Capítulo 43

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Max

-Ya me voy-. Anuncie. 

-¿Seguro te sientes bien para volver Max?-. Preguntó Madison preocupada. 

Deje mi chaleco antibalas en la mesa del pequeño comedor de la cocina, me acerque  hasta ella cojeando un poco y con una muleta bajo mi ala, la tome de la cintura para acercarla a mi y besar su nariz lo que hizo que ella soltara un pequeña risita con su nariz, amaba cuando hacia eso y más ese pequeño gesto cuando la besaba ahí. Ella enredo sus manos en mi cuello, bese su frente y Madison levanto su mirada, se veía realmente preocupada de que me fuera al trabajo, pero doctor me dijo que podía hacer mi vida normal solo teniendo un poco de cuidado además de que mi pierna estaba sanando a la perfección y eso eran buenas noticias, al menos para mi lo eran pero para mi chica no lo eran, ella deseaba que esperara un poco más de tiempo para tener una recuperación adecuada pero en verdad lo único que deseaba era terminar el trabajo que tenia pendiente para así pedir mis vacaciones y poder llevar a mi familia a algún lugar, uno lindo. 

Tome el rostro de Madi para así darle un pequeño beso, uno tierno y sencillo, recargamos nuestras frentes sin perder el contacto visual. 

-No quiero que nada malo te pase-. Confesó. 

-Tranquila cariño, todo estará bien, espero terminar todo esto para así estar al cien para ti, además de que ya estamos a pocos días de navidad y de tu cumpleaños ¿Qué quieres que te regale para ese día?-. Bese nuevamente su nariz. 

Madi se alejo de mi posando sus manos ahora en mi pecho el cual recorría de arriba abajo, pero pensativa ante la pregunta sobre su cumpleaños, pero aún que ella no supiera que era lo que deseaba para su día yo tenia algo ligeramente preparado ya que la esposa de un colega del trabajo era la chef de un restaurante lindo, sencillo pero elegante y me ayudarían para que esa noche fuera completamente especial para ella para, solo seriamos nosotros, mi madre y mi hermana, que hacía mucho tiempo que no la miraba ya que se había ido a vivir a Nueva York, ella también era policía así que entendía perfectamente que no nos habláramos muy seguido debido a nuestros trabajos, pero estaba de vacaciones ya que había terminado un caso en el que estaba metida el cual termino con éxito y eso me daba gusto saber de ella, mi hermana, Judith, a pesar de que era la menor era una fantástica mujer. 

-Te quiero a ti...en una cama con un moño en cierta parte que me encanta y tener una noche maravillosa, con una botella de champaña y fresas-. Movía sus cejas de arriba abajo. 

Eso me hizo reír ya que por un momento si me había imaginado a mi mismo en la cama recostado con un moño en mi pene mientras Madi me hace suyo por completo, bueno, más de lo que ella ya estaba haciendo conmigo, esta mujer cada día me sorprendía cada día más de lo que podía hacerme y ella se impresionaba lo que yo le hacía. jamás pensé que el divorcio nos ayudara un poco en ciertas cosas que no habíamos notado que estaban mal en nosotros y más en mí, jamás me había puesto a ver a Madi como la gran mujer que era, lo dedicada que era a su trabajo y a sus libros y que daba todo por nosotros y estaba agradecido de poder estar con ella una vez más. 

-Es una excelente idea, pero yo ya tengo algo planeado-. 

-¿En serio? ¿Qué?-. Se veía emocionada. 

-Tendrás que esperar, pero por ahora debo irme ya-. Bese sus labios. 

-Bien, yo decorare el árbol de navidad con los niños y saldremos a comprar algunas cosas-. Menciono. 

-Bien, solo ten cuidado ¿Ok? te veo más tarde amor-. 

La volví a besar ya dispuesto para irme pero al parecer ella no deseaba que eso sucediera por lo que me volvió a jalar hacia ella tomándome de mi rostro para darme un beso jodidamente caliente que me gusto lo que hizo, ya que adentro su lengua en mi boca mientras me tomaba de la barbilla, joder me estaban dando de no irme a trabajar. 

A MediaNoche |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora