Capítulo 21

3K 198 10
                                    

Max

Día de acción de gracias, la verdad es que no tenía nada que agradecer ¿Qué podría agradecer? nada, que mi esposa se este acostando con un idiota que para mi maldita desgracia no tenia ningún pasado tormentoso ni nada, estaba jodidamente limpio, pero lo que si me molestaba es que estuviera saliendo con Madi y que Madi lo mirara como si fuera la persona más interesante del mundo, lo vi y lo note cuando fui a la firma de libros de Madison, jamás la había visto tan feliz y con un brillo en sus ojos, bueno ese brillo lo vi cuando nacieron nuestros hijos, pero ese día, se veía particularmente hermosa y bella que me sentí tan orgullosa de verla hablar tan feliz de su libro y de como fue que logro que saliera como ella deseaba, las mujeres de la librería se veían tan encantadas e identificadas con la protagonista del libro, hacían y hacían tantas preguntas y Madi estaba tan feliz. Solo yo podía mirarla de lejos, bueno no tan lejos porque estaba dentro de la librería pero lo que odie con toda mi alma eran las miradas que Nate y ella se estaban dando y tenía a mi hija en sus piernas ¡Sus piernas! es mi hija no la de él. 

Eso me hizo molestar mucho, lo deteste por completo y más cuando salieron de ahí se estaban besando ¡Besando! pero lo que me dejo impresionado fue cuando Madeline se acerco a su hermana y Madi la enfrento, pero la pregunta era ¿Por que la insistencia de Madeline para hablar con su hermana? ¿Por que? cual era la urgencia de esa loca para hablar con su hermana, solo pude ver como Madeline se molestaba y bufaba por no se que mierda, pero estaba orgulloso de que Madi le pusiera en su lugar a esa loca de su hermana. 

Debo admitir que cuando conocí a Madeline me pareció una chica linda, tenia al menos uno dieciocho años, tenia y tiene un cuerpo muy sensual, pechos al mismo tamaño que los de su hermana, medianos a la perfección, unas curvitas que te incitaban a tocar y acariciar a toda ahora, notaba algunos de los coqueteos que me hacia Madeline pero pensaba que solo eran juegos de niñas y nada más, pero estaba equivocado, cuando fue a nuestra casa por que había peleado con su madre y yo acaba de tener una pelea muy fuerte con Madison por que estaba siendo egoísta, de eso tarde me di cuenta, me di cuenta que nunca he sido un gran hombre ni he sido la persona que se merecía Madi, pero eso no quiere decir que no la amara y que la siguiera amando. ¡Pero bien! el punto era que fui un verdadero idiota al haber bebido y dejarme llevar por los coqueteos de su hermana y de otras mujeres, por que si, fui infiel ¡Lo aceptaba! no fui un hombre fiel ni cuando éramos novios ni cuando nos casamos, imbécil patán era lo que era. 

Pase una mano por mi cabello, lo había recortado un poco ya lo tenía echo un verdadero desastre, me veía joven, no tanto pero me veía muy bien, a veces puedo ser un poco ególatra siempre cuando se puedo.  El sonido del timbre comenzó a sonar, según yo no iba a esperar a nadie ¿Tal vez sea Madison? si, puede que sea ella. 

Salí de mi habitación lo más rápido, no podía dejarla pasar la oportunidad de estar con ella y mis hijos, joder sería como años atrás antes de la tragedia. 

-Madi...-. Pero en lugar de encontrarme a mi chica de ojos azules me encontré a mi ex suegra ahí parada con seriedad-. Carol, hace siglos que no nos vemos ¿Qué tal las momias?-. 

-Que gracioso, siempre tan divertido Max me muro de risa-. Rodó los ojos. 

Debo decir una cosa más, Carol y yo fingíamos llevarnos bien y tenernos cariño, pero sinceramente Carol era un verdadera bruja, jamás me ha querido ni nada por el estilo, digamos que solo fingíamos por Madi, pero el odio era completamente mutuo. 

-¿Que haces aquí?-. 

-No vengo a quitarte mucho tiempo querido-. Se adentro a mi casa sin permiso yendo a la sala para tomar asiento en el sofá-. Madeline me dijo que vio a su hermana y al parecer ella sigue molesta ¿Tu lo sabías?-. 

Me encogí de hombros y me senté delante de ella. 

-¿Qué es lo que quieres Carol? digo, para que te dejes de preámbulos-. 

-Quiero que te alejes de ambas, no te acerques a ninguna de mis hijas, suficiente hiciste con engañar a mi hija con su hermana y luego usar a mi hija menor ¡Me oíste!-. Se levanto con rapidez del sofá.

-Yo no tengo la culpa de que tu hija sea una zorra, y no me voy alejar de Madi porque ella es madre de mis hijos y yo la amo a ella, así que no me vas a prohibir nada ¿Me oíste tu? y sino quieres que te ponga una demanda por amenazas más vale que dejes de meterte donde nadie te llama, Carol-. 

Me levante y ambos nos miramos a los ojos con reto, ella será la madre de la mujer a la que quiero pero eso no quiere decir que le tolere todo, ella nunca a valorado a Madison y cuando se entero lo que ocurrió con Madeline no dijo nada pero se que lo gozo lo pude notar en su cara, sabía que Madi era el vivo retrato del padre de mi esposa, el cual se había ido para irse con su amante más joven que él, siempre son así luego los suegros. Por eso Carol era así. 

-Te lo advierto Max-. Refunfuño. 

-Y yo te lo advierto Carol, no me alejaras de mi familia ni de Madi, ella volverá a ser mi esposa ni nadie ni tu harán que eso se impida , así que si me disculpas, tengo que ir por mi familia para la cena de acción de gracias, cuídate suegrita-. 

Carol enmarco una ceja rápidamente, pero no dijo nada más solo dio media vuelta para salir de mi casa, maldita bruja. 


A MediaNoche |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora