Capítulo 264 - Joven, no te estás comparando con un príncipe

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No perdió el tiempo y su grupo se dirigió de inmediato al lugar donde estaba estacionado el ejército.

Después de cabalgar durante mucho tiempo, finalmente aprovechando la noche interminable, llegó al lugar donde antes estaba estacionado el ejército.

La noche solitaria se tragó toda la luz, y no había ni rastro de fogata.

Numaseka asintió con satisfacción. Este fue el resultado de sus esfuerzos anteriores. Después de todo, un fuego en la noche alertaría al enemigo. Hacerlo era como un fantasma invisible, y era difícil para el enemigo atacar de noche.

Y si es necesario, siempre que se emita otro comando, la llama se puede elevar de inmediato.

Así gritó en la interminable noche tranquila como se acordó en el entrenamiento pasado.

Pero la llama no apareció.

Todavía hubo un silencio solitario, y la cara de Numaseka cambió.

Los rostros de la caballería detrás de él también cambiaron.

¿Qué les pasa a estos tipos?

Numaseka volvió a gritar en un tono especial.

Pero todavía no hay respuesta.

Incluso ha visto vagamente la vaga sombra de Daying, ¿estos tipos no pueden oírlo tan cerca?

¿Están todos los exploradores muertos?

Si él fuera el enemigo, se habría decidido a atacar en este momento.

En este momento, la llama roja de 15 dos en punto finalmente se elevó.

El enorme fuego rojo oscuro, los dos puntos débiles, no son demasiado brillantes, pero están muy lejos en la noche oscura.

El rostro de Numaseka mejoró un poco ahora.

Pero cuando se acercaron más y más, y finalmente se acercaron más y más a los dos fuegos, no parecía ser una llama, sino algo enorme que parecían dos piedras de cristal.

¡El lugar que se suponía que era el campamento se convirtió en una gran montaña de nieve sin saber lo que estaba pasando!

Es el final de la noche antes del amanecer, y también es el momento más oscuro del día, por lo que es normal que te falten los ojos.

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¿Están perdidos?

¡No he oído hablar de montañas nevadas por aquí!

"¡¿Cómo va esto?!

Todos se miraron.

Numaseka frunció el ceño, ¿están perdidos?

No fue hasta que llegaron al pie de la montaña que vieron la aparición de esta montaña cubierta de nieve.

Lo que solían ser dos llamas eran dos piedras de cristal incrustadas en la enorme pared de la montaña.

"¡Las cosas deben ser muy valiosas!" los subordinados gritaron alegremente.

En este momento, Numaseka de repente saltó salvajemente de pánico.

Levantó la cabeza aturdido y miró la enorme montaña cubierta de nieve frente a él. Retrocedió unos pasos y su corazón casi se pellizcó. Las dos llamas parecían extrañas para atraer su mente.

Parece que hay un misterio infinito allí.

¿Qué es exactamente?

¿De dónde viene la sensación de crisis y miedo?

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