Maratón 3/3
Madison
Nuestras lengua se acaricaban con deseo, Nate tomaba mis trasero con posesión mientras que yo no dejaba de enredar mis manos en su cabello dandole leves jalones haciendo que ligeros gemidos salieran de su garganta, nos separamos por unos segundos para mirarnos a los ojos y yo le regale una pequeña sonrisita. Fui bajando mi mano sobre su pecho hasta llegar a su entrepierna que estaba completamente dura, mierda este hombre ya estaba listo para mi así que guíe su mano a mi falda para que adentrara su mano ahí y pudiera tocarme y sentir lo humeda que estaba, un gemido salio de mis labios cuando sus dedos comenzaron a moverse en pequeños circulos en mi intimidad.
-Estas tan lista para mi, nena-. Susurro Nate sobre mis labios.
Me sostuve con una mano sobre su hombro, pegue mi frente sobre la suya, la ventaja de los tacones es que no quedaba pequeña así que puedo estar un poco a su altura.
-Siempre estoy lista para ti-.
Me gire para ahora quedar delante de él mientras movia mi cuerpo de forma sensual, las manos de Nate recorrian mi cuerpo de arriba abajo seduciendome con sus manos, sus labios estaban sobre mi cuello y mis ojos fueron directamente a Max que seguía mirandonos con seriedad, sonreí con picardía cuando tome las manos de Nate para que las colocara en mis pechos y las fui guiando hasta que las adentre nuevamente en mi falda, el dedo pulgar de Nate se coloco en la hendidura de mis labios veginales, realmente estaba excitada y más por la mirada de mi ex marido que me estaba dando mientras segupia bebiendo de su ponche con alcohol.
Me gire un poco para alcanzar los labios de Nate y besarlo, eso le gusto por no paraba de moverse detrás de mi como si estuviera cogiendome. Al separarme de él volví la mirada hacia donde estaba Max pero él ya no estaba ¿A donde fue?
Mire por todos lados pero no lo veía ¿A donde fue?
Mi pregunta se fue al demonio cuando de pronto se puso delante de mi ¡Ay carajo! los hombres que me gustaban estaban uno delante de otro ¡Y ahora que!
Me hice un lado para poder mirarlos a los dos, pero ellos se miraron pero de una forma completamente diferente y entonces los dos se giraron a verme sin decir nada hasta que ambos me tomaron de la cintura para colcoarme en medio de los dos, Max delante de mi y Nate detrás, los dos no me soltaban de la cintura y comenzaron a bailar de acuerdo a la canción de Two Feet I feel like i'm drowing, la canción no podria ser más que perfecta.
Los dos no dejaban de tocar mi cuerpo, mis manos fueron directamente al pecho de Max para subirlo hasta sus hombro, la mirada de Max era deseosa y profunda, se acerco a mi cuello para besar mi lado derecho y Nate del lado izquierdo ¡Puta mierda! sus labios estaban haciendo maravillas en esa sona, mi piel se me puso de gallina, los aleje a los dos de mi para verlos a mabos que se quedaron quietos por un momento y entonces bese primero a Max adentrando me lengua a su boca estuve con el por unos cuantos segundos para ir ahora con Nate haciendo lo mismo con Max y por ultimo los bese a los dos al mismo tiempo.
¡Un beso de tres! ¡Estoy haciendo un beso de tres! no puedo creer lo que estaba haciendo con ellos, se estaba cumpliendo ¡No lo puedo creer! Me aleje de ellos y hacerlo la mirada de los dos era de sorpresa pero además de la sorpresa parecía que algo paso su mente como por la mía. Les sonreí y me di media vuelta abriendome paso entre la gente, no sin antes de darles una ultima mirada a los dos para que entendieran que era lo que quería, ellos creían que me iban a tener para solos, pero no, los iba a compartir y ellos a mi, yo los iba follar no ellos a mi, ahora sería yo quien tendría el control sobre ellos, ahora ellos sabría que quien era la que mandaba.
Subí a mi habitación quitando el valo de monja para así subir a mi cama a gatas hasta llegar a todas mis almohadas recostandome en ellas y a los poco segundos la puerta de mi habitación se abrio dejando ver dos cuerpos masculinos, un sacerdote y un tudor, ambos se quedaron a los pies de la cama mirandome, me sentía una jodida Diosa y desoesa de que dos hombres sexy me tomaran y me hicieran completamente suya y yo los haría míos.
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A MediaNoche |+18|
Romansa-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos. -Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien. Trague nerviosa de ver la forma...