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(Pov Scaramouche)

—¿Adonde pasas las noches?- Kairi miraba a todos lados en busca del lugar en donde me hospedo.

— Iremos a una base de los Fatui, pero es exclusiva para los Once.— Recordar que podemos encontrarnos con Signora es irritante.— Puede que este la bruja desquiciada.

Kairi se alegró al escuchar que puede ver a la sopenca de Signora.— Siempre es bueno verla.— Como le puede agradar una persona con una actitud tan irritable.

— Como digas mortal.— Divisé la entrada del lugar.— Llegamos así que iremos primero a que te revisen por última vez el brazo.

— Pero si me curó esa anciana.— Para mi desgracia no confío en esta gente después de como la han tratado.— Pero si es lo que quiere mi señor, con gusto lo haré.— Sonreía dulcemente.— Oye.

—¿Qué ocurre ahora?— La miré fugazmente.

— Te quiero Scaramouche.— Me dió un casto beso.

No sabía que decirle, nunca habia hecho algo como esto. Soy un inexperto en el amor y eso me avergüenza un poco. Ninguna mujer fue digna de mi atención pero ahora me di cuenta que ninguna es como esta terca chica.

— Yo.._ Suspiré mientras sentía mi cara caliente.— Yo también te quiero.

(Pov Kairi)

Llegamos a la base de los Once en Inazuma, era bastante normal pero la extravagancia debe estar por dentro y no me equivoqué para nada.

— Sigueme.

Nuestro paso fue detenido por la Signora.

— Querida, es un gusto verte.— Signora se acercó y me abrazó, le devolví el abrazo con gusto.— ¿Como estás?¿Te ha tratado bien este sopenco?

Me reí un poco al ver la cara que puso mi acompañante.

— El sexto me ha tratado bien durante este tiempo.— Rompí el abrazo.— ¿Cuando te irás, Signora?

Se cruzó de brazos y sonrío confiada.— Iré a hacer una última cosa mañana y me iré.— Se acercó a mi oido y me susurró.— Mañana pelearé contra la querida Shogun, te traeré algún recuerdo de ella.— Espero que no hable enserio.

—¿Terminaste? Debo llevarme a Kairi a que le revisen el brazo.— El Sexto miraba de mala gana a Signora.

— Claro que si muñeco.— Scaramouche rodó los ojos.— Nos veremos pronto Kairi y espero que a ti no.

Signora me sonrió por última vez y desapareció de nuestro camino.

— Maldita Signora...— Murmuró bajo.— Vamos Kairi, después de que te revisen iremos a la habitación.

Como buena subordinada seguí a Scaramouche.

Paró en una puerta y me miro.—Sé qué ya has hablado con este idiota pero quiero decirte algo.— Se puso de frente mío.— Dottore es un patán y no será indiferente contigo cuando se entere que estas a mi lado. No dudará en molestarte o torturarte con tal de molestarme.— Sabía que Dottore es algo excéntrico pero si el mismísimo Scaramouche me advierte sobre él no es porque sea una persona de fiar.

— No te preocupes, yo no soy tan ingenua como tu piensas.— Puse mis manos en sus mejillas.— Deberías confiar un poco más en mi, quiero demostrarte que no soy tan débil como piensas.

Scaramouche sonrió levemente y me dió un corto beso.— Está bien Kairi, pero no creas que te dejaré estar cerca de este espécimen, se muy bien como actúa.— Retiró mis manos de su cara y comenzó a observar mis manos como si aún quisiera decir algo.— Eres la única que me importa en este momento, así que por eso te advierto sobre Dottore.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora