Max
Estaba impresionado por el cambio que Madison tenía, aquel rubio se le veía exquisito, jamás pensé que ella se hiciera algo en el cabello porque sabía perfectamente que le gustaba cuidarlo, pero cielos, le quedaba tan bien ese rubio que me dejó como un idiota al verla así y el vestido ¡El vestido! Madre mía era como ver un ángel vestido de rojo que me incitaba a tocarla y desearla a un más, me había dejado sin palabras.
Y ese escote que tenía en la espalda que te enseñaba el camino al pecado, esa línea marcada que se hacía en su espalda hasta llegar a su parte baja ¡Carajo! Jamás pensé quedarme así sin palabras. Se veía tan fresca y tan exquisita.
Como un tonto la seguí, como si de un perro faldero se tratase. Y al verla la espalda descubierta y como se marcaba esa línea sensual me robaba el aliento.
Madi tomo una copa con jugo de naranja con una sombrilla de decoración y al verme delante de mi solo seguí bebiendo aquella copa que no tenía alcohol y lo sabía porque yo me había tomando una ¿Porque no estaba bebiendo alcohol? Ella ama los cócteles.
-Madison yo...-. Iba hablar pero fui interrumpido abruptamente por alguien.
-Madison-.
Entonces un tipo apareció a las espaldas de la ojiazul a lo que ella se giró con una gran sonrisa para poder saludar aquel hombre de cabello ligeramente rubio ¿Quien mierda era ese? ¿Y porque le sonreía de esa forma a Madison? ¡¿Porque ambos se sonreían así?! Madison lo saludo y remero dándole un pequeño abrazo para después girarse hacia a mí pero mi mirada se desvió cuando ese idiota le estaba aún tomando la cintura ¡Porque la estaba tocando!
Trague un poco de saliva.
-Max te presento a Julian Acosta un amigo-. Presento mi esposa.
El tal Julian soltó la cintura de Madi para poder extenderla hacia mí para poder saludarme y estaba renuente hacerlo pero solo lo haría por ella porque no deseaba hacer un escándalo, nos saludamos y seguíamos mirándonos, este idiota de seguro pensaba que iba a quedarse con Madison pero si pude quitar a Nate de su lado este no sería un impedimento para mi, no, no lo sería porque ella era mía ¡Porque todos se entrometen!
-Un gusto conocerte Max, Madi me hablo un poco de ti-. Comentó.
¡Eso a mí que mierda me interesa!
Mi a Madison que tenía una pequeña sonrisa tímida ante el comentario del rubio.
-¡Wow! ¿De verdad? ¿Y te contó que estuvimos casado y que tenemos hijos?-. Bebí de mi copa.
Madison me miró molesta pero yo solo la ignore al único que me interesa era el tipo que estaba a un lado de ella.
-Claro que si, además de que me contó que te acostaste con su mejor amiga y hermana ¿Cierto?-. Sonrió con sonrisa inocente.
¡Ok! Ya no lo tolero más, deje mi copa en la mesa que estaba cerca de mí porque iba a golpear a este idiota pero sino fuera por la mujer que estaba en medio de los dos si lo hubiera golpeado por meterse en donde nadie le ha llamado y sobre todo meterse en asuntos que no le correspondía, además ¿Porqué Madison le contó a un desconocido nuestros problemas? ¿A caso es terapeuta?
-Max-. Me llamó y la mire pero ella se giró hacia el otro-. Julian debo hablar con Max te veo en un momento-.
Ellos se miraron como si con las miradas se dijeran todo ¡¿Que mierda estaba pasando aquí?! Aquel rubio solo asintió con la cabeza para darle un beso en la mejilla ¡Se pasó! Le voy a romper todo en cuanto termine de hablar con Madison porque no voy a permitir que alguien más la enamore ella es mía ¡Mía y solo mía!
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A MediaNoche |+18|
Romance-¿Porqué haces esto? ¿Porqué no puedes dejarme en paz?-. Pregunté frustrada y sintiendo las lágrimas inundar mis ojos. -Porque sigues siendo mía y de nadie más-. Dijo en un tono sombrío que conocía perfectamente bien. Trague nerviosa de ver la forma...