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(Pov Scaramouche)

Hace tiempo que no dormía tan cómodamente y menos con alguien a mi lado.

Kairi estaba dormida a mi lado mientras me abrazaba.

—Como es posible que me tenga a su lado sin una pizca de desconfianza? ¿Esa es una muestra de lo que siente por mi?—pensé

Debería ir a ver a la Signora para que me informe de sus siguientes movimientos, necesito saber si son relevantes para mi si no, me iré de Inazuma.

—Scaramouche...—Me gire hacia su lado y estaba dormida. Hasta dormida tiene que hablar.

Me levanté silenciosamente de la cama y me dirigí al baño para ducharme.

Salí de la habitación y fui hacía el salón de reuniones y para mi suerte estaba ahí esta mujer testaruda.

— Tenía el presentimiento que algo horrible pasaría hoy y nuestro encuentro es la prueba.— Dijo con total desagrado.

— ¿Qué planeas hacer ahora Signora?— Me senté en una silla.— El forastero ya descubrió lo que los Fatui están organizando. Dentro de poco comenzará a derrumbarse tu esfuerzo aquí.— Signora frunció el seño ante mis palabras.— Tengo un gran interés en ver como tu ambición cae.

Signora golpeó la mesa enfurecida.—¡Eres una estúpida marioneta muy parlanchina!— Se acercó a pasos fuertes a mi posición y quedamos frente a frente.— Juro que destruiré toda esta nación y pronto te asesinaré.— Se fue furiosa.

Qué carácter. Almenos con sus palabras me dejó claro que se quedará en Inazuma y peleará contra la Shogun. Me quedaré solo un poco más para observar como arde esta nación. Y su estúpida bofetada será una agradable forma de cobrar algo a cambio de no matarla por esta falta de respeto.

(Pov Kairi)

Cuando desperté senti como el dolor recorría todo mi cuerpo. Vaya noche tuvimos.

Buscaba alguna señal de mi acompañante pero al tocar la cama varias veces no di con él. ¿Dónde habrá ido?. Inspeccioné la habitación con la mirada y bastante cosas concordaban con la personalidad de Scaramouche pero en el escritorio había algo que llamó fuertemente mi atención.

Me levanté con cuidado y recogí la bata que tenía ayer, me acerqué y era un artefacto morado que tenía una insignia electro.

—Si no mal recuerdo esto debe ser una Gnosis, en un libro habían dibujos de referencia.—Tomé la Gnosis y era bastante atractiva a la vista.—¿En qué momento Scaramouche obtuvo la gnosis electro?

Estaba sumergida en mis pensamientos hasta qué el sonido de la puerta al abrir me sacó de ellos.

—Ya te has levantado, mortal.— Observó hacia mi dirección y se percató de lo que tenía en la mano.—Nuestra misión en Inazuma ha terminado.—Apareció una sonrisa victoriosa ante eso.

—No me habías dicho que habías obtenido la Gnosis.— La dejé en su lugar.— Eres increíble, ¿Acaso peleaste brutalmente contra alguien para obtenerla?— tenía bastante curiosidad.

—Para tu desgracia no tuve que tener una batalla como tu crees.— Me acorraló en un escritorio que había.—Ayer la Kitsune de la arconte me la entregó a cambio de no matar al viajero y la niña chillona.—Su mano acariciaba mi mejilla y la otra iba subiendo cuidadosamente entre mis muslos.— Nos iremos dentro de poco, así que has lo que debas hacer para que nos vayamos.— En un ágil movimiento metió sus dedos dentro de mi.—Y dime Kairi ¿Te cuesta caminar?

Agarré sus hombros con fuerza mientras intentaba no gemir.— Anoche... Fuiste demandante con mi cuerpo.— Me cuesta hablar sin soltar un jadeo de por medio.— Además siento que si camino mucho terminaré cayendo al suelo.— Scaramouche comenzó a tocar mi cuello con total diversión y salió una pequeña risita.—No... Te burles.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora