A MediaNoche |+18|

Capítulo 24

Max 

No parabamos de reír, jamás me había de reido de tal forma como lo estaba haciendo en ese momento con mi familia, cuando Derek me llamo diciendo que había c¿sacado diez en matematicas me sentí muy orgulloso de él porque sabía que esa una de las materias que le costaba mucho trabjo entender y yo no podía explicarle porque me desesperaba a tal grado que me negaba a explicarle dos veces, pero cuando me dijo que había sacado una buena calificación estaba realmente feliz porque lo logro y me comento que su mamá le haría alitas de pollo y papas fritas y sabía que esa era mi oportunidad para estar con ellos, no estuve en acción de gracias ya que supuse que estarían on el odioso de Nate y por un momento me iba aparecer en donde estaban cenando pero no quería echarle a perder otro acción de gracias a Madison, así que solo me fui con Andy a beber a un bar y claramente ella se fue con una chica y a mi una que otra chica me coqueteo para que estuvieramos los dos juntos por algunas horas, pero me negué por completo ya que no me apetecía sexo con ellas, y eso que eran dos, pero no, no deseaba sexo con desconocidas, solo deseaba estar con Madison. Así que bueno, solo bebí unas cuantas horas sin llegar a estar ebrio y volví a casa para poder llamar a mi mamá y desearle una feliz noche de gracias. 

Mi madre le dolio mucho cuando me separe de Madison, ellas si que se llavaban bien, claro que yo antes pensé que mi madre no sabía porque me había divorciado de Madi, pero es madre, lo sabía todo y obviamente me reprendio cuando lo supo, ella notaba que Madeline se traía algo en manos porque lo notó por la forma en como me miraba y me hablaba, eso no le gusto nada y pensó que no caería tan facilmente, perdón madre pero cuando el alcohol hace efecto uno no sabe lo que hace. 

-¿Ese es papá?-. Preguntó al ver una foto mía cuando era más joven. 

-Si, así como ves a tu padre, antes de meterse esteroides, era flaco sin chiste-. Comentó Madison aguantadosé la risa. 

-¡Oye! yo nunca he usado esteroides, esto es puro ejercicio sano, pero dejame decirte que tú te enamoraste de ese flacucho-. 

Ambos nos miramos a los ojos por unos segundos y seguimos mirando las fotos que estaban delante de nosotros, Madison se había encargado de ponertodas las fotos en la talbeta así que podiamos pasarla sin ningún problema. Mire a mi hija que estaba en mis brazos bebiendo de su leche, mi pequeña Dakota era tan hermosa como su madre, deje un tierno beso en su frente y volví a las fotos. 

-No puedes ser había ovidado esa foto-. 

Apreció una foto de ella donde estaba vestida de Madonna de la epoca de los ochenta, había sido en una fiesta de Halloween eso fue antes de concer a Madison, ella en esa epoca andaba con un chico llamado Justin, pero termino con él porque llegue yo a su vida, bueno solo unos cuantos mese después, pero en esa fiesta estaba yo yaque una novia que tenia iba en la misma universidad que Madison, es una lastima que no nos hayamos encontrado en ese tiempo, pero a veces las personas que nos cambian la vida llegan en los momentos menos esperados. 

-Papi, mami ¿Como se conocieron?-. Preguntó Derek mirandonos con esos ojos azules tan grandes que tenía. 

Madison volvimos a mirarnos sin saber que decir, ella solo sonrio un poco hacia nuestro hijo. 

-Bueno...esa es una historia un poco larga, mejor te la contamos cuando seas más grande, por ahora debes volver a la cama, mañana te irás con papá-. 

Derek solo asintio con la cabeza dejando la tableta en la mesa de café para así despedirse de nosotros y subir a su habitación, era un niño bueno y obediente. 

-Creo que subire a Dakota a su cama-. Comenté. 

Ella solo asintio con la cabeza y yo con mucho cuidado de no mover mucho a mi hija me levante del sofá para así subir a la hbitación de mi hija. UNa vez ahí la deje con mucho cuidado en su cuna abrigandola con su cobija de conejos y encendiendo su lamapará de cama, deje un beso en su frente a la cual acaricié un poco, estaba tan enamorado de mi hija, cuando la vi nacer me volví completamente loco por Dakota, al tenerla en mis brazos creía que era un pequeño ángel que había cauido de cielo y hasta la fecha era la niña más linda del mundo, simplemente era perfecta y no solo ella también mi hijo, ellos eran perfectos.