentira tras otra, les juraba bajarle la luna y las estrellas, pero sólo eran palabras vacías sin ningún tipo de sentido solo para que ellas estuvieran ahí, pero con Madi llegó a ser un poco diferente ya que a pesar de que la engañaba trataba de bajarle la luna y las estrellas pero todo se fue a la mierda cuando me enfrasqué en mi casa y ser el mejor detective más que mi padre y así dejando a un lado lo que era más importante de mi vida, mi familia.
Y ahora que me encontraba solo sin un maldito perro que me ladrara me sentía perdido y sin ánimos de nada. Mi jefe y mis compañeros me habían organizado una fiesta de celebración por haber terminando con el caso más importante de la estación y por haber acabado con una rata más en el mundo, pero en esa fiesta solo me senté en una mesa a beber y beber completamente solo y como siempre Andy cuidando de mi para que no cometiera ninguna estupidez, para asegurarse de ello me había permitido quedarme en su casa.
Eso fue hace unos días y yo seguía metido en el departamento de ella que compartía con su novia, Aidee, una chica muy linda y ruda, peleadora de UFC y aunque intentara coquetearle ella si me rompería el culo y eso sí me dolería...pero en el ego. Además de que mis ánimos de ser un mujeriego estaban por los suelos, el solo mirar a otras mujeres ya no me provocaba la misma sensación de antes, no sentía aquella necesidad de antes de poder poseer a una de ella y hacerlas sentir bien y que claro me hicieran sentí bien a mí, yo solo tenía cabeza para mi chica ¡Soy un idiota! Y se que parecía patético que estuviera bebiendo por culpas que yo mismo generé pero estaba en mi búsqueda imparable para poder dar con ella y tejiendo tiempo libre por mis vacaciones podría buscarla sin ningún tipo de interrupción.
Pase una mano por mí cabello para así volver a tomar mi botella, joder era realmente patético.
Mire hacia la entrada del bar como una pareja estaba sonriendo y tomándose de las manos, ella se parecía a Madison, su largo cabello castaño con ligeras ondas en este, un cuerpo exquisito con lindas curvas que eran marcadas por el traje que tenía puesto y sus piernas ¡Que piernas! Pero negué con la cabeza si así podría dejar de pensar en que todas las castañas con buenos cuerpos eran ella ¡¿Dónde estaba?! ¿Dónde estaba mi Madison y mis niños?! Extrañaba tanto a mis hijos, los necesitaba.
Mi celular se iluminó en la mesa mostrando un mensaje de mi mamá, ella si que era un hueso duro de roer ya que claramente se había negado hablar conmigo luego del cumpleaños de Madison y sobre la grabación de Nate ¡Idiota!
